ESCALADA GOBIERNO Y OPOSICIÓN

Feijóo intensifica la presión contra Sánchez por Venezuela: "Está comprometido su papel internacional"

El PP apuesta por exhibir ante el resto de socios europeos la "participación" y la "complicidad" del Gobierno en las coacciones a Edmundo González. Entienden que la presencia del embajador junto a los altos cargos de Maduro dentro de la Embajada lo cambia todo

El candidato opositor venezolano Edmundo González (i) se reúne con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso de los Diputados. / ZIPI

El PP acusa abiertamente al Gobierno de Pedro Sánchez de ser "cómplice" del régimen de Nicolás Maduro y de las coacciones denunciadas por Edmundo González Urrutia para poder salir del país. La crisis política de Venezuela se ha convertido también en uno de los principales debates en España con acusaciones muy duras del primer partido de la oposición, que reclama la dimisión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares. En Génova consideran que la fotografía de Jorge y Delcy Rodríguez -los dos puntales de Maduro- en la Embajada española -y en presencia del embajador Ramón Santos- lo cambia todo. 

La presión de los populares se intensificó este jueves e irá a más. El PP ha decidido externalizar la presión hacia el Gobierno, haciendo partícipes al resto de países de la Unión. La resolución que el Parlamento Europeo aprobó con el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo -con menos votos de los esperados por el movimiento de los liberales- fue un trabajo del PP español. La implicación de las instituciones europeas después de que el Congreso también aprobara ese reconocimiento con el PSOE en contra era clave para la estrategia de los conservadores.

Y mientras eso ocurría, la visita de Alberto Núñez Feijóo a Roma -una imagen muy importante junto a Giorgia Meloni- quedó también eclipsada ante las preguntas y afirmaciones del dirigente popular sobre el país latinoamericano. Feijóo incluso aprovechó la presencia del ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, para preguntarse retóricamente si el Gobierno transalpino habría asumido un episodio similar. Lanzó varias preguntas, incluso, poniendo como ejemplo al país anfitrión para evidenciar lo que en Génova ven como un antes y un después.

El PP insiste en que el Gobierno “mintió” al afirmar que no hubo ninguna negociación con el régimen de Maduro para conceder el asilo a Edmundo González. La presencia del embajador español cuando el opositor firmaba los papeles ante los altos cargos del madurismo, insisten, “evidencia” que Exteriores y, por tanto, Sánchez, “lo sabían todo” y permitieron que “el escenario de la coacción” fuera la Embajada. El ministro, sin embargo, lo ha negado tajantemente.

Esa “complicidad” -como dicen en el PP- es la que quieren exhibir al resto de países europeos, convencidos ya en el entorno de Feijóo de que “el papel internacional” de Sánchez “está comprometido”. Los populares reconocen que el perfil exterior del presidente del Gobierno ha sido siempre un síntoma de fortaleza para él. Y un hueso difícil a la hora de hacer oposición. Sin embargo, la gestión de la crisis venezolana, aseguran en el PP, podría ser el primer caso que se haya descontrolado.

Feijóo quiso lanzar ese mensaje ayer desde Roma cuando afirmó que “el Gobierno de mi país ha ido demasiado lejos”. No quiso emplear las palabras que había utilizado Esteban González Pons horas antes, generando un nuevo incendio político con el Gobierno. El eurodiputado aseguró que el Ejecutivo de Sánchez “está implicado” en el “golpe de Estado” de Venezuela.

El líder del PP no replicó esa frase, pero insistió en que Sánchez debe aclarar si la posición de España es “equidistante con la democracia y la dictadura”, “la extorsión o la civilización” y, sobre todo, que el presidente debe dar explicaciones inmediatas sobre lo que ocurrió en la Embajada. “Es inadmisible que se produzcan coacciones en cualquier embajada de España”, repitió Feijóo ante un ministro del Gobierno italiano.

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Incluso algunas voces dentro del partido que estos días se mostraban partidarias de bajar los decibelios en el debate venezolano confiando en que la inflamación podía ser perjudicial para el cambio político, evitaban ayer criticar con claridad las palabras de González Pons. “Ver a nuestro embajador en la foto con Delcy Rodríguez, obligando a Edmundo González a firmar ese papel. Después de que nos hayan dicho que no hubo más que conversaciones técnicas” no puede quedar en nada. Y los mismos dirigentes recalcan que una ministra del Gobierno, Margarita Robles, fue la que también calificó a Venezuela de “dictadura”. “Si unes la línea de puntos aquí ha pasado lo que ha pasado”, resumen en el PP.

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