Sumar
IU replanteará su relación con Sumar después de las europeas: "La fractura ya se ha producido"
El partido debate el próximo jueves si acepta o no concurrir con Sumar a las europeas tras el "desengaño" de la negociación
Algunas voces de la organización apuntan a un "horizonte de ruptura" con Yolanda Díaz una vez termine el ciclo electoral
Ana Cabanillas
Las costuras de Sumar se han tensado como nunca antes. La relación con los partidos aliados pasa por momentos bajos y un año después de su lanzamiento en Magariños, el balance deja mucho que desear para las formaciones que se embarcaron con Yolanda Díaz. Y aunque son varias las organizaciones que ahora miran de reojo a Sumar, el fuerte malestar que existe en Izquierda Unida es, por muchos motivos, el giro más relevante que se produce a la izquierda del PSOE.
El partido, el único de ámbito nacional integrado en la coalición tras la salida de Podemos, se siente especialmente damnificado por la plataforma de Díaz, que la semana pasada les planteó "una propuesta cerrada, sin margen" en las negociaciones para concurrir juntos a las elecciones europeas. El jueves 25 de abril reunirán a su dirección para decidir si aceptar la oferta o concurrir en solitario.
Pero más allá de la decisión que tome, distintas voces del partido apuntan a una "ruptura política y emocional" con la plataforma. La decisión de ir con Sumar a las europeas no es el único debate que atisba la organización, que ya mira al día después de los comicios del 9 de junio para "tomar decisiones" sobre su "relación" con el mismo partido llevan impulsando desde su mismo germen. Algunos llegan a apuntar a un "horizonte de ruptura".
La formación ha mostrado desde los inicios de Sumar gran implicación a la hora de crear la nueva organización. La única condición que puso fue tener representación en las estructuras territoriales de Yolanda Díaz, haciendo valer su peso en lugares como Andalucía, donde IU tiene una importante implantación. La petición llevó a una dura negociación que se saldó con un acuerdo in extremis de cara a la I Asamblea de Sumar del pasado 23 de marzo, por el que Díaz cedía y se avenía a pactar con los actores políticos de cada lugar las direcciones provisionales que luego darían paso a las definitivas.
Aquellas negociaciones fueron intensas y duraron semanas pero, una vez superado el escollo, IU volvió a volcarse en el congreso de Sumar, decidido a continuar apoyando el despliegue organizativo de Yolanda Díaz. Pero la negociación de la candidatura europea ha truncado todas las expectativas y ha marcado un antes y un después. Y lo que antes era un férreo compromiso, ahora se encuentra extremadamente debilitado.
Negociación fallida
Durante semanas estuvieron abiertos los canales de comunicación entre Sumar e IU para la candidatura europea. El partido antes liderado por Alberto Garzón pedía estar entre los tres primeros puestos para asegurarse su representación y verse reconocido tras su implicación en el proyecto. En la lista de Unidas Podemos a las europeas de 2019, IU logró el segundo y el sexto puesto, y logró dos eurodiputados, Sira Rego y Manuel Pineda. Sin embargo, la oferta de Sumar era la del número cinco, por detrás del resto de fuerzas.
Y de ahí no se movió hasta el último día, el jueves de la semana pasada, cuando el partido de Díaz cerró a contrarreloj una cascada de acuerdos en los que dio prioridad a los Comunes (segundo puesto), y a Compromís, al que dio el tercer lugar tras amenazar con ir por separado. A Izquierda Unida le asignaron el cuarto lugar, en unas formas que han generado un "enorme malestar" en las filas de la organización.
"Nos dieron una propuesta cerrada, no había margen", explica un cargo orgánico. "Hay mucho cabreo", admite otro cuadro. Después de recibir la oferta, IU dejó en suspenso el acuerdo y pospuso la decisión al próximo jueves, cuando se decidirá si ir con Sumar a las europeas o concurrir por separado. En IU distintas voces coinciden en que "el ADN del partido es la unidad". Federaciones como IU-Convocatoria por Andalucía se reunieron este mismo miércoles y marcaron posiciones, mostrándose favorables a una candidatura de unidad. Sin embargo, nadie se atreve a adelantar a ciencia cierta el desenlace.
En Izquierda Unida hay quien cree que la negociación de la candidatura europea, más allá del reparto de puestos, retrata un proyecto en el que no se ven representados. "La construcción de la candidatura ha evidenciado la falta de institucionalidad de Sumar", censuran. "No hay órganos, esto es una mesa en la que no sabemos dónde se toman las decisiones". Tres semanas después de la Asamblea de Sumar, hay quien cuestiona la credibilidad de Yolanda Díaz, que defendió la democracia interna. "La verborrea democrática no es creíble".
