El conseller de Interior asegura que los Mossos no preveían el "comportamiento impropio" de Puigdemont

El conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, y la cúpula de los Mossos d'Esquadra -el director general, Pere Ferrer; el comisario jefe, Eduard Sallent; y la comisaria de Prefectura, Rosa Bosch-, han comparecido este viernes en la sede del Departament después de que el expresident Carles Puigdemont reapareciera el jueves en Barcelona, burlando los controles policiales, y después se fugara sin ser interceptado ni detenido.

Elena ha querido arrancado su parlamento defendiendo la "anomalía" de la no aplicación de la ley de amnistía en el caso de Puigdemont, después de que el Tribunal Supremo decidiera no exonerarle por el delito de malversación, pero acto seguido ha querido ser muy crítico con la actitud del expresident, dando por hecho que su único objetivo era "deslegitimar" la investidura de Salvador Illa.

"Las leyes se tienen que cumplir y estas órdenes de detención siguen vigentes [...] Nuestra obligación es cumplir las órdenes judiciales", ha recalcado, insistiendo en que el cuerpo catalán actúa como policía judicial. "Pido que quiten al cuerpo de Mossos del debate y la pugna política. No hacemos ningún favor al país ni a los Mossos", ha reclamado el todavía jefe del Departament, el día mismo día que también se despide del cargo.

"Quiero expresar mi apoyo más sincero y profundo al cuerpo. Es un privilegio ser conseller de Interior", ha declarado, al mismo tiempo que ha querido subrayar que los 18.000 agentes que forman parte de la policía catalana "sirven a ocho millones de catalanes": "No hay agentes buenos o malos".

Con todo, Elena ha reivindicado que el dispositivo diseñado por el cuerpo era "dimensionado", pero ha reconocido que no estaban "preparados" ni habían "previsto" un "comportamiento tan impropio de quién ha sido la máxima autoridad del país", algo que también ha señalado el jefe del cuerpo, que ha sido muy duro con los agentes que ayudaron a Puigdemont a driblar los controles para poder escapar.

Además, Elena ha acusado al líder de Junts de tener la intención de "dinamitar" el pleno de investidura de Illa "porque no gustaba el resultado" y para "dañar al Govern actual" de ERC, con ataques "falsos" sobre el operativo policial, cuyo dispositivo tenía tres objetivos: la detención de Puigdemont, garantizar el desarrollo y la seguridad del pleno del Parlament y también en las movilizaciones antagónicas a las puertas del Parc de la Ciutadella.

"Esto no es liderar, no es construir y no es tener mentalidad de Estado, que es algo mucho más riguroso. A la gente no se la utiliza y a las entidades tampoco", ha añadido: "Basta de engaños y de jugar con sentimientos".

"Yo soy independentista y quiero la independencia de mi nación, y me pregunto, ¿qué suma lo de ayer?, ¿qué agrega?", se ha preguntado de forma retórica, instado a hacer una reflexión al movimiento soberanista, y en especial a Junts, sobre si la reaparición y fuga de Puigdemont ha conseguido generar "más confianzas" y hacer que más gente estuviera "entusiasmada" con el proyecto secesionista, o más bien todo lo contrario. Así, tras despedirse de los Mossos asegurando que es un cuerpo "magnífico", ha acabado concluyendo que, en su opinión, "lo que pasó ayer no suma nada".