Elecciones en Cataluña
La participación en las elecciones catalanas se mantiene en mínimos que no se veían desde 2010
Casi un 58% de la población catalana ha acudido este domingo a los colegios electorales, una tasa 20 puntos inferior a la de los comicios de 2017 y muy similar a la de las elecciones celebradas en pleno Covid
Una mesa electoral de Barcelona inicia el recuento de los votos de las elecciones catalanas. / EFE
Paula Clemente
Sea por los problemas de movilidad que ha ocasionado un robo de cobre en las estaciones de Renfe a primera hora de la mañana, sea por una cuestión de desafección política, las elecciones catalanas del 12 de mayo han terminado con la segunda cifra de participación más baja de los últimos 15 años. Con un 98% del voto escrutado y, muy en línea con los avances de participación que se han ido publicado a mediodía y a media tarde, el 57,9% de la población catalana se ha acercado este domingo a un colegio electoral a depositar su papeleta.
Este porcentaje no se aleja demasiado del que se registró en las últimas elecciones, las de febrero de 2021, cuando se acumulaban cinco comicios consecutivos de participación al alza y se partía de una implicación que había rozado el 80% en la cita electoral inmediatamente anterior. El balance final fue desastroso, con la actividad más baja desde que existen registros (un 51,3%) y una caída de más de 20 puntos respecto a las elecciones inmediatamente anteriores. Claro que, entonces, esta altísima abstención se relacionó con la pandemia.
Visto el balance provisional de las elecciones celebrados tres años más tarde, el problema parece ir más allá. El resultado es apenas seis puntos mayor al de 2021 y está más en línea con las cotas de 2010. Esto se da en un entorno de normalidad en términos sanitarios y en un día que, a grandes rasgos, solo ha podido verse condicionado por la alteración “muy grave” de la circulación de trenes de Renfe, que, a media tarde, aún tenía varias líneas sin circulación.
“Si ha tenido afectación, no parece que haya sido significativa: todo el ámbito de Rodalies, aún más el ámbito R1, sube de participación y mucho más que el resto”, apuntaba, a primera hora de la tarde, en una de sus redes sociales, el exdirector general de Participació Ciutadana i Processos Electorals de la Generalitat, Ismael Peña-López. “Atribuir la baja participación a la avería es, simplemente, inaceptable. Aquí el motivo es claramente otro”, ha lanzado una vez se ha sabido que la participación a las 18h de la tarde era apenas 2 décimas mayor a la de los últimos comicios.
Participación por provincias
Barcelona es la demarcación con la tasa de participación más alta. Han votado 2,3 millones de personas, un 58,5% del total. Esto es el salto más importante en relación a las elecciones de 2021 de las cuatro provincias catalanas (un 7% más de votos que entonces), pero implica, también, que han votado cerca de un millón de personas menos que en los comicios de 2017, cuando se batió el récord de participación.
Lo mismo ocurre en el resto de circunscripciones: Girona suma 299.000 votos, lo que se traduce en una participación del 57%. Esto es un 4% más que en los comicios marcados por el covid, pero un 27% menos que cuando las urnas se pusieron meses después del 1-O. Por su parte, los municipios de la provincia de Lleida registran una participación del 56,4% con 168.500 votos (un 4,5% más que en 2021) y los de Tarragona, del 55%, con 318.600 votos y un avance del 6,6% en comparación con los últimos comicios.
- Cambio de tiempo en Andalucía con lluvias por una vaguada que entra en la península
- Una choza rociera en Bormujos que te deleita con carne a la brasa, churrasco de cerdo y pan de masa madre
- El Correo de Andalucía - Noticias de Andalucía y empresas
- Vuelve el Zoco al Parque María Luisa con más de 50 expositores nuevos
- Cáncer de próstata: los tres síntomas a los que hay que estar atentos
- Una de las grandes diseñadoras de moda flamenca cierra su tienda: aprovecha los descuentos
- La Lotería Nacional toca en Andalucía con el segundo premio
- De abuelo a nieto': así es la taberna histórica del aljarafe que ha cautivado a Sergio Ramos o Roca Rey