CRISIS DE GOBIERNO

Sumar se aferra a la idea de que Pedro Sánchez evite unas generales con una nueva investidura o una moción de confianza

Unas generales ahora supondrían todo un contratiempo para Yolanda Díaz, que afronta uno de sus peores momentos políticos, tanto a nivel interno como en la coalición

La líder de Sumar cierra filas con el presidente de Gobierno y muestra todo su "apoyo"

La vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz y el técnico de hacienda y escritor, Carlos Cruzado.

La vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz y el técnico de hacienda y escritor, Carlos Cruzado. / Alejandro Martínez Vélez

Sorpresa en Sumar por el inesperado giro de Pedro Sánchez, que este miércoles por la tarde ha suspendido su agenda para "reflexionar" sobre la posibilidad de abandonar la Presidencia del Gobierno a raíz de la investigación judicial abiera a su esposa, Begoña Gómez, por tráfico de influencias. En las filas de Yolanda Díaz la noticia ha sido recibida con estupor, y distintas voces abonan la idea de que Sánchez no convocará elecciones generales, ya sea dando el relevo a otro dirigente socialista en la Presidencia -a través de una nueva sesión de investidura- como la posibilidad de que revalide su cargo a través de una moción de confianza.

El partido de Díaz está en estos momentos en estado de shock. En las primeras horas no hubo respuesta oficial ni reacción alguna por parte de la formación, donde se desconocía la noticia. Pasadas las nueve de la noche, Díaz mostró su apoyo al presidente en un mensaje publicado en las redes sociales, donde también cierra filas con el Gobierno de coalición frente a la "ofensiva de la derecha". En el mismo sentido se expresó el portavoz parlamentario, Iñigo Errejón, que situó el debate entre la derecha o Sánchez: "Lo fundamental es que la ofensiva reaccionaria no puede triunfar", defendió en otro mensaje.

A nivel informal, algunas voces de Sumar apuntan a que las últimas elecciones generales del 23 de julio dejaron unas mayorías parlamentarias que siguen vigentes en el Congreso de los Diputados y que esas mismas mayorías pueden nombrar a otro presidente del Gobierno a través de una nueva sesión de investidura, sin la necesidad de convocar unos nuevos comicios a nivel nacional.

El presidente, apuntan, es elegido en una sesión de investidura gracias a los votos del resto de diputados, y Sánchez podría abandonar su puesto y dejar abierta la puerta a que otro cargo socialista se sometiera a una sesión de investidura con la aritmética actual. Una escenario que baila entre ser una opción real o un mero deseo.

Distintas voces, perteneicentes a distintas corrientes de Sumar, apuntan a que la vía podría ser la moción de confianza. Las actuales mayorías parlamentarias también podrían otorgar de nuevo la confianza a Pedro Sánchez en caso de que optase por esta fórmula; una votación en el Congreso que se plantearía como un plebiscito sobre el actual presidente de Gobierno.

Algunos dirigentes apuntan en este sentido y señalan que podría tratarse de "un botón rojo para activar a sus bases" de cara a las elecciones catalanas del 12 de mayo y a las europeas del 9 de junio. Una manera de lograr un cierre de filas en torno a su figura, que ha sido en los últimos meses cuesitonada a raíz del caso Koldo y los vínculos de Begoña Gómez con algunos empresarios implicados en la trama.

DEBILIDAD DE SUMAR

Unas elecciones generales en estos momentos supondrían todo un golpe para Sumar, que atraviesa su peor momento desde que comenzó su andadura política, con una crisis total tanto a nivel interno como una posición débil en el Gobierno de coalición. El espacio en torno a Díaz está lejos de estar mínimamente cohesionado y la situación con el resto de formaciones aliadas atraviesa también fuertes turbulencias, después de que IU se haya desvinculado del proyecto de Yolanda Díaz, que ha renunciado por ahora a integrar al resto de partidos en su dirección.

El papel de la vicepresidenta del Gobierno también ha quedado fuertemente desgastado por su cuestionado papel dentro de la coalición, donde ha quedado desdibujada frente al PSOE, sin encontar banderas claras para diferenciarse del socio mayoritario de coalición. Este escenario deja a Díaz en una situación de extrema debilidad en caso de tener que enfrentarse de nuevo a las urnas.

A esto se suma el hecho de que Podemos está recortando distancias con Sumar en las últimas encuestas y aliados como IU -en otras legislaturas aliados de Podemos- están distanciándose de Díaz y reclamando reconstruir alianzas con el partido de Irene Montero, que está prevista como candidata a las elecciones europeas pero que podría dar el salto como candidata a las generales en caso de convocarse.

SIN CONVOCATORIA INMEDIATA

En cualquier caso, en caso de celebrarse, la convocatoria no podría ser inmediata. Las Cortes Generales no puden disolverse antes del 29 de mayo -un año tras la anterior disolución- y, desde entonces, deben transcurrir 54 días hasta la celebración de las elecciones.

"Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política", ha defendido el presidente en una carta enviada a la ciudadanía que ha publicado en la red social X. En su carta pública ha anuncaido que el lunes decidirá "si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor". Mientras tanto, Sánchez cancelará su agenda pública.

SESIÓN DE INVESTIDURA

La Constitución establece que, ante la dimisión del Presidente, el Gobierno cesa y se queda en funciones. En el artículo 101 de la Carta Magna consta que "el Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales, en los casos de pérdida de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su Presidente.” De esta manera, el Gobierno quedaría con sus funciones limitadas hasta que el siguiente presidente fuera investido y ratificase o nombrase un nuevo Gobierno.

De esta manera, podría producirse una nueva investidura. El artículo 99 de la Constitución recoge a que el Rey puede proponer a un nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno y convocarse un nuevo Pleno de investidura, donde el candidato tendrá que conseguir en primera votación la mayoría absoluta del Congreso para ser investido, o la mayoría simple en una segunda votación 48 horas después. 

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