"No queremos lo de Cataluña en Galicia"

El PP se centra en desgastar al BNG en el remate final para pasar página de la polémica sobre indultos

En los últimos días la consigna es ya que el mensaje nacional tenga poco peso, volcarse en mensajes contra Pontón y la posibilidad de que el nacionalismo gobierne la Xunta y evitar hablar de nada que tenga que ver con indultos

Alberto Núñez Feijóo pasea por la localidad de Castro Caldelas, en la provincia de Ourense, en la campaña. / Brais Lorenzo

Paloma Esteban

El PP apura la campaña gallega mirando al próximo domingo, convertido ya en una prueba electoral para todo el partido. Tras días complicados los conservadores creen haber encapsulado la polémica sobre la amnistía y los indultos desatada por Alberto Núñez Feijóo, y la consigna es ya centrar todos los mensajes contra el BNG de Ana Pontón bajo la premisa de que el nacionalismo puede llegar a la Xunta y “exportar las políticas del independentismo” de otras nacionalidades históricas como Cataluña

El giro de guion se produjo el lunes, como publicó este diario, para frenar el desgaste y la desazón. En el partido no se estaba entendiendo el mensaje que el líder llevaba repitiendo días sobre indultos condicionados y las advertencias le hicieron corregir su discurso: ni amnistía, ni indultos. Sin apellidos y sin matices. Al día siguiente ni una sola mención a la medida de gracia y este miércoles sucedió algo parecido. Los ataques se centran ya en el Bloque, teniendo en cuenta que Pontón ha ido mejorando sus expectativas frente a la debacle del PSOE gallego. Hasta el punto, recalcan los populares, de que los socialistas se han encomendado a que haya suma para hacer presidenta a la nacionalista.

Y eso es precisamente lo que el PP entero se dispone a cortocircuitar en las dos jornadas que quedan, absolutamente decisivas. Alfonso Rueda lleva toda la campaña advirtiendo de eso y recalcando que “quien no quiere para Galicia ese camino” no puede equivocarse de voto. 

El recado es contra el Bloque y también contra Vox, dando por hecho que al no llegar al 5% de ninguna manera, todos esos votos irán en favor de un escaño para la izquierda y quitarán opciones al PP.

Isabel Díaz Ayuso desembarca este jueves en Vigo y el viernes estará en Sanxenxo (Pontevedra) con el cometido de parar las opciones de los de Santiago Abascal en esta recta final. Ya ayer hizo un ensayo de lo que será su discurso, centrado en ataques muy duros contra el programa electoral del BNG que en el PP madrileño ven “escondido” bajo la imagen de transversalidad que está intentando conseguir Pontón. En lo relativo a la lengua y la política fiscal, por ejemplo.

“El BNG es un partido no sólo que quiere sacar el español de las aulas, el idioma español, subir impuestos, subsidios. Son extremistas y forman parte de las confluencias con los otros nacionalistas independentistas vascos y catalanes. Todo contra España”, dijo en una entrevista la presidenta madrileña. También hubo un guiño al voto del exterior en el último día para emitirlo, sobre todo mirando a Argentina: “El glorioso cambio se produjo al concentrar el voto en Milei. En Galicia nos jugamos eso”, dijo.

La nacionalización de la campaña general quedará reducida a partir de ahora a la asociación del Bloque al resto de partidos independentistas que apoyan a Pedro Sánchez. 

Ayer mismo la diputada por Ourense en el Congreso, Ana Vázquez, en presencia de Feijóo decía en un mitin en Pobra de Trives: “No queremos para Galicia lo que vemos en Cataluña”. Se refería a imposiciones lingüísticas -en gallego dijo “cada uno que hable lo que quiera”- y también a cuestiones como la desaparición de la Guardia Civil, cargando contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. “Lo que vamos a elegir el domingo es lo que pasa en la próxima década. El PSOE sale de telonero del BNG para que gobierne el Bloque. Prefieren que desaparezca el Partido Socialista de Galicia a que gobierne el PP en la Xunta. Votar al actual PSOE es votar al BNG”, recalcó Feijóo. También abundaron mensajes en clave puramente autonómica como la sanidad y la educación, de la mano del informe último informe PISA, sacando pecho de Galicia, Castilla y León y Madrid. Tres autonomías gobernadas por el PP.

El contexto político nacional hacía muy difícil que las elecciones del 18F tuvieran una campaña puramente autonómica. Pero en Génova siempre plantearon una nacionalización total buscando un revés de Sánchez y también una victoria de Feijóo y su labor de oposición. Galicia, por razones obvias, no era un territorio cualquiera. Tampoco para el PSOE, que buscan un vuelco final para que el dirigente gallego reciba un golpe muy duro. Muchos dirigentes regionales veían riesgos es una excesiva campaña nacional, teniendo en cuenta que Galicia es un territorio muy particular con “un ecosistema propio” como decían a este diario.

Por ese mismo motivo y aunque parezca paradójico, la polémica desatada sobre amnistía e indultos tiene mayor afectación en el resto de comunidades autónomas. Y eso mismo es lo que ha concedido un balón de oxígeno al PP a pesar del tropiezo tan grande de su líder nacional. En la dirección nacional y también en el PP gallego reconocen que las cosas irán más justas que en otras ocasiones, pero siguen confiando en la mayoría absoluta con un resultado que rondaría los 39 diputados, uno más de los necesarios.

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Las urnas despejarán las dudas. En este momento las encuestas dejan incógnitas por resolver: si Sumar logrará o no entrar. Podemos no tiene opciones. Si el partido de Yolanda Díaz no lo consigue seguirán BNG y PSOE como las dos fuerzas de la izquierda en el Parlamento. Pero la fragmentación de la izquierda en dos papeletas más hace difícil la suma. En la derecha los populares siguen viendo a Vox fuera y muy complicado el escaño de Democracia Ourensana, la opción del polémico alcalde Gonzalo Pérez Jácome. En caso de que lo consiguiera él podría tener la llave.

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