Salvas de honor a los reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía en el Palacio Real

La princesa Leonor formula el juramento que la avala para ser la futura reina de España

El Correo

Los reyes, Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, han sido recibidos con 21 salvas de honor de la Batería Real y vivas al rey, a su llegada al Palacio Real tras la ceremonia de la jura de la Constitución de la princesa de Asturias.

Los 21 cañonazos son los que corresponden al rey, frente a los 19 que una hora antes se habían disparado en honor de la princesa de Asturias.

La comitiva real ha salido del Congreso de los Diputados escoltada por el Escuadrón de Escolta Real a caballo y ha recorrido la calle Mayor vitoreada por cientos de ciudadanos, muchos de ellos turistas, que se han agolpado en las aceras para inmortalizar con sus teléfonos móviles este momento histórico.

Banderas de España ondeando y proclamas de «Viva el rey» y «Viva Leonor» han acompañado a los reyes y sus hijas en todo el trayecto en coche hasta el Palacio Real, donde la Guardia Real ha saludado al monarca con 21 cañonazos.

A su llegada, Don Felipe, doña Letizia, la princesa Leonor y su hermana, la infanta Sofía, han pasado al patio de la Armería, donde aguardaban el Mando y el Estado Mayor del Ejército y de la Guardia Real, así como un grupo de estudiantes del colegio Stella Maris de Madrid.

Formados en el patio y con sus uniformes de gala estaban la Escuadra de Gastadores, la Unidad de Música, el Mando y Plana Mayor del Grupo de Honores, la Compañía Monteros de Espinosa, la bandera de la Guardia Real y escolta, la Compañía Mar Océano, la Escuadrilla Plus Ultra, el Mando y Plana Mayor del Grupo de Escoltas, la Batería Real y la Sección de Motos.

Tras los honores, los reyes, la princesa y la infanta han accedido al Palacio Real para imponer a doña Leonor, que está llamada a ser la futura reina de España, el Collar de Carlos III, una de las más altas distinciones del Estado, en presencia del Gobierno y de los Poderes del Estado.

Entre tanto, cientos de curiosos se agolpan frente al balcón principal del Palacio Real, que da a la plaza de Oriente y que está vestido para la ocasión, ante la posibilidad la familia real salga a saludar a los asistentes en algún momento.

La princesa Leonor ha formulado este martes el juramento de la Constitución ante las Cortes Generales y de lealtad al rey y a las leyes, lo que la legitima, con su mayoría de edad, para poder asumir las funciones de reina de forma automática en caso de que faltase Felipe VI.

«Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas y fidelidad al rey», ha sido el texto pronunciado por la heredera al trono sobre el mismo ejemplar de la carta magna sobre el que acató su padre en 1986, también al cumplir 18 años.

Con los parlamentarios puestos en pie, Leonor de Borbón ha leído el texto en el estrado presidencial del hemiciclo del Congreso ante la mirada de los reyes y de la infanta Sofía, del presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez, y la del Congreso, Francina Armengol, situada enfrente al ser las Cortes Generales la receptora del juramento.

«Alteza hace 37 años Gregorio Peces Barba acompañaba a vuestro padre en este acto crucial. Hoy soy yo quien tiene el privilegio de acompañarla y en su honor repetiré las palabras que aquel día pronunció el presidente: las Cortes Generales acaban de recibir el juramento que vuestra alteza ha prestado, en cumplimiento de la Constitución como heredera de la corona. Viva la Constitución, viva España, viva el rey», ha respondido la presidenta del Congreso.

Tras la jura, los diputados y senadores participantes en la sesión solemne han dedicado un muy prolongado aplauso a la princesa de Asturias, que se ha prologando durante cerca de cuatro minutos.

A la ceremonia no han asistido los parlamentarios de PNV, Junts, ERC, Podemos, IU, EH Bildu y BNG, ni los presidentes de Cataluña y Euskadi, como gesto de rechazo a la Corona.

El acatamiento ante la sede de la soberanía nacional de la princesa de Asturias simboliza la continuidad de la monarquía parlamentaria al avalarla como la futura jefa de Estado.

En el mismo momento en que ha jurado la carta magna, en la Plaza de la Armería del Palacio Real ha sonado el himno nacional y se ha disparado una salva de 19 cañonazos, que son los honores militares que corresponden a la princesa de Asturias.