Elecciones en Cataluña

Los Comuns resisten y confían en poder ser claves para gobernar en Cataluña con Illa

La candidatura encabezada por Jéssica Albiach baja de ocho a seis diputados pero puede tener la llave de la gobernabilidad

La líder de los Comuns, Jessica Albiach, comparece ante los medios para valorar los resultados obtenidos en las elecciones. / Jordi Cotrina

Gabriel Ubieto

Un peor resultado que hace tres años le puede dar a los Comuns una de las llaves de la gobernabilidad en Cataluña. Una, si bien ni mucho menos la única, ya que el escenario de pactos post electorales ha quedado totalmente abierto. El fracaso del independentismo en las elecciones de este domingo, que pierde por primera vez en más de una década la mayoría de diputados en la cámara catalana, es una buena noticia para la formación liderada por Jéssica Albiach.

Ya que ello era condición ‘sine qua non’ para dejar una rendija abierta al objetivo con el que los Comuns se presentaron a las elecciones: poder participar de un tripartito guiado ya no por el eje nacional, sino por el de izquierdas. No obstante, esa rendija es estrecha y más aún cuando el president saliente y candidato de ERC, Pere Aragonès, ya se ha situado en la oposición en su discurso para valorar los resultados electorales de este domingo.

"La gente progresista de este país espera que nos sentemos", le ha reclamado Albiach tanto a republicanos como a socialistas en su comparecencia. La líder morada ha hecho un llamamiento "a todas las fuerzas de izquierdas" para poder armar un Govern que "responda a las grandes necesidades del país", como la vivienda o los servicios públicos. Algo que, según ha considerado, "solo es posible con un gobierno de izquierdas", no con la "sociovergencia".

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Los Comuns iniciaron la campaña electoral con la máxima pretensión, subieran o bajaran escaños, de ser decisivos y entrar a Govern de la mano del PSC. Y los seis diputados que han obtenido (dos menos que en 2021) -"no es el resultado que esperábamos", ha reconocido Albiach-, les dejan a las puertas de cumplir con dicha meta. Salvador Illa deberá, primero, optar por ello y, segundo, lograr convencer a ERC para descarte el bloqueo y que, de manera más o menos activa, se sume a dicha ecuación. 

Esa hipotética mayoría ha marcado el final de la jornada electoral en el 131 de la calle Marina de Barcelona. Los gritos, ya fueran de alegría o lamento, se han ido sucediendo en la sede de los Comuns a medida que el escrutinio dibujaba como posible la suma de 68 diputados entre PSC, ERC y los morados. Finalmente, como si de una final de infarto se tratase, las urnas han finalizado su conteo y esa hipotética –que ni mucho menos segura- suma será posible. 

Los seis diputados que han obtenido los Comuns les permiten ser decisivos, si bien no se lo aseguran ni mucho menos. Los resultados no han permitido ahuyentar del todo el fantasma de algún tipo de pacto ‘sociovergente’ que pesa sobre los de Albiach y contra el que han cargado duramente durante los últimos días de campaña. Especialmente dada la escasa, cuando no nula, predisposición que ha manifestado ERC en su primera reacción al naufragio que ha vivido este domingo.

La candidatura de Jéssica Albiach ha perdido 16.000 votos respecto a los anteriores comicios, obteniendo un total de 180.000. Su representación queda replegada a la provincia de Barcelona, cediendo el diputado que tenían en Tarragona y quedándose lejos de su ambición de ganar uno por Girona. Los morados han sufrido la hipermovilización del electorado socialista y la presunta concentración del voto progresista en la figura de Salvador Illa, que ha sumado nueve escaños más de los que obtuvo en los anteriores comicios.

Los Comuns han sufrido la concentración de voto del electorado de izquierdas en el candidato socialista, que habría visto disparados sus resultados. El amago de dimisión de Pedro Sánchez durante los primeros compases de la campaña no les benefició, ya que alimentó la polarización del debate entre los socialistas y Puigdemont. La escasa participación, del 58%, que sí les ha beneficiado en otras ocasiones a los de Jéssica Albiach, tampoco ha remado a su favor en esta ocasión.

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Los morados han aplicado la consigna de "resistir es vencer" y han salvado gran parte de los muebles en una campaña marcada por el binomio ‘O Salvador Illa o Cales Puigdemont’. Binomio que ha devorado con mucha mayor intensidad a ERC y que los Comuns han sufrido algo menos. Que las votaciones no hayan acabado dibujando una aritmética parlamentaria totalmente endiablada permite a los de Albiach respirar algo más tranquilos, ya que ante una hipotética repetición electoral esa concentración del voto entre PSC y Junts pudiere haber sido mucho más intensa.

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