COMPARECENCIA DE ABASCAL

Vox rompe todos los gobiernos autonómicos con el PP: "Pasamos a la oposición"

Abascal dirige todos sus ataques a Feijóo, al que acusa de pactar con Sánchez y torpedear los gobiernos autonómicos: "No se puede pactar con el que no quiere hacerlo. Lo ha conseguido", dijo ante todos sus líderes regionales que dimitirán

Vox rompe los pactos con el PP en las comunidades autónomas

Agencia ATLAS | Foto: EFE

El órdago se cumplió y hay ruptura total. Vox saldrá de los cinco gobiernos autonómicos que comparte con el PP. Su líder, Santiago Abascal, lo dejó claro en presencia de todos dirigentes regionales, que le acompañaron en una breve comparecencia en la sede nacional del partido en Madrid: "Es imposible pactar con el que no quiere hacerlo. El comité ejecutivo constata que los acuerdos regionales están rotos y acuerda retirar el apoyo parlamentario. Los vicepresidentes anunciarán su dimisión y Vox pasará a la oposición".

Además de salir de los ejecutivos de Castilla y León, Aragón, la Región de Murcia y Comunidad Valenciana, el partido también retira el apoyo que daba a Baleares a pesar de no tener consejeros.

El líder de ultraderecha dirigió todos sus ataques a Alberto Núñez Feijóo, al que acusó de estar apoyando a un Gobierno encabezado "por un autócrata corruptoa, aliado de las peores dictaduras, sometido a Marruecos y con su familia sentada en el banquillo por robar". El líder de Vox insistió en que el PP ha pactado el Consejo General del Poder Judicial, los principales cargos en la Unión Europea, las comisiones en el Congreso y, recientemente, el reparto de menores migrantes en Canarias, lo que ha sido la gota que ha colmado el vaso para su formación. "Feijóo ha creído oportuno pactar permanentemente con el autócrata y, mientras tanto, ha torpedeado todos los acuerdos con Vox en las regiones. Pues lo ha conseguido".

El líder de Vox se centró en la decisión de la conferencia sectorial de Tenerife para justificar la decisión, que ha desencadenado toda la crisis. Abascal ya advirtió el lunes de que sus gobiernos no aceptarían un nuevo reparto de menores migrantes. Lo hizo el lunes por la mañana. Y después de que todas las comunidades del PP aceptaran la distribución de 347 adolescentes y niños -que, en realidad, ya estaba acordada tiempo atrás- el partido ultra advirtió de que habría consecuencias. Y las ha habido.A

Abascal, rodeado de toda su ejecutiva y los vicepresidentes autonómicos -algunos no pudieron esconder caras de cierto disgusto-, volvió a repetir que Feijóo "obligó a sus presidentes a pactar ese reparto de menas ilegales sabiendo que a su socio no le gustaba, no estaba de acuerdo y le ocasionaba una gran preocupación. Lo advertimos por activa y pasiva. Lo hizo condenando a la inseguridad a los españoles, provocando un efecto llamada a la delincuencia y causando un coste económico cada día mayor a todos los españoles".

La reflexión llegó justo después: "Quizás hemos cedido demasiado para salvaguardar esos gobiernos y lo hemos hecho pensando en consolidar la fórmula de una alternativa nacional al Gobierno corrupto", continuó. "Pero es imposible pactar con el que no quiere hacerlo, con el que pretende imponernos unas políticas de fronteras abiertas. Nadie ha votado a Vox y me atrevo a decir que nadie ha votado al Partido Popular para que continúe la invasión de inmigración ilegal", zanjó.

En Vox están convencidos de que el PP no ha calibrado esa decisión y que los electores de la derecha respaldan "el pie en pared" que proclaman sus dirigentes "Si Feijóo quiere estafar a sus electores y seguir aplicando políticas socialistas y globalistas, allá él. Nosotros no vamos a hacerlo", zanjó Abascal.

"Retiramos el apoyo parlamentario a los gobiernos y los vicepresidentes anunciarán su dimisión. Vox pasará a la oposición tan leal como contundente, igual que en el resto de España a los pactos cada vez más habituales entre Sánchez y Feijóo", remató el dirigente de ultraderecha.

La reunión del comité ejecutivo nacional de Vox empezó casi a las siete menos cuarto de la tarde, cuando llegó Juan García-Gallardo, el vicepresidente de Castilla y León, el último de los dirigentes que llegaba en AVE desde Valladolid. Antes de él lo hicieron a cuentagotas el resto de líderes territoriales. Todos entraron directamente al garaje subidos en coches y sin hacer declaraciones.

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