ELECCIONES VASCAS

El silencio de Bildu sobre ETA da un giro a la campaña vasca

La violencia y el pasado habían quedado fuera del debate electoral en esta campaña hasta que Otxandiano se ha negado a calificar a ETA como grupo terrorista

El candidato a lehendakari, Pello Otxandiano.

El candidato a lehendakari, Pello Otxandiano. / EP

Elena Marín

La memoria, o la falta de ella, y la violencia de ETA no eran hasta ahora una variable de la campaña electoral vasca. Todos los partidos políticos y con especial empeño EH Bildu, han evitado azuzar el pasado convencidos de que la sociedad vasca quiere también pasar página. Sin embargo, es precisamente la falta de condena de la banda terrorista y su identificación como tal lo que ha provocado un giro en esta campaña que había comenzado siendo la más gris y pausada de las citas electorales en el País Vasco. De pronto, EH Bildu, con todas las encuestas a favor, ha visto cómo unas declaraciones de su candidato han provocado que la campaña vasca se eleve como antaño al debate nacional y que las asociaciones de víctimas y algunos partidos entren en tromba contra la formación abertzale. No condenar a ETA les ha sacado del guion que llevan escrito para estas elecciones.

Durante esta campaña, la principal referencia al pasado de EH Bildu, coalición de varios partidos cuyo coordinador general es Arnaldo Otegi, ha llegado de mano del socialista Eneko Andueza. Este martes ha elevado el tono, llamando "cobarde" a Pello Otxandiano por no haber querido admitir en una entrevista en la Cadena Ser que ETA fue una organización terrorista. Expresamente preguntado por esta cuestión, el candidato abertzale dio algunos rodeos y explicó finalmente que "fue un grupo armado". Cómo se califica a ETA "no es la cuestión fundamental" de esta campaña, añadió.

Ciertamente, no lo ha sido hasta ahora. La izquierda abertzale sabe que para hacerse con el grueso de los votos de la izquierda, sobre todo ahora que las fuerzas progresistas están peleadas y Elkarrekin Podemos y Sumar luchan por su supervivencia, tiene que hacer valer su defensa de las políticas de izquierda por encima de la cuestión identitaria. Y si además van a por el voto joven que desconoce cuál ha sido el alcance de ETA en el País Vasco, no ven tampoco necesario hacer menciones a ese pasado ni enredarse en él. Tras la polémica y los ataques de la oposición, Otxandiano y su formación se mantuvieron en silencio en torno a este asunto durante toda la jornada de ayer.

Oportunidad electoral

Por primera vez EH Bildu disputa la hegemonía al PNV y su crecimiento puede incluso provocar que no haya una suma suficiente entre PSE y los jeltzales. Con un 30% de indecisos y apenas un 60% de voto fiel al PNV, en el PP pelean con uñas y dientes por ese electorado que puede sentirse descontento con los acuerdos del PNV en Madrid y colarse así como el otro partido decisivo. El PSE, que se sabe indispensable para que el PNV vuelva a gobernar, busca proclamar como sea entre el electorado de su izquierda que el voto útil son ellos y no EH Bildu, a quien acusan de seguir siendo el mismo "lobo con piel de cordero". Un comentario como el de Otxandiano, un mensaje que no parecía planeado sino provocado por las preguntas del periodista, no se podían dejar escapar por parte de estos partidos. Y tras Andueza, el Gobierno de Pedro Sánchez entró en la campaña vasca atacando a Bildu en la misma línea desde la mesa del Consejo de Ministros. Por la noche, en cambio, en el debate en la ETB, aunque el asunto parecía sobrevolar, solo el PSE ha sugerido este asunto.

La respuesta del PSE y del Gobierno no han sonado bien en los cuarteles generales del PP vasco y nacional. Su candidato Javier de Andrés, acompañado por Isabel Díaz Ayuso en Bilbao, ha utilizado la "cobardía y bajeza moral" de Otxandiano denunciadas por Andueza para echársela en cara. "El grado de hipocresía de los socialistas es un escándalo, causa sonrojo", según los populares, porque "Sánchez gobierna precisamente por esa cobardía y bajeza moral (de Bildu)". Ayuso auguraba justo después que por mucho que se peleen entre sí luego "se apoyan entre todos", en referencia a todas las formaciones distintas al PP vasco.

Urkullu, portavoz del PNV

En el PNV quien más ha arremetido no tanto en campaña sino en los meses previos contra EH Bildu ha sido el lehendakari saliente Iñigo Urkullu. Las menciones a Sortu, heredera de la antigua Batasuna y partido principal de la coalición abertzale, son habituales en sus declaraciones cuando se refiere a Bildu. Tras la polémica por las palabras de Otxandiano, el PNV dejó en sus manos la respuesta. Ni Imanol Pradales ni Andoni Ortuzar, Urkullu se subió al escenario en el acto de Barakaldo y empezó así: "Señor Otxandiano, 853 víctimas. ¿Qué es eso, un cambio de ciclo?". Se llevó los aplausos de sus militantes y siguió diciendo que en su formación lo tienen "claro, ETA fue terrorismo, un terrorismo que causó un daño injusto y ya es hora de que lo reconozcan con claridad".

Durante su etapa en el Gobierno vasco se ha impulsado, explicó Urkullu, una ley de memoria para todas las víctimas de la violencia y advirtió de que el PNV no va a dejar "que se olvide" ni la violencia ni a sus víctimas. Unos minutos antes del mitin fue también el encargado de hablar sobre esta polémica con los medios, con palabras muy similares a las pronunciadas en el mitin y una pregunta retórica: "¿Este es el ejemplo de cambio de ciclo que promueve Bildu?".

Apenas unos minutos después, el candidato jeltzale Imanol Pradales tuvo que ser trasladado al Hospital de Cruces tras haber sufrido un ataque con un spray pimienta al salir del mitin en dirección del debate de la ETB y la hasta entonces campaña tranquila tomaba otro vuelo.

La 'no condena' de ETA por parte de Otxandiano ha metido a las asociaciones de víctimas en la campaña, hasta ese momento totalmente fuera del foco. Covite, Fundación Fernando Buesa, AVT... todas han respondido. La asociación que preside Consuelo Ordóñez apuntaba que con sus palabras solo expresa que siguen considerando que el terrorismo fue "necesario, justo y legítimo" aunque ya no hablen de él y que es una muestra de la "fascinación por ETA sigue siendo un elemento fundamental del proyecto político de EH Bildu". En la de Fernando Buesa lamentaban que será imposible avanzar "hacia una verdadera convivencia" mientras en el entorno abertzale no se deslegitime "ética, social y políticamente el terrorismo que ETA ejerció". Y en la AVT insisten en que la izquierda abertzale aún "jalea las libertades de los etarras, les rinde homenaje y no tiene ningún problema en hacerlo públicamente".

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