Repercusiones electorales

Sánchez y Feijóo aspiran a que las elecciones europeas sirvan para desgastar al rival

El jefe de la oposición planteó las europeas como un "plebiscito" y el presidente del Gobierno recogió el guante

La movilización es el principal obstáculo para PSOE y PP y ambos se han volcado en activar a su electorado y no dar nada por perdido ni por ganado

Sánchez y Feijóo, el pasado 22 de diciembre en el Congreso de los Diputados. / JOSÉ LUIS ROCA

El endiablado ciclo electoral que comenzó hace poco más de un año con las municipales y autonómicas, de ahí pasó a las generales, las gallegas, las vascas y las catalanas, pone este domingo su punto y final con unos comicios europeos absolutamente dominados por los asuntos domésticos, españoles, sin apenas foco en los comunitarios. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo llegan con sus relaciones aún más deterioradas, enfrentados por la investigación a la mujer del presidente y las relaciones con la ultraderecha, pero ambos dirigentes coinciden en al menos una cosa. Los dos quieren que esta cita con las urnas sirva para acabar políticamente con su rival. 

El PP confiaba a principios de este año, tras su mayoría absoluta en Galicia, en lograr una amplia victoria sobre el PSOE en las europeas, los primeros comicios de ámbito nacional tras la aprobación de la polémica amnistía del 'procés' pactada por Sánchez con ERC y Junts a cambio de su apoyo a la investidura. Los populares hablaban de ocho o incluso diez puntos de diferencia, un resultado que haría insostenible la continuidad del jefe del Ejecutivo. Se trataba, más allá de la elección de los 61 eurodiputados españoles, de un “plebiscito” sobre Sánchez. 

Pero ese feliz escenario se ha ido disipando con el paso de las semanas. Las encuestas del pasado lunes, último día en el que la ley permite publicarlas antes de la cita con las urnas, reflejaron que el PSOE había ido de menos a más y el PP de más a menos. La mayoría de los sondeos concluyeron que la situación se acerca al empate, así que los socialistas han dado la vuelta al mensaje de los conservadores. El “plebiscito”, aseguró el miércoles su cabeza de lista, la vicepresidenta Teresa Ribera, es sobre Feijóo. Porque si el desenlace este domingo no cumple con las expectativas que se había trazado el líder del PP, los principales líderes territoriales de su partido, como la madrileña Isabel Díaz Ayuso y el andaluz Juan Manuel Moreno, pueden empezar a moverle la silla, como hicieron con Pablo Casado en 2022.

La citación judicial

Llamada a formar parte de la nueva Comisión Europea que los distintos gobiernos negociarán y después tendrá que ser avalada por la Eurocámara, Ribera (como Dolors Montserrat, su contraparte en el PP) ha tenido un protagonismo escaso en estas dos semanas. Sánchez, al igual que Feijóo, lo ha copado casi todo durante la agria campaña, que comenzó marcada con el reconocimiento de España al Estado de Palestina y ha acabado con la mujer del jefe del Ejecutivo, Begoña Gómez, en primer plano. 

Este martes, Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, dio a conocer que Gómez había sido citada a declarar el 5 de julio como investigada por presunta corrupción y tráfico de influencias. Ese mismo día, a última hora, Sánchez divulgó una nueva carta a la ciudadanía, un movimiento que ya llevó a cabo hace un mes y medio, cuando trascendió que su esposa estaba siendo investigada. Volvió a defender la inocencia de Gómez en un caso iniciado por Manos Limpias, una organización de extrema derecha, pero a diferencia de la primera misiva no se tomó unos días para decidir si “merece la pena” continuar en el Gobierno ante esta campaña del “fango”. Al contrario. “No me quebrarán”, dejó claro el líder socialista, que al día siguiente apareció en un mitin en Benalmádena (Málaga) junto a su mujer, una incorporación muy inusual. 

En la dirección del PSOE creen que el anuncio en plena campaña de que Gómez había sido citada, cuando el juez todavía tiene que recabar nuevos testimonios y cuenta con un informe de la Guardia Civil que no aprecia indicios de ningún delito, es un movimiento tan “burdo” para “influir” en las elecciones, beneficiando al PP, que tendrá el efecto contrario al buscado: movilizar al electorado progresista. En unos comicios como los europeos, donde la circunscripción es única y la participación suele ser baja, por debajo del 50%, la necesidad de activar a tus votantes es crucial. El PSOE cree que lo está consiguiendo a través de mensajes en los que intenta atraer también a los simpatizantes de Sumar y Podemos, aunque eso profundice en la crisis de los partidos situados a su izquierda. 

Si los socialistas mantienen o superan este domingo el 33% de los votos cosechados en 2019 y quedan por delante o cerca del PP, los colaboradores de Sánchez aseguran que tendrán fuerza de sobra para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado del año que viene. Y entonces, ya no habrá ninguna discusión sobre el futuro de esta compleja legislatura, que en este primer tramo ha estado paralizada por las continuas citas con las urnas. En cualquier caso, la posible salida del presidente no está sobre la mesa. Pase lo que pase, dicen, Sánchez “seguirá en la Moncloa”. 

Un fontanero del PP avisa de que la imagen de "desastre total" puede beneficiar más a Vox y a Alvise que a los populares

Feijóo, mientras tanto, ha ido de más a menos: las expectativas, que el PP actual gestiona mal, empezaron muy altas y se han ido recortando. El jueves, en el mitin de Callao, en el centro de Madrid, el jefe de los populares comenzó a introducir la palabra "empate", para que vaya calando ante la posibilidad de que eso es lo que acabe ocurriendo el domingo por la noche. Ayuso ya dijo en ese acto que no se pueden cometer los "errores" de la campaña de las generales y dar todo por ganado. En el PP de Madrid no se olvidan de la campaña 'Verano azul' del año pasado, cuando el vicesecretario Borja Sémper dio una rueda de prensa descalzo sobre la arena, en una imagen que transmitía relax y poca tensión política.

Vox y Alvise

¿Qué ventaja necesita el PP de Feijóo sobre el PSOE de Sánchez para decir que los españoles han demostrado "su rechazo a este Gobierno" y que el líder del PSOE tiene que convocar elecciones generales ya? No está claro. El partido conservador lleva desde 2018 con muchas sacudidas internas y nadie dentro desea una nueva crisis en estos momentos, si al final no es evidente el castigo a Sánchez tras la ley de amnistía, el 'caso Koldo' y la supuesta corrupción de Gómez, un caso explotado al máximo por el PP esta última semana.

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El riesgo de esta enmienda a la totalidad y de atacar a Sánchez por todos los flancos, admite un veterano fontanero del partido, es que esa imagen de "desastre total del Gobierno" que Feijóo ha trasladado los españoles beneficie más a Vox y al agitador ultra Alvise Pérez que a los propios populares.

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