Canarias llevará al Gobierno a los tribunales por "dejación de funciones" con los menores migrantes

Ni la gira africana de Pedro Sánchez centrada en la cuestión migratoria ni su reunión previa con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, han servido para rebajar la creciente tensión entre el Ejecutivo central y el canario. Clavijo ha anunciado un “proceso jurídico contra el Estado” tras acusar al Gobierno dejar solo a su territorio ante la situación de los menores migrantes llegados a sus costas. A falta de concretarse los pasos que se prevén adoptar este lunes en el Consejo de Gobierno, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ha desdeñado esta vía tanto en el plano jurídico como en el político.

"En el caso de Canarias, está haciendo dejación de funciones. El Gobierno de España no sé si lo tiene claro o no. Yo sí tengo claro que el Gobierno de España está dejando abandonada a Canarias y eso es algo que hay que transmitir", ha alertado Clavijo en una entrevista en Canarias Radio, la emisora pública autonómica, recogida por EFE. La respuesta de La Moncloa no se ha hecho esperar. Durante una entrevista posterior en RNE, el también líder de los socialistas canarios ha remarcado que la tutela a los menores migrantes es una competencia autonómica, por lo que no cabría un conflicto con el Estado.

Voces del PP ven necesario reconducir la relación con el PNV para desgastar el bloque de Sánchez

El ministro de Política Territorial interpreta que se pretende utilizar la vía judicial con el único fin de atacar políticamente al Gobierno, al mismo tiempo que Coalición Canaria buscaría “proteger a su socio” de coalición. “Quien votó en contra fue el PP”, recordó respecto a la reforma de la ley de extranjería para hacer obligatoria la acogida de los menores migrantes por parte del resto de las comunidades autónomas.

El paso dado por Clavijo va acompañado de un endurecimiento del tono, quien ha advertido que "si no hay lealtad y compromiso, el Gobierno de Canarias se va a poner en su sitio". "Este fin de semana", según ha relatado, "ha habido un antes y un después, con presiones y amenazas del Estado a las ONG para que acogiesen a los menores sin poder garantizarles la debida atención".

Torres ha vuelto a defender la reforma legislativa como el único camino para aliviar una situación que ha calificado de “tremendamente desesperante”. Una opción para la que es imprescindible el apoyo del PP, tanto por aritmética como para hacer efectiva la reforma al gobernar en la mayoría de comunidades autónomas.

Tras la gira africana de Sánchez y su propuesta sobre la migración circular, en Génova ven una rendija para el acercamiento. Los de Alberto Núñez Feijóo creen que hay un cambio en el Ejecutivo que hasta ahora no se había producido: asumir que se debe cortar el flujo migratorio en origen para que las entradas de inmigración irregular desciendan notablemente en España, como están haciendo otros países europeos.

“Mensaje racista” de sectores del PP

Desde el Gobierno insisten en la “mano tendida” para explorar un acuerdo, aunque el titular de Política Territorial ha dejado entrever como cortapisa la presión de sectores del PP para endurecer su discurso sobre migración. Concretamente, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien acusó de un “mensaje sectario y racista” al distinguir "entre unos inmigrantes y otros". Pese a todo, Torres ha reiterado en los micrófonos de RNE que “vamos a intentarlo” porque “dependemos del PP y de su apoyo para que esto se materialice en el día a día”.

El naufragio en el Congreso de la reforma de la ley de extranjería para hacer obligatorio el reparto de los menores migrantes ya generó un cruce de reproches entre el Gobierno central y el canario antes del parón estival. El presidente de Canarias puso entredicho que desde que acordaron el texto de la reforma, “inexplicablemente” el Gobierno no celebrase “ni una reunión” con los grupos que manifestaron su rechazo desde un principio. El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, rechazó por su parte estas acusaciones y ya visibilizó las tensiones al cuestionar que Clavijo “tiene que decidir si ataca a quien lo ha apoyado o si defiende a quien le ha dado la espalda y ha votado no, que es su socio de Gobierno”.