Génova ve desgaste de Sánchez "haga lo que haga": moción de confianza o relanzamiento propio

En el PP especulan con lo que ocurrirá el lunes que viene. Nadie tiene certezas y hay distintos puntos de vista. Pero en lo que coinciden, más de 24 horas después de que el presidente del Gobierno hiciera pública su carta asegurando que “reflexiona” sobre si dimitir o no, es que se mantendrá en La Moncloa. Alberto Núñez Feijóo y la plana mayor de la dirección insisten en que no ven posibilidades -por la propia trayectoria política de Pedro Sánchez- de que realmente esté pensando en abandonar la presidencia. 

Se anticipan, eso sí, -lo hizo el propio Feijóo en una comparecencia ante los medios de comunicación en la sede, con cierta solemnidad dirigiéndose a los españoles- a la posibilidad de que anuncie una cuestión de confianza una vez revele, en teoría, que seguirá al frente del Gobierno. 

Esta posibilidad, dicen en Génova, le permitiría exhibir de nuevo su mayoría parlamentaria (dan por hecho que todos los socios independentistas la respaldarían). Sin embargo, en el PP creen que no se conseguiría el objetivo pretendido, que es también un relanzamiento de su imagen personal, tan debilitada por los pactos, por los vaivenes de la legislatura y, sobre todo, por la ‘trama Koldo’ y todas sus derivadas, también la de Begoña Gómez, que acorrala al Ejecutivo.

En el núcleo duro de Feijóo no esconden que no tienen información ni certezas sobre lo que anunciará. Pero también creen que hay “improvisación” por parte del presidente, que siempre juega fuerte, “al despiste”, a generar “tensiones y división”, dicen, pero que en este punto consideran que “se ha podido pasar de frenada”.

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El propio líder del PP aseguró en su comparecencia que si pretendía someterse a esa cuestión de confianza, “se la podía ahorrar”. Daba por hecho los votos suficientes (se necesita según la Constitución una mayoría simple además). Y reiteraba que para el independentismo “no hay mejor negocio” que Sánchez. Los conservadores creen que después del “bochorno internacional” y “el espectáculo adolescente” que ha generado el presidente (son las palabras que empleó el líder de la oposición) “haga lo que haga” le hará sufrir “un desgaste”.

Si se queda en la presidencia anunciando una moción de confianza, consideran, “no serviría de nada” porque la sociedad ya sabe que se sustenta en todos los partidos independentistas “y que por ahora no le han fallado”, dicen en Génova. 

Si apuesta, tras reflexionar, por quedarse apelando a la necesidad de parar las opciones de la derecha y la ultraderecha (como ya decía en la carta) sin más, consideran, “generará incomprensión”, dicen en la dirección nacional, “porque entonces para qué se toma cinco días y deja paralizado al país”. La convicción, eso sí, es que Sánchez busca “un relanzamiento personal” tras acumular una crisis de credibilidad muy dura, algo que le permita pasar página. Recuerdan cómo salió de la secretaria general del PSOE tras negarse a hacer presidente a Mariano Rajoy y cómo resurgió de sus cenizas. 

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En el PP están convencidos de que esta “maniobra” no ha contado con todos los cálculos debidos. Que no le saldrá bien y que, además, abre la puerta a más inestabilidad. Entre otras cosas por haberse planteado “una dimisión en diferido” de la que se han hecho eco todos los medios internacionales de peso creando una fuerte polémica exterior.

A todo esto añaden, sin entrar en muchos detalles, sobre la posibilidad de que existan “otros motivos” que le hacen al presidente “anticiparse” estableciendo un marco “de victimización”. El propio Feijóo mencionó en su intervención las investigaciones sobre el caso Koldo, pero también el caso Pegasus, reactivado desde Francia y que se ha vuelto a reabrir en la Audiencia Nacional por nuevos datos. Los populares creen que ese caso tiene mucha más enjundia de la que se puede esperar y recalcan que “nunca se aclaró nada sobre el espionaje” al móvil y otros dispositivos del presidente. En el equipo de Feijóo inciden en que se trata de un programa controlado por Israel, que atraviesa una fuerte crisis con España por la posición sobre la guerra en Gaza y el reconocimiento unilateral pretendido de Palestina.

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Lo que en la dirección nacional no ponen encima de la mesa, insisten en el entorno de Feijóo, es que realmente se vaya a producir una dimisión de Sánchez que pueda desembocar en una futura convocatoria electoral.

En ningún caso esas elecciones se celebrarían antes del verano porque tiene que pasar un año desde la última disolución de las Cortes para volver a hacer una convocatoria. Pero el presidente en su carta dice con total claridad que lo reflexionará es “si merece la pena” continuar. Podría, en caso de decidir que abandona la presidencia, avanzar una futura convocatoria de elecciones.

En Génova, sin embargo, insisten en que no están preparando “nada” relativo a ese escenario.