Visita a Madrid del presidente argentino

Los insultos de Milei a Sánchez y su esposa en Madrid provocan un choque sin precedentes entre España y Argentina

Exteriores llama a consultas a la embajadora en Buenos Aires y amenaza con más medidas si el mandatario sudamericano no pide disculpas tras llamar "corrupta" a la mujer del líder del PSOE

Albares acusa a Milei de “insultar a la democracia española” y le exige disculpas públicas

Lucía Feijoo Viera / PI STUDIO

Juan Ruiz Sierra

Javier Milei, el presidente de Argentina, ha llevado a cabo este fin de semana una fugaz y estruendosa visita a Madrid en la que se ha reunido con 16 altos directivos de las principales empresas del país, todos hombres, y ha participado en un acto de Vox. Milei no se ha visto con su homólogo, Pedro Sánchez, pero sí le ha dirigido hirientes palabras en el mitin de la formación de extrema derecha, provocando la salida en tromba del Gobierno, que ha llamado a consultas a la embajadora en Buenos Aires y ha advertido de que tomará más "medidas" si no se disculpa.

"No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucie y se tome cinco días para pensarlo", ha señalado el mandatario argentino durante la convocatoria de Vox, en referencia al amago de dimisión de Sánchez el mes pasado, tras la investigación judicial a su esposa, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias, en un proceso que suscita muchas dudas entre los especialistas en la materia y que los socialistas consideran una “pantomima” propia de la “máquina del fango” que sufren a diario. 

Poco después de que Milei pronunciase estas palabras, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha comparecido en la Moncloa, sin admitir preguntar ni la presencia de periodistas, para condenar un mensaje “gravísimo”, que “no tiene precedentes en las relaciones entre dos países unidos por fuertes lazos de hermandad” y que rompe con “todos los usos diplomáticos y las más elementales reglas de la convivencia”, porque “el respeto mutuo y la no injerencia en asuntos internos son principios de las relaciones internacionales”. 

“Milei ha sido recibido de buena fe para participar en un acto político de la extrema derecha. Se le ha tratado con el respeto y la deferencia debida. Pero ha respondido a esta hospitalidad con un ataque frontal a nuestra democracia, a nuestras instituciones y a España”, ha continuado el titular de Exteriores, que ha evitado concretar en qué consistirían esas “medidas” para “defender la soberanía y dignidad” de España si el presidente argentino no da marcha atrás. 

Los contactos con la oposición

Lo que sí ha explicado Albares es que ha conversado con el comisario europeo de Exteriores, el también español Josep Borrell, quien le ha dicho que considera las palabras de Milei como un “ataque al conjunto de la UE”, y que también ha contactado con los portavoces de los distintos grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados para anticiparles el contenido de su declaración. La “mayoría”, ha señalado el ministro, ha expresado su “apoyo”. Pero no el PP ni Vox. La dirección de los populares ha evitado afear las afirmaciones de Milei. "Nuestra labor es hacer oposición al presidente de España, no al de Argentina", señalan fuentes conservadoras. Podemos también se ha desmarcado.

El PSOE, mientras tanto, ha atacado a Alberto Núñez Feijóo, que tiene numerosos pactos en comunidades autónomas y ayuntamientos con la formación de Santiago Abascal, anfitrión de Milei en Madrid. Los socialistas exigen al líder del PP que condene los “intolerables insultos” de Milei. 

“Estamos deseando ver a todos los patriotas de bien salir a condenarla. Los golpes de pecho, la bandera y las pulseritas, ahora”, señalan fuentes de la dirección del partido que lidera Sánchez, que el sábado se refirió a la visita de Milei a España para participar en un acto de Vox en el que también han estado presentes otros dirigentes ultras como la italiana Giorgia Meloni, la francesa Marine Le Pen y el húngaro Viktor Orbán. Los líderes de la "internacional ultraderechista", dijo Sánchez durante un mitin junto a Salvador Illa en Barcelona, se reúne en Madrid porque España "representa todo lo que ellos detestan y odian".

“La gravedad de las palabras del presidente argentino deberían provocar una reacción inmediata de todos los partidos políticos. El discurso de odio de la internacional ultra no puede quedar impune”, continúan en la ejecutiva del PSOE, en un mensaje al que se ha sumado Félix Bolaños, ministro de Justicia y uno de los colaboradores más cercanos a Sánchez. "La Internacional Ultra en Madrid demuestra que la ultraderecha es igual en todo el mundo: bulos, odio y recortes. Un peligro para la democracia. Sus terminales en España son Vox y el PP más extremista. Por eso fueron a la toma de posesión de Milei y no condenarán sus insultos", ha escrito en X, la antigua Twitter.

“España es un país de progreso, avances sociales y justicia social. Es intolerable que un mandatario extranjero realice estas declaraciones, y que las haga en el marco de una convención ultra del partido que tiene como socio al PP de Alberto Núñez Feijóo en ayuntamientos, comunidades autónomas y estrategia nacional. Esperamos una condena clara y contundente por parte del jefe de la oposición”, concluyen los socialistas. 

Por su parte, el PP ve una estrategia de los socialistas en intentar exarcerbar los exabruptos del dirigente argentino para obtener réditos. Los conservadores se han desmarcado acusando a Sánchez de no dar explicaciones sobre "los casos de supuesta corrupción que afectan a su Gobierno, su partido y entorno personal hace semanas". Sostienen que causan “dudas internas, desconfianza en el extranjero y debilidad” de España en la escena internacional.

El antecedente de Puente

Milei, un histriónico dirigente crecido al calor de los programas de tertulia política que considera que la "Mafia” resulta “preferible” al “Estado”, apenas lleva cinco meses como presidente de Argentina, pero este no es el primer choque con el Gobierno español. A principios de mayo, el ministro de Transportes, Óscar Puente, en unas declaraciones que luego calificó de “error”, vinculó a Milei con la “ingesta de sustancias”. 

Albares acusa a Milei de “insultar a la democracia española” y le exige disculpas públicas

El Ejecutivo del país sudamericano emitió entonces un duro comunicado, que destilaba la retórica de Vox, en el que condenaba las “calumnias e injurias” de Puente. También acusaba a Sánchez de “poner en peligro” tanto la “unidad del Reino”, por sus pactos con los “separatistas”, como la “seguridad de las mujeres españolas”, debido a su actitud “permisiva” con la “inmigración ilegal”.  

Ambos gobiernos dieron poco después por saldado este virulento choque dialéctico, pero la visita de Milei a Madrid ha vuelto a reavivarlo con una inusitada fuerza y consecuencias imprevisibles.