La incorporación de las energías renovables a nuestros hogares es cada vez una realidad más extendida a la hora de cubrir las necesidades de calefacción y/o agua caliente. Y lo es por varias razones: ahorras en la factura energética y, al mismo tiempo, reduces el consumo de combustibles fósiles, consiguiendo así una disminución de emisiones de CO2 a la atmósfera. Algunas de las posibilidades que te ofrecen las renovables son: paneles solares para calentar agua, instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo eléctrico, estufas de biomasa para calefacción o energía geotérmica para suelos radiantes.
En el caso de Andalucía, la mayor parte de instalaciones de autoconsumo utilizan como fuente renovable la energía solar fotovoltaica, debido al elevado número de horas de irradiación solar que tiene la comunidad. Pero también utilizan la energía eólica, biomasa o el biogás, aunque en menor medida. Y si la instalación tiene mayor tamaño también utilizarán tecnologías de cogeneración con biomasa y tecnologías de aprovechamiento energético de los residuos. Hoy nos centraremos en la energía más utilizada en la ciudad (fotovoltaica) y en el campo (eólica).
Energía fotovoltaica para la ciudad
Las ventajas que puede tener la energía solar fotovoltaica a la hora de instalarla en un hogar son:
■ Sus instalaciones son capaces de generar electricidad a menor coste que la compra de la electricidad directamente de la red eléctrica; a esto se conoce como «paridad de la red».
■ Admite un amplio rango de potencias: desde unos pocos vatios hasta cientos de megavatios.
■ Presentan posibilidades de integración en los edificios y no generan ruido que pueda causar molestias, por lo que es ideal para ser usada en entornos urbanos.
■ Esta energía produce durante las horas de sol (en Andalucía son muchas), que suelen ser de elevado consumo eléctrico en ayuntamientos y entidades locales. De esta forma, se maximiza la energía autoconsumida y minimizan los posibles excedentes, así como se consigue una mejor eficiencia y una mayor reducción de la factura de la electricidad. Para ello, la empresa autorizada que vaya a realizar la instalación tendrá que ajustar las curvas de generación solar y consumo de energía.
La tecnología fotovoltaica puede ser de dos tipos: fija o con seguimiento solar. La mayoría de las instalaciones de autoconsumo suelen ser fijas por la facilidad a la hora de integrar los paneles en los tejados y su montaje, pero también por evitar sistemas móviles que pueden requerir un mayor mantenimiento. En el caso de instalaciones con seguimiento solar, lo que hace el panel es girar sobre uno o dos ejes, buscando así la optimización del rendimiento (su máximo es cuando la luz solar incide sobre el panel). Este último caso, puede aumentar la generación fotovoltaica, pero necesita de más inversión y costes de mantenimiento añadidos.
Energía eólica para el campo
La energía eólica también puede ser utilizada para el autoconsumo, generando electricidad mediante pequeños aerogeneradores. Suele ser muy útil en zonas rurales con escasa población y donde el consumo pueda realizarse tanto de día como de noche (regadíos), ya que la eólica produce más de noche que de día. Además, es esencial una ubicación donde haya suficiente viento para que los aerogeneradores funcionen. No suelen emplearse en entornos urbanos porque generan más ruido y tienen un mayor impacto visual.
Ambas energías renovables pueden disponer de sistemas de acumulación que permiten almacenar la energía eléctrica, quedando así disponible para ser consumida en el momento que sea necesario.
¿Cuál es el procedimiento para tener instalaciones de autoconsumo?
Según la Agencia Andaluza de la Energía, el procedimiento completo para desarrollar instalaciones de autoconsumo en los municipios andaluces, tanto de titularidad privada como de titularidad pública, consta de las siguientes fases:
■ Selección del emplazamiento.
■ Dimensionamiento previo y estudio de viabilidad.
■ Selección de la empresa instaladora.
■ Autorizaciones previas: declaración responsable o licencia de obras y trámites urbanísticos.
■ Tramitación administrativa de autorización previa y de construcción.
■ Ejecución material.
■ Trámites asociados a la legalización de la instalación.
Los materiales de nuestra casa, el aislamiento, la ubicación, entre otros elementos son muy importantes para dar con la combinación ideal. Lo más recomendado sería contar con el asesoramiento de instaladores autorizados, que teniendo en cuenta el uso que le vamos a dar a la energía, pueden asegurar la optimización de las instalaciones y la seguridad necesaria.