Distintas voces apuntan a que, una vez pasadas las europeas, "se producirá ese debate" dentro de Izquierda Unida, pero otros deslizan también que la cuestión podría abordarse con el resto de formaciones implicadas, como Más Madrid, Compromís o los Comunes, para tratar de encauzar el espacio de manera conjunta. Una fórmula que ya ensayaron precisamente en la negociación de las europeas, algo que el entorno de Yolanda Díaz recibió con gran malestar, ante la posibilidad de quedar debilitados frente a la unidad del resto de fuerzas.
"La fractura ya se ha producido"
Pero más allá de la decisión del próximo jueves sobre la candidatura europea y de la "responsabilidad" que pueda prevalecer para esta cita electoral, algunos creen que "la fractura ya se ha producido más allá de que vayamos o no juntos a las elecciones". Consideran que "la apuesta por la unidad se ha interpretado como debilidad" por parte de Yolanda Díaz. Afean que "la gestión -con sus aliados- no está siendo buena" y certifican la "ruptura política" con Sumar, que tiene también un componente "emocional". "Nuestra militancia sintonizaba con Yolanda Díaz y ahora está muy enfadada".
Desde el partido advierten de que "se han congelado las relaciones con Sumar" y señalan que hay "muchas dudas", planteando incluso un "horizonte de ruptura". Distintos cargos públicos y orgánicos de la formación apuntan en la misma dirección, y todos coinciden en la misma fecha: "Después del 9 de junio hay que darle una pensada", señala uno de ellos. "Después de Europa veremos qué relaciones tenemos con Sumar", advierte otro.
"Las relaciones serán otras, cada uno por su camino", apunta un tercero. Algunos señalan que, independientemente de que se lleguen a acuerdos con Yolanda Díaz para las citas electorales, la implicación de IU podría verse mucho más limitada en Sumar, renunciando a construir las federaciones territoriales del nuevo partido y reforzando, en su lugar, la organización propia, tras el "desengaño" vivido con la candidatura.
Frentes abiertos
En caso de que IU enfríe su compromiso con Sumar, Yolanda Díaz quedaría sin estructura orgánica en la que apoyarse salvo en bastiones concretos como Madrid o Cataluña. Pero más allá de IU, el resto de formaciones también han vivido fuertes tensiones en los últimos tiempos. Salvo en los Comuns, la formación más privilegiada en Sumar, con representación en todos los espacios -ministerio, portavocía parlamentaria, portavocía del partido y coordinación general de la organización-, los demás partidos también se han distanciado de Yolanda Díaz.
Algunos minoritarios que acudieron a las generales con la papeleta magenta se han distanciado, como Més per Mallorca, que acudirá a las europeas con EH Bildu y ERC, o Drago Canarias, que renunció a concurrir a la cita electoral tras fuertes críticas a Díaz. Compromís ha amenazado con ir por separado en caso de no ocupar puestos de salida y ha limitado su relación con los de Yolanda Díaz a acuerdos electorales, desvinculándose de la construcción del proyecto y renunciando a formar parte de los órganos de Sumar, que tiene reservado un 30% para el resto de partidos.
Más Madrid, que sí es uno de los partidos que se integrarán en los órganos de Sumar, sí ha apoyado el proyecto político desde el principio, pero con una única condición: que no se construyan nuevas estructuras organizativas en la Comunidad de Madrid. Esta exigencia, que ha provocado sonados choques, se reflejó en un acuerdo abierto a interpretaciones, una suerte de "fórmula mixta" donde se abre la puerta a la crteación estructuras conjuntas. A diferencia de Madrid, Sumar sí ha renunciado a cualquier tpo de despliegue orgánico en Cataluña, delegando en los Comunes su representación y despertando también recelos en el partido de Mónica García.
Izquierda Unida era hasta ahora el único partido dispuesto a formar parte y contruir la organización de Sumar, poniendo a su disposición el peso de dos millares de concejales y una férrea red imlitante. "Somos el único partido de Sumar que puede poner interventores en todos los municipos", advierten desde IU. A partir de junio, sin embargo, algunos apuntan a que la alianza podría reducirse a la mera coalición electoral, en una fórmula más parecida a la de Compromís que a la que ahora mantienen.
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