Illa promete defender "con convicción" la financiación para Cataluña: "No nos darán lecciones los que bajan impuestos"

Un día de nubarrones y lluvioso en la Fiesta de la Rosa de Gavà parece ser el preludio de la que se avecina ante el debate sobre la financiación que el PSOE ha abierto de par en par. Sin embargo, por más chaparrones que se pronostiquen y con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, descolgado a última hora de la convocatoria del PSC, Salvador Illa ha celebrado junto a su militancia que por primera vez acude al gran encuentro del socialismo catalán con el título de president de la Generalitat. Lo ha hecho exhibiendo su "potencia para gobernar" y bajo la proclama de que "Cataluña ha vuelto" con vocación de ejercer de locomotora a escala estatal por más que haya quien se ponga "nervioso".

No ha mencionado directamente la disputa económica, pero se le ha entendido todo cuando ha prometido que se sentará con el resto de autonomías para defender "con convicción y con respeto" su modelo para Cataluña. El mensaje ha sido claro y directo, especialmente, para las comunidades gobernadas por el PP y para Madrid en particular, aunque también hay barones que fruncen el ceño ante la financiación singular pactada entre el PSC y ERC y que, una vez más, Illa se ha comprometido a cumplir. "Cataluña está y estará en la primera línea de solidaridad. Somos poco de dar lecciones, pero tampoco nos las van a dar aquellos que bajando impuestos reclaman más recursos. Eso no es solidaridad, eso es otra cosa", ha sentenciado.

El viernes los presidentes autonómicos empezaron a desfilar por la Moncloa para abordar este asunto con Sánchez. La cita con Illa no está fijada todavía por dificultades para encajar las agendas, pero previsiblemente se producirá en los próximos días con el asunto en el candelero. La misiva de Illa ha tenido también de rebote a ERC como destinataria reafirmando su compromiso con la financiación singular justo el día después de que los republicanos hayan advertido de que los avances en esta cuestión están vinculados al apoyo de los presupuestos catalanes.

El president ha sacado pecho del pacto con el que fue investido y ha reclamado que las políticas de izquierdas son ahora más necesarias que nunca. Ha defendido los acuerdos "audaces" -no siempre cómodos- y las "coaliciones amplias" y de izquierdas que permiten que tanto él como Pedro Sánchez sean presidentes y ejercer de diques de contención a los discursos de odio de la extrema derecha y de la derecha "dubitativa" que no se desmarca de ellos. Pero también ha argumentado que esta cota de poder se ha alcanzado gracias al "trabajo conjunto" entre el PSC y el PSOE.

Hasta ahora, Illa y Sánchez han actuado en simbiosis y priorizan continuar en esa línea por más ampollas que levante el debate sobre la financiación, motivo por el que el también líder de los socialistas catalanes ha pedido a su partido que continúe "fuerte" y que cierre filas. Los frutos de la senda recorrida, con carpetas espinosas como la amnistía de por medio, ha venido a decir, ha dado sus frutos devolviendo al PSC a la Generalitat 14 años después, motivo por el que mantener la cohesión con Ferraz forma parte de su estrategia para lograr la nueva financiación. El congreso del PSOE de finales de noviembre será la primera gran prueba del algodón.

Illa, que se ha defenido como un "humilde representante y un simple sirviente", ha resumido que su objetivo es liderar en Cataluña una "revolución de la normalidad" basada en potenciar los servicios públicos con un gobierno "para todos" actuando desde el "respeto".

La lluvia y la ausencia de Sánchez no han impedido que 10.000 asistentes, según la organización y pese a la lluvia, hayan acudido igualmente a la cita anual en la Pineda de Gavà. Fuentes del partido explican que las condiciones meteorológicas adversas, sumadas a la apretada agenda del presidente del Gobierno -coge un avión esta tarde hacia Nueva York para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas- han sido el motivo por el que ha cancelado su participación en el acto.