Batacazo electoral

Junqueras dejará la presidencia de ERC tras las elecciones europeas

El presidente de ERC abre un "período de reflexión" y no se descarta que opte de nuevo al liderazgo en un congreso en noviembre

Junqueras dejará la Presidencia de ERC tras las europeas aunque deja la puerta abierta a regresar

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

Quim Bertomeu

Giro de guion inesperado. Un día después de anunciar que quería seguir al frente del partido, Oriol Junqueras ha comunicado este miércoles por la tarde a la ejecutiva de ERC que dejará la presidencia tras las elecciones europeas del 9 de junio. En esta misma reunión de la ejecutiva, el partido ha decidido convocar un congreso para el 30 de noviembre para intentar atajar la crisis interna que ha abierto por el batacazo electoral del domingo.

La marcha de Junqueras, sin embargo, podría ser solo temporal. Su intención es dejar la presidencia para "abrir un proceso de reflexión y escucha activa antes de decidir su futuro". Es decir, que se va para rearmarse y calibrar si tiene margen para volver a aspirar a la presidencia del partido en el conclave de noviembre.

Este movimiento de Junqueras se produce después de que su decisión del martes, cuando anunció que quería seguir y liderar la reconstrucción del partido, haya chocado con resistencias internas. La principal, la de quien ha sido en los últimos 13 años su número dos en el partido, la secretaria general Marta Rovira. Ella, a diferencia de Junqueras, fue partidaria desde el primer momento de que, tras el batacazo, los dos optaran por irse.

Así, la decisión de Junqueras de irse tras las europeas debe interpretarse como un intento de evitar un cisma ahora, pero guardándose la carta de volver más adelante. Desde que salió de la prisión con el indulto, su intención ha sido siempre la de seguir liderando el partido para, algún día, tantear si podía volver a ser el candidato a la presidencia de la Generalitat.

Riesgo de cisma

Lo que no está claro es que ERC pueda evitar este cisma. Si Junqueras deja la presidencia pero no descarta volver, Rovira ya ha comunicado que hará todo lo contrario. A través de una carta que se ha hecho pública solo unos minutos después de conocerse la decisión de Junqueras, Rovira ha explicado que ella descarta por completo volver a presentarse a la reelección. "Como militante de base, y por coherencia, he comunicado a los compañeros y compañeras de la dirección nacional que no me presentaré a secretaria general en el próximo congreso nacional", ha expuesto.

En resumen, el partido corre el riesgo de dividirse entre partidarios de la 'vía Junqueras' y los partidarios de la 'vía Rovira'. Los primeros son los que abogarían porque el batacazo electoral del domingo no se traduzca en un cambio radical de liderazgos en el congreso de noviembre. Los segundos, serían los partidarios de la renovación.

La divergencia entre Rovira y Junqueras ya se dio en la primera reunión de la ejecutiva tras la debacle, el lunes, que se convocó para analizar los malos resultados. Según fuentes conocedoras, mientras Junqueras ya dejó entrever que quería seguir, Rovira abogó por una "transición tranquila" de liderazgos. Una forma de sugerir que, aunque no de forma inmediata, tanto ella como Junqueras debían empezar a pensar en hacer las maletas. La tensión que se dibujó el lunes ha acabado estallando este miércoles en una nueva reunión de la dirección de más de cuatro horas.

En el peor momento

Este choque llega en el peor momento para los republicanos, ya que en una semana empieza la campaña electoral de las elecciones europeas. Esto significa que tendrán complicado que el foco no esté puesto más en la situación interna que en la propia contienda electoral. Y a partir de aquí surgen muchas dudas, cómo por ejemplo si Junqueras y Rovira compartirán mítines como sí habían hecho en la campaña de las elecciones catalanas.

Además, los problemas para ERC no acaban en solo en cómo afrontar este debate interno. La situación se le complica porque debe afrontar un segundo debate en paralelo: si acepta negociar con el PSC para desencallar la investidura de Salvador Illa (PSC) o si, por el contrario, se mantiene al margen. Toda esta reflexión tendrá que hacerlo con el partido descabezado -sin Junqueras-, con la secretaria general en situación de interinidad y con su otra cara visible, Pere Aragonès, al borde de dejar la carrera política.

La línea oficial del partido ahora es que no negociará la investidura de Illa y que el PSC tiene que entenderse con Junts. Sin embargo, ya han aparecido algunas voces que no piensan lo mismo. El primero en dar el paso ha sido el exdiputado en el Congreso, Joan Tardà. Ya lleva años alejado de la primera línea política, pero sigue manteniendo ascendencia entre la militancia. Tardà defiende que el republicanismo "no debe caer en la tentación de retirarse a los cuarteles de invierno". Él aboga por una "colaboración" con el PSC en "el marco de una oposición constructiva o de otras fórmulas". Este debate, por lo tanto, también está servido.

Para resolver algunas de las incógnitas, Junqueras comparecerá este jueves a las nueve horas desde la sede del partido. La pregunta del millón es que ha pasado en las 24 horas que van desde que anunció que seguía a que anunció que se iba. La respuesta más plausible es el rechazo interno a su decisión de seguir y es un rechazo que, en 13 años al frente del partido, nunca se había manifestado así.

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