«La fotovoltaica supone una generación de empleo muy importante en Carmona»

Juan Ávila, alcalde de Carmona, nos cuenta todos los proyectos sostenibles que tiene en marcha, como la creación de un centro de investigaciones sobre energías renovables

Verónica Ojeda verojeper /
27 may 2021 / 04:00 h - Actualizado: 27 may 2021 / 00:08 h.
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  • Juan Ávila, alcalde de Carmona.
    Juan Ávila, alcalde de Carmona.

La ciudad histórica de Carmona se está preparando para un futuro más avanzado a través de un proyecto pionero en España: un apiario solar que se está llevando a cabo en la planta fotovoltaica de Las Corchas. Juan Ávila, alcalde de la ciudad, nos cuenta durante una entrevista a El Correo de Andalucía todos los proyectos que tiene en marcha sobre energías renovables e, incluso, nos adelanta que en el futuro Carmona tendrá «casi más de 30 plantas fotovoltaicas».

¿Por qué es importante desarrollar proyectos de energías renovables?

Es importante porque tenemos un objetivo a nivel mundial que cumplir: la lucha contra el cambio climático. Por eso hay que implantar energías que contaminan cero, para proteger el medio ambiente y hacer real esa lucha. Además de que las energías renovables son mucho más baratas y una apuesta por la economía circular.

En Carmona se han construido ya dos plantas fotovoltaicas, ¿cómo están beneficiando estos proyectos?

Para Carmona está suponiendo una generación de empleo muy importante. La media de las plantas fotovoltaicas que se están implantando es de 50 megavatios aproximadamente, por lo que generan casi 300 puestos de trabajo por cada una de ellas. Asimismo, se está trabajando entre el ayuntamiento y las empresas para ofrecer formación, que ayudará a que los empleados sigan trabajando en otras plantas fotovoltaicas ubicadas en Carmona o en Andalucía, aparte del empleo residual que se genera por el mantenimiento de éstas.

Uno de los proyectos pioneros es el de la miel solar, ¿qué nos puede contar sobre él?

Pues, por un lado, este proyecto de miel solar supone que la población se está fijando en el territorio y por otro, que vamos a crear una sala de interpretación sobre qué significa la apicultura, para que así el turismo venga a nuestra ciudad. Siempre es importante saber cómo funciona una colmena, por qué tienen una reina, cuántos kilos de miel producen... Son detalles poco conocidos y que va a suponer una fijación muy particular y novedosa. También hay que decir que este proyecto es pionero en toda España porque las colmenas son inteligentes. Es decir, el propio apicultor desde su casa y a través de una aplicación puede saber cuántas abejas hay en la colmena, cuánto pesa la miel que tiene, qué grado de humedad hay e incluso, llevan sensores para ver el control de entrada y salida, así como tienen instalado un GPS para prevenir posibles robos. Además, del trabajo manual de tornillería que conllevan, se encargará un centro de taller ocupacional en el que personas de capacidad diferente colaboran en el ensamblaje de estas piezas y en el diseño de las etiquetas de la miel solar. También tiene un componente solidario porque parte de la producción de la miel va destinada al convento de Carmona, para que fabriquen sus propios dulces y sostengan el patrimonio donde viven. Por otra parte, las panaderías se están involucrando en producir pan con miel solar. En definitiva, son muchas las posibilidades que está ofreciendo esta instalación, como son los ingresos que está generando en el ayuntamiento y que supondrá una mejora de las infraestructuras de la ciudad. Es un proyecto muy ilusionante y me siento muy orgulloso de Carmona, por ser tan pionera y por colaborar tanto con las empresas como con las universidades para que esto sea posible.

¿Cómo consiguen el equilibrio entre las energías renovables y el medio ambiente?

Hay términos municipales que no tendrán la oportunidad, pero Carmona, que tiene 96 mil hectáreas, tendrá una ocupación de cuatro mil hectáreas de plantas fotovoltaicas cuando esté todo terminando. Es decir, un impacto mínimo para conseguir ese equilibrio. Sin embargo, lo más importante es la reducción del impacto de las propias infraestructuras. Las plantas fotovoltaicas necesitan una red o un cable que recoge esa energía que produce el sol sobre la placa, evacuándola en un punto de conexión que está dentro del plan de red eléctrica a nivel nacional. Esos puntos de evacuación tienen que ser previamente autorizados antes de que la planta se pueda colocar. En Carmona lo que hacemos es que, en lugar de que cada planta construya su propio punto de evacuación, que hablamos de torres y de cables, las unificamos. De esta forma, las plantas más próximas comparten un solo cable de evacuación y así se simplifica el impacto que pueda producir. Luego también es importante adaptar la ubicación de estas plantas con el suelo: que no dañen el medio ambiente, crear una sinergia entre las plantas para que la fauna no se vea perjudicada y hacer estudios en colaboración con la Universidad de Sevilla para ver los nuevos proyectos de cultivo y compatibilizarlos con las plantas, como la plantación de fresas aromáticas.

Hace poco informaban de que estos proyectos estaban devolviendo a las especies protegidas y amenazadas a su hábitat...

Exactamente, se ha hecho una planificación para que estas plantas no se ubiquen en las zonas protegidas por el medio ambiente, para así salvaguardar la fauna autóctona. Más aún teniendo en cuenta que tenemos una de las mejores colecciones de este país de aves esteparias. Por eso tenemos un equipo multidisciplinar de biólogos, ecologistas y profesores que están haciendo ahora mismo un estudio para que estas plantas no perjudiquen en ningún caso, sino todo lo contrario.

Ahora que menciona la investigación, ¿qué me podría contar del nuevo centro de investigación sobre energías renovables que quiere crear en Carmona?

Pues es un proyecto muy bonito e ilusionante. Las placas fotovoltaicas generan mucha riqueza y tienen detrás empresas multinacionales y fondos de inversión que las construyen, por lo que creo que es de justicia devolverle a la sociedad esos beneficios colaborando con la investigación. El proyecto está en lo alto de la mesa y espero ponerlo en marcha a medio o largo plazo. Según he consensuado con las plantas y la UPO y la US, el objetivo es tener a siete u ocho investigadores becados en este centro, que pretendemos que sea una referencia en Europa en cuanto a investigación y desarrollo en renovables. Al final, si uno no se hace ilusiones y no contempla este tipo de posibilidades, nunca se hacen las cosas.

¿Qué le dicen los carmonenses sobre todas estas iniciativas?

Yo siempre presumo de Carmona, no solo por su extraordinario patrimonio y porque la ciudad tiene más de siete mil años de habitabilidad continuada, sino por su patrimonio real, que son los carmonenses. Son ciudadanos comprensivos que están viendo la implantación de estas plantas como una oportunidad de empleo y una mejora de su calidad de vida gracias a los ingresos que producen. Mi preocupación siempre ha sido que el ciudadano vea que realmente se invierte en la ciudad y en el bienestar de los ciudadanos, y que, por supuesto, estamos trabajando para preservar el medio ambiente y la fauna autóctona, por lo que de momento no he recibido ninguna queja.

¿Cómo prevé el futuro de las energías renovables?

Creo que para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos hay que hacer y no solo hablar y exponer. Y en eso está Carmona, en sustituir las energías tradicionales por una contaminación cero, porque las renovables ya son una realidad que no va a tener vuelta atrás. Además, creo que es una responsabilidad que tenemos con nuestros hijos, nietos y las futuras generaciones. Tenemos que dejarles un planeta mejor del que tenemos hoy, que sea habitable y que, sobre todo, la vida siga siendo compatible con el medio ambiente y con la riqueza que tenemos.