Baleares compró las mascarillas a Koldo para uso "sanitario"

La estrategia de defensa cambiante del PSOE sostiene que las mascarillas adquiridas por Baleares a la trama de Koldo eran para "uso domiciliario", con la pretensión de que esta calificación justificara la degradación de la remesa adquirida. La decisión oficial de la compra desmiente este destino, que aparece en otros documentos. La "resolución del órgano de contratación del Servicio de Salud", que contempla dicho cargamento, anota que se trata de "material sanitario para atender las necesidades de los profesionales sanitarios".

La "resolución" que autoriza hasta cinco adquisiciones desde China también demuestra el trato singular que recibió la trama de Fomento durante la tramitación de la compra de materia fraudulento y de la ulterior reclamación. La adjudicación a Soluciones de Gestión, sociedad matriz de Koldo, es la única que lleva a cabo el Govern de Francina Armengol sin determinar el número de mascarillas servidas ni el precio por unidad. La confianza o la obligación eran tan ciegas que el organismo se limita a certificar la compra de "un avión repleto de mascarillas FFP2". A cambio, se detalla que esta cantidad indefinida merece 3,7 millones de euros.

El uso "domiciliario" que esgrimen los paladines de Armengol viene desmentido explícitamente por el Servicio de Salud de las Islas Baleares (IB-Salut). Se detalla que incluso en el caso de desviar el material "a entidades sociales o privadas", también es para que "puedan prestar asistencia sanitaria con este material". En el escrito que define la relación del Govern con los proveedores, no aparece en una sola ocasión la asignación a domicilio.

En cambio, el documento de ocho folios de extensión que acredita oficialmente los cinco envíos demuestra la familiaridad hoy investigada penalmente, entre el Govern y el proveedor con la vitola de Fomento. Las descripciones detalladas en otros suministradores se resumen a siete líneas en el caso de la sociedad de la trama de Koldo, subrayando el sentido del flujo al precisar que Soluciones de Gestión "ha contactado con el Servicio".

Los puntos débiles de la relación del Govern con la trama de Koldo son el contrato con todas las facilidades para la empresa, la ocultación del material fraudulento servido y la tardanza en efectuar un atisbo de reclamación. Para neutralizar el trato de favor, el PSOE se ha refugiado en la terminología. El uso "domiciliario" desmentido por la contratación del IB-Salut debía conducir a una resignificación de las mascarillas como "quirúrgicas", para justificar así una utilidad que nunca se concretó. Sin embargo, Sanidad efectuó compras bajo esta adscripción. Por ejemplo, la suministradora Rayan Holding propuesta por el abogado José María Lafuente aportó cinco millones de "mascarillas quirúrgicas", por un total de 2,6 millones de euros.

La figura de protección unidireccional o «quirúrgica» aparece también en las adjudicaciones a Hardrodt Shanghai y a Tyrval. Es decir, la mayoría de los suministradores validados por el Govern ofrecieron el género que el PSOE desea concentrar ahora en la remesa de la trama de Koldo. En realidad, los envíos canalizados desde Fomento solo tenían una referencia en toda España, la FFP2. De ahí el fraude y la retirada de los centros «sanitarios» que acordó en secreto el IB-Salut, una vez demostrada la nulidad del material.

Con Soluciones de Gestión ni siquiera se guardaron las formas. Al día siguiente de adquirir "un avión repleto de mascarillas", el IB-Salut transfería los 3,7 millones de euros, en una sola operación y a la cuenta bancaria de Soluciones de Gestión. En realidad, el material fue servido en abril, y las quejas de los centros "sanitarios" que lo recibieron fueron determinantes para su análisis y retirada. Según expertos en epidemiología, las características de una FFP2 auténtica son perceptibles sin necesidad de recurrir a los análisis del ministerio de Trabajo.

Los 3,7 millones pagados a la trama de Koldo, sin detallar ni el número de mascarillas adquiridas, generaron según la Guardia Civil una comisión de 110 mil euros. Esta suma pasó por Víctor de Aldama y acabó en un amigo íntimo de Koldo detenido en el procedimiento, Rogelio Pujalte.