PSOE y Junts pactan en Suiza empezar a negociar el “reconocimiento nacional” de Cataluña y la financiación

Las delegaciones del PSOE y de Junts han mantenido una cuarta reunión en Suiza con el diplomático salvadoreño Francisco Galindo como mediador internacional. Al encuentro ha acudido el número tres de los socialistas, Santos Cerdán, mientras que por parte de Junts ha participado presencialmente el expresident, Carles Puigdemont, junto al secretario general de los posconvergentes, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras. Según confirman fuentes de ambas formaciones, en esta cita se han valorado los siguientes pasos a seguir tras aprobación de la ley de amnistía, que era una de las condiciones pactadas para poder abordar la "resolución del conflicto político".

Culminada la aprobación en el Congreso de este primer hito, según explican las mismas fuentes, se pondrán en marcha los equipos de trabajo para completar los otros dos grandes compromisos del pacto de investidura. Esto es, el "reconocimiento nacional” de Cataluña y la financiación, según concretan fuentes socialistas remitiendo a la hoja de ruta prevista en el texto ya firmado en noviembre. A ellos se añadirán los otros grupos de trabajo que ya están formados para abordar cuestiones relativas al impulso de la lengua catalana y de la ley de delegación de competencias en inmigración, que se prevé presentar con un texto conjunto de ambos grupos en el Congreso.

Las posiciones de partida para la negociación de los dos asuntos mollares del pacto de investidura ya se pusieron sobre la mesa en las conversaciones desarrolladas en Bruselas por Santos y Turull. En lo referente al ámbito “del reconocimiento nacional”, Junts propondrá “la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Catalunya amparado en el artículo 92 de la Constitución”. El PSOE, por su parte, defenderá el desarrollo del Estatut. El despliegue del Estatut es precisamente uno de los pilares de la hoja de ruta del candidato del PSC, Salvador Illa, en las elecciones catalanas.

En el congreso que los socialistas catalanes celebran este fin de semana, el autogobierno se asocia a un despliegue del Estatut, sin abordar su reforma, a través de una mayor descentralización del Govern en el territorio catalán. No hay mención ninguna al referéndum, que el PSC, al igual que el PSOE, rechaza de plano. Tampoco una eventual votación de un acuerdo entre gobiernos, para ceñirse a defender Cataluña como "nacionalidad" -en la línea de la Constitución- y no como nación como sí hizo en congresos anteriores.

Impuestos y deuda

En lo relativo a la financiación, los posconvergentes apostarán por la modificación de la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas (LOFCA) para la cesión “del 100% de todos los tributos”. Los socialistas plantearán en medidas en línea con la condonación parcial de deuda, pactada con ERC, y un plan para facilitar el regreso a la Cataluña de las sedes sociales de las empresas que salieron por el ‘procés’.

Antes de la convocatoria electoral en Cataluña, y con las negociaciones sobre los Presupuestos todavía vivas, el Gobierno había establecido como una línea roja pacto fiscal. La única vía que desde el Ejecutivo están dispuestos a explorar pasa por reconocer algún tipo de singularidad de Cataluña, al igual que de otras comunidades autonómicas, en el nuevo sistema de financiación autonómica.

Los socialistas catalanes han puesto sobre la mesa en su congreso de este fina de semana un modelo para una una financiación "más justa" con Cataluña. Eso sí, alejada de "privilegios" y con la voluntad de ser "solidaria" con el resto del Estado. 

Pugna Junts-ERC

Los objetivos marcados por los independentistas en sus pactos de investidura no dejan de ser similares y la pugna a la hora de capitalizar reivindicaciones ya quedó patente en aquella negociación. Ahora, en plena precampaña, esta pugna se lleva a máximos y los socialistas deberán hacer un difícil equilibrio para no priorizar el cumplimiento de los compromisos con Junts sobre ERC.

El acuerdo con los republicanos habla de “impulsar el diálogo institucional entre gobiernos sobre el futuro político de Catalunya” y la necesidad de “avanzar a un ritmo constante y satisfactorio para ambas partes”. Asimismo, se compromete a abordar en este foro “el debate sobre el modo en que los acuerdos a los que se pueda llegar sobre el marco político de Cataluña puedan ser refrendados por el pueblo catalán”.