ELECCIONES DEL 18F

La contundente victoria en Galicia impulsa a Feijóo frente a Sánchez tras una semana difícil

La sensación de que este 18-F podía tener consecuencias mayores de lo esperado había tensionado mucho al partido. La mayoría absoluta de Alfonso Rueda aleja la posibilidad de una crisis interna inmediata y da oxígeno a Feijóo ante la debacle de los socialistas

Alberto Núñez Feijóo y buena parte del comité de dirección en una videollamada con Alfonso Rueda en la noche electoral.

Alberto Núñez Feijóo y buena parte del comité de dirección en una videollamada con Alfonso Rueda en la noche electoral. / DAVID MUDARRA.

Paloma Esteban

El alivio no pudo ser mayor en la sede nacional del PP. La mayoría absoluta en Galicia, con 40 escaños y no tan justa como podía haber ocurrido, le ha dado un balón de oxígeno a Alberto Núñez Feijóo y los suyos tras una semana de campaña muy complicada. La tensión y el nerviosismo habían recorrido el partido entero, donde empezaban a pensar que lo que pasara el 18 de febrero podría tener consecuencias mayores de lo que imaginaban. Pero el PP ha conseguido revalidar la Xunta y Alfonso Rueda seguirá siendo presidente, por primera vez elegido directamente en las urnas. El resultado, aunque en escaños es menor que el de 2020, lo igualó casi en porcentaje de voto, superando el 47%.

La sensación de que todo podía pasar, incluso perder el gobierno autonómico y abrir una etapa en Galicia liderada por el BNG de Ana Pontón, ha hecho que estos 40 escaños tengan un sabor a victoria absoluta. Falta por contar el voto exterior, pero la victoria popular es muy clara.

En Génova tardaron en pasar del alivio a la celebración. Pero este resultado, después de todo, no solo permite salvar el ‘match ball’, sino que aleja la posibilidad de una crisis interna inmediata. Y todo ello, en gran medida, no solo por el triunfo del PP sino por el descalabro del PSOE de Galicia: se deja cinco puntos y tan solo retiene 9 escaños. “Si esto tiene una lectura nacional ya ha quedado claro lo que han votado los gallegos después de las generales”, replicaban en la sede nacional.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, compareció desde Génova pidiendo una "reflexión" profunda a Pedro Sánchez y afirmando que "entre el lío y la estabilidad, los gallegos han elegido rotundamente lo segundo". La número dos del partido se reafirmó en que "la primera prueba del ciclo político" ha dejado claro lo que opinan los ciudadanos "de lo que hace el Gobierno", incluida la ley de amnistía.

Días complicados en la campaña

Estas elecciones las adelantó Rueda asumiendo el marco de una campaña nacionalizada que él no había elegido. Después de que Feijóo ganara las elecciones generales y no pudiera llegar a la Moncloa, el líder del PP necesitaba pronto una convocatoria electoral para dar el primer golpe al presidente del Gobierno. Era también la forma de acreditar que su durísima oposición a las alianzas con los independentistas, desplegada a partes iguales en las instituciones y en la calle, estaba funcionando.

El enfoque nacional de estas autonómicas era inevitable. Y la última semana no puede pasar desapercibida en ningún caso para el PP. La campaña, dicen en el partido, ha transcurrido con normalidad, pero ha estado muy contaminada por la política de Madrid. La intranquilidad quedó completamente instalada hace diez días en el partido, cuando desde la dirección nacional popular se confirmó que llegaron a estudiar la amnistía exigida por Junts durante 24 horas. Y también que Feijóo podría haberse planteado los indultos, incluido Carles Puigdemont, si se hubieran dado las condiciones. La primera, entregarse a la Justicia. 

Él mismo habló de “indultos condicionados” durante dos días seguidos en mítines en Galicia, hasta que la presión del partido fue tan fuerte, con mensajes claros llegados a Génova de los dirigentes de más peso, territorios, y personas ajenas a la organización, que Feijóo tuvo que recular en sus mensajes públicos. Comenzó la semana decisiva de la campaña, por fin, desde Marín (Pontevedra) afirmando: “Ni amnistía, ni indultos”. En el PP respiraron, preguntándose, eso sí, si ya sería demasiado tarde.

Al final, el PP de Feijóo ha resistido demostrando la fortaleza que tiene el PP de Galicia. Él mismo lo recordó en el mitin de cierre de campaña el viernes, en un mensaje que muchos leyeron también en clave interna: “Cuando este partido sabe lo que se juega es implacable”.

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