AJUSTADÍSIMA VOTACIÓN

Junts hace descarrilar de nuevo la mayoría de Sánchez en el Congreso y tumba la ley de alquiler de temporada

El partido independentista había anunciado su abstención y obligó a acudir al presidente de Gobierno

La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 11 de septiembre de 2024, en Madrid (España) / Alberto Ortega - Europa Press

Junts exhibe la fuerza de sus siete diputados en el Congreso y hace descarrilar por sorpresa la mayoría parlamentaria que sostiene a Pedro Sánchez en el Gobierno. El partido independentista había anunciado que se abstendría este martes a la ley de alquiler temporal provocando una votación ajustadísima que obligó a todos los miembros del Gobierno a acudir al Hemiciclo a votar, pese a que algunos de ellos como Pedro Sánchez o Yolanda Díaz no lo tenían previsto.

Pero, con el presidente ya presente en Cámara Baja y después de haber confirmado su abstención, los independentistas han optado por cambiar su voto dos minutos antes de la votación y han tumbado la tramitación de la norma, que además había presentado el socio minoritario del Gobierno, Sumar, junto a otros socios de investidura (Podemos, ERC y Bildu).

El resultado previsto en un primer momento, contando con la abstención de los independentistas, era de 172 votos a favor y 171 en contra. Todos los diputados se movilizaron para acudir a votar poco antes de las nueve de la noche. La vicepresidenta segunda incluso acudió a la Cámara con su hija, ante la imprevisión de tener que asistir a la votación. Junts había trasladado tanto a Sumar como a Moncloa que permitiría con su voto la tramitación de la ley de alquiler temporal, que buscaba desincentivar este tipo de arrendamientos para promover el alquiler a largo plazo.

Pero poco antes de la votación, y ya con Sánchez sentado en su escaño, Junts les informó de que cambiaba su voto hacia el 'no', uniendo sus votos a PP, Vox y UPN y resultando la votación final con 178 votos en contra y 172 a favor. Un movimiento que fue una demostración de fuerza en toda regla del peso parlamentario que tienen en l Congreso y toda una amenaza al Gobierno de coalición. Los siete votos de Junts se apartan de la mayoría de investidura una vez más, tras el boicot emprendido por los posconvergentes a Sánchez tras el pacto entre PSOE y ERC para investir a Salvador Illa president de la Generalitat.

Malestar en la coalición

En las filas socialistas hay sorpresa por el giro de guion de Junts. No es la primera vez que el partido de Carles Puigdemont hace evidente la necesidad de Sánchez de contar con sus apoyos, pero sí ha sido la ocasión que más lejos ha llevado su órdago.

Ya en julio, Junts trasladó al Gobierno que permitiría aprobar la senda de déficit que después tumbó en el Congreso. Unió después sus votos al PP para tumbar la ley de extranjería y la semana pasada volvió a abandonar a mayoría de investidura para permitir que el Congreso reconociera a Edmundo González como presidente electo de Venezuela.

En esta ocasión, por el cariz de la norma y el cambio de última hora han sentado especialmente mal, sobre todo en Sumar, el impulsor de la norma. Los ánimos estaban caldeados al concluir la sesión parlamentaria, hacia las nueve de la noche. "No tienen palabra, nos han engañado", defendían diputados de Sumar, que denunciaban que sólo habían informado de su rechazo a su portavoz, Iñigo Errejón, "justo antes de votar". "Han hecho venir al presidente del Gobierno para esto", resumían.

El propio Errejón acusaba a Junts de "incumplir su palabra", antes de relatar la sucesión de acontecimientos. "Teníamos acuerdo con los grupos parlamentarios y los números para acabar con los abusos en el alquiler de temporada. Junts ha llamado 3 minutos antes de la votación para anunciar que cambiaban el sentido de su voto, en contra de lo acordado. Con ello, Junts incumple su palabra y elige a los especuladores", ha denunciado en redes .

El enfado estaba extendido en el resto de socios parlamentarios y otro de los primeros en cargar contra Junts ha sido precisamente ERC, que le han acusado de ir "en contra de la gente y de garantizar una vida digna". “No es normal que un grupo que se llama socialdemócrata no vea la emergencia habitacional. Esto va de dinero, de quién manda, es evidente que son ellos”, defendió la diputada republicana, Pilar Vallugera, al concluir la sesión.

Junts: "Esto es infumable"

Desde Junts defendían al finalizar su sesión su posición, asegurando que la ley de alquiler temporal era "infumable" y asegurando que a tras escuchar el debate, que había concluido cuatro horas antes de la votación, se había decidido la posición. Sobre por qué esperar hasta el último minuto para anunciar su voto definitivo, fuentes de la dirección parlamentaria de Junts aseguraban que "el partido está en Catalunya" y que la formación "debate", tratando así de justificar su cambio de posición.

El secretario general de Junts, Jordi Turrull, explicaba la posición de su partido, argumentando que la abstención de Junts en un primer momento impedía que la norma se tramitara, y argumentaba que habían sido "otros partidos", en referencia al PNV, que finalmente apoyó la medida, habían "cambiado" el escenario. "Junts no será el partido que facilite una ley que invade competencias a Catalunya. Saben que es una línea roja", defendía Turull en un mensaje en las redes sociales.

Ya durante el debate parlamentario de la norma, Junts exhibió una extrema dureza hacia la proposición de ley, y su diputada Marta Madrenas cargó contra la ley de vivienda y defendió que "propuestas como las de hoy solo empeoran la situación, son propuestas populistas que dan esperanzas pero que acaban provocando que cada vez haya menos pisos de alquiler".

La dirigente de Junts criticó también distintos puntos de su articulado. "¿Les parece normal que el inquilino pueda acceder y subarrendar el piso que ha alquilado a otra persona sin el permiso del propietario? ¿Que pueda acordar un alquiler de un inmueble que no es suyo a quien le dé la gana y el propietario tenga que tirar y callar? ¿No ven que esto es un abuso?", censuró.

Cuestionó además que el propietario tenga la "carga de la prueba" frente al inquilino a la hora de acreditar que necesita alquilar por temporada,tal como consta en la proposición de ley. "¿Tendrá que pedir un certificado médico para saber qué necesidad tiene el propietario? ¿El inquilino tiene que tener acceso a datos tan delicados?".

La norma

El texto que decayó este martes es una reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos para equiparar los contratos temporales a los de vivienda habitual y desincentivar su uso, con el objetivo de evitar fraudes que permitan encadenar contratos temporales y sortear así las limitaciones en las subidas de precio que establece la Ley de Vivienda.

Uno de los principales elementos de la ley es que fija que los contratos de temporada no puedan exceder los seis meses, y encadenar más de uno llevaría a regirse por el régimen de alquiler habitual.

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Además, la propuesta establece que en estos contratos temporales el inquilino puede subarrendar la vivienda sin consentimiento del propietario y podrá desistir del contrato de arrendamiento, a partir del mes de la firma del alquiler, sólo comunicándolo con diez días de antelación y sin que pueda aplicársele ningún tipo de penalización. La norma también planteaba limitar la fianza a media mensualidad como máximo, y obligaba al casero a probar la necesidad de la temporalidad del alquiler.

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