INVESTIDURA EN CATALUÑA

Barones del PSOE presionan a Sánchez para que no imponga el pacto con ERC “sin debate ni consenso”

El mutismo en Ferraz respecto al preacuerdo para la investidura de Salvador Illa eleva la contestación entre dirigentes territoriales que reclaman tener voz y voto

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia el pasado miércoles para hacer balance del curso político.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia el pasado miércoles para hacer balance del curso político. / Eduardo Parra / Europa Press

Más allá del contenido del preacuerdo entre el PSC y ERC, la queja más recurrente en los territorios es la falta de información desde Ferraz y el intento de imponer un apoyo acrítico sin debate previo. Frente a ello, la ejecutiva permanente del partido en Extremadura, que lidera Miguel Ángel Gallardo, acordó el pasado martes solicitar la convocatoria del Consejo de Política Federal, lo que permitiría una reunión de todos los secretarios generales con Pedro Sánchez. Los más críticos reclaman una consulta a las bases a modo de reto, otros entienden que se debe llevar el debate al comité federal, el máximo órgano de decisión entre congresos, y en algunas federaciones avanzan que reunirán a sus ejecutivas regionales a la vuelta del verano para fijar posición.

En caso de fijarse posiciones contrarias, como ya avanzan en Aragón y Castilla-La Mancha, se produciría un choque orgánico con Ferraz, pues la ejecutiva aprobó el pasado martes una resolución de apoyo y el compromiso de hacer “efectivas” las medidas contenidas preacuerdo. La presión por no cerrar en falso el debate, más allá de los diferentes matices de cada territorio, viene también de Asturias y Castilla y León.

La posición marcada por Extremadura es un órdago a Sánchez, pues fuentes regionales del partido reconocen que la potestad para convocar el Consejo de Política Federal es únicamente de Pedro Sánchez. Este órgano lo preside el líder del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, quien también ha recibido la petición realizada por los socialistas extremeños. La convocatoria del comité federal corresponde a la ejecutiva, por lo que hay escepticismo respecto a que se reúna para abordar este asunto.

Sánchez convocó de urgencia y con apenas unas horas de antelación una reunión de la ejecutiva el pasado martes. Un órgano más reducido y compuesto por el núcleo de afines al secretario general. Sin informar sobre el preacuerdo a los territorios ni explicar su contenido, un mutismo que persistía este jueves según mayoría de barones consultados, este órgano de dirección aprobaba una resolución de adhesión. En ella no solo se ratifica el apoyo del PSOE al preacuerdo, sino que se compromete a “hacerlo efectivo”.

La celeridad de la convocatoria obligó a más de la mitad de los miembros de la ejecutiva a seguirla por videoconferencia. La resolución no tuvo ningún voto en contra y solo una abstención. Algo que Pedro Sánchez exhibió frente a las críticas internas para defender que había “unanimidad” en su partido sobre el acuerdo. El intento de desactivar de este modo la contestación interna ha provocado movimientos inusuales en las filas socialistas reclamando más democracia interna. “Lo lógico es que un acuerdo de este calado se comunique a los secretarios generales”, apuntan desde una de las federaciones.

Ni consulta ni comité federal

En Extremadura, tras elevar su petición a Ferraz, lamentan que “todo lo que sabemos es lo que conocemos por los medios”. Al mismo tiempo, insisten en su convencimiento de que la decisión sobre el preacuerdo con ERC “necesita diálogo y consenso”. Preferiblemente, según defienden en la ejecutiva extremeña, en el Consejo de Política Federal porque reúne a todos los secretarios generales y entienden que la financiación compete directamente a las federaciones. “Si el acuerdo es tan solidario y bueno, que se consulte a la militancia”, retan desde una de las federaciones más críticas.

Si el rechazo a la ley de amnistía entre los votantes del PSOE fue mayoritario fuera de Cataluña y Euskadi, según todas las encuestas, en los territorios del interior avisan que el efecto del acuerdo con ERC en materia de financiación puede ser “demoledor” para sus expectativas electorales. Algo que, al contrario de la medida para dar carpetazo judicial al ‘procés’, “afecta a la cartera”. En este sentido, advierten sobre las dificultades para explicarlo y que no sea visto como un “privilegio”. “Hay que hacer mucha pedagogía porque el agravio territorial la derecha lo ha instalado en el relato fuertemente”, reconocen fuentes de la federación andaluza.

Llamadas de Illa

Frente al mutismo de Ferraz, el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, sí está levantando el teléfono para hablar con los barones del PSOE y tratar de tranquilizarlos. A todos ellos les ha pedido un voto de confianza para “pasar de pantalla” en Cataluña con el liderazgo de un nuevo ejecutivo socialista. Unas explicaciones que si bien no han evitado el órdago a Sánchez de algunas federaciones, sí ha suavizado las críticas de algunos secretarios generales. En este sentido, en uno de los territorios con más dudas priorizan que “lo más importante es que cualquier acuerdo será gestionado por Illa y no por un presidente independentista”. Otros dirigentes territoriales ponen el foco en que no es lo mismo un gobierno independentista centrado en leyes de desconexión con el Estado que uno que “hable de financiación con Illa de president”.

En la federación asturiana comparten los argumentos que les trasladan desde el PSC para apostar por una investidura que entierre el 'procés y abrir una nueva etapa política. Con todo, se mantienen firmes al señalar como línea roja cualquier cambio en la financiación que “suponga la ruptura del principio de solidaridad o limite la multilateralidad”, como avisaba este jueves el consejero socialista de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez.

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