España rechaza «tajantemente» la intención de México de «pausar» las relaciones

El ministro de Exteriores ha recalcado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez «no ha realizado ninguna acción que lleve a hacer una declaración de ese tipo». «Debe quedar claro, el Gobierno de España va a defender a los españoles, el bien nombre de España y a sus empresas en cualquier circunstancias»

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. EFE/Sáshenksa Gutiérrez

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. EFE/Sáshenksa Gutiérrez / El Correo

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El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha mostrado su rechazo "tajante" a la intención expresada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de "pausar" las relaciones tras acusar a las autoridades y empresas españolas de "saquear impunemente" el país norteamericano.

"El Gobierno de España rechaza tajantemente las declaraciones injustificadas del presidente de México en estos últimos días", ha asegurado el titular de Exteriores en declaraciones en Bruselas, donde ha mantenido reuniones en la OTAN y la Comisión Europea.

Albares ha recalcado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez "no ha realizado ninguna acción que lleve a hacer una declaración de ese tipo". "Debe quedar claro, el Gobierno de España va a defender a los españoles, el bien nombre de España y a sus empresas en cualquier circunstancias", ha insistido.

En este sentido, ha destacado que las relaciones entre España y México son "crecientes" y se sostienen sobre lazos "muy profundos" a nivel humano, lingüístico, cultural y comercial. Por ello ha rechazado frontalmente los planes de López Obrador y ha reiterado que los Gobiernos deben "acompañar" las relaciones y "en ningún caso pausarlas".

Albares mantuvo anoche una conversación con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard, para aclarar la polémica, un contacto sobre el que no ha querido desvelar detalles a la prensa, pero sí ha señalado que las autoridades mexicanas matizaron que no buscan romper relaciones.

López Obrador ha vuelto este jueves a la carga con su idea de hacer una "pausa" en las relaciones con España, subrayando que no se trata de una "ruptura", sino de un tiempo en el que autoridades y empresas españolas deben "internalizar" que ya no cabe el "saqueo" ni la "corrupción".

En la capital comunitaria, el responsable de Exteriores español se ha reunido entre otros con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, y el vicepresidente Ejecutivo de la Comisión, Valdis Dombrovskis, con los que ha tratado la polémica generada por las autoridades mexicanas.

"Hemos hablado de la necesidad de que se concluyan definitivamente los acuerdos con México, con Chile y con Mercosur", ha indicado, en referencia al acuerdo pendiente de ratificación que moderniza las relaciones comerciales y deja libre de aranceles la práctica totalidad del comercio de mercancías entre la UE y México.

Más de 175.000 españoles viven en México y cerca de 30.000 mexicanos residen en nuestro país. España es el segundo inversor en México y cuenta con 7.000 empresas en ese país. La inversión española se eleva por encima de 70.000 millones de euros y la mexicana en España supera los 25.000 millones.

Roces contra la inversión

España es el segundo inversor extranjero en México con 76.000 millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2021, el 12 % de la inversión extranjera directa (IED), y 6.500 empresas, según datos de la Cámara Española de Comercio (Camescom).

El presidente de México ha creado incertidumbre porque «no existe en el derecho diplomático ni en el derecho internacional la figura de pausar las relaciones diplomáticas», explicó a Efe la internacionalista Arlene Ramírez Uresti.

«Las declaraciones del presidente Obrador podrían traer consecuencias para México, desde sanciones económicas hasta que el Gobierno español marcara o pidiera el término de las relaciones diplomáticas», advirtió.

Pese a su informalidad, las declaraciones del presidente «generan un roce innecesario» con España y «sí puede haber» consecuencias en la inversión, consideró Iliana Rodríguez Santibáñez, abogada e internacionalista del Tecnológico de Monterrey.

Las acusaciones de López Obrador ocurren mientras promueve su reforma energética para defender a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) de lo que él percibe como «saqueo» de los extranjeros, en particular de las energéticas españolas, aunque no se haya presentado ninguna demanda judicial ni las pruebas de esos supuestos abusos.

En este contexto, sus comentarios en sus conferencias «mañaneras» están orientadas a movilizar su «voto duro», pero tienen el efecto colateral de «alertar a los capitales», apuntó Rodríguez Santibáñez.

Cortina de humo

La sorpresiva «pausa» que pide López Obrador también ha despertado sospechas porque surgió en medio del escándalo que afronta tras revelarse que su hijo Ramón López Beltrán vivió en una casa en Houston, Texas, de un contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Por ello, podrían ser «una cortina de humo» o un «distractor», argumentó Ana Vanessa Cárdenas, analista internacional de la Universidad Anáhuac Mayab.

«Es evidente que las declaraciones que se hacen en la mañanera marcan la agenda de los medios y distraen la atención de otros asuntos o los dejan en el tintero para dar pie a otras polémicas. Entonces me parece que sirven como cortina de humo», dijo en entrevista.

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