El PSOE da por casi perdida la senda de estabilidad y emplea su probable fracaso para desgastar al PP

El PSOE ya da prácticamente por perdida la importante votación del próximo jueves, cuando el Gobierno volverá a someter ante el Congreso la senda de estabilidad y el techo de gasto, un paso previo indispensable para los Presupuestos del año que viene. El motivo de su pesimismo, como casi todo en esta legislatura, se encuentra en Junts per Catalunya, un partido que se ha alejado de Pedro Sánchez desde la investidura de Salvador Illa y la decisión del Tribunal Supremo de no aplicar la amnistía a Carles Puigdemont. Ante estos poco esperanzadores augurios, los socialistas, siempre cuidadosos a la hora de no sublevar a los posconvergentes, se esfuerzan ahora en trasladar al PP la responsabilidad de lo que ocurra. 

“Si el señor [Alberto Núñez] Feijóo vota en contra, es probable que el Gobierno pierda la votación”, ha admitido este lunes la portavoz del PSOE, Esther Peña, insistiendo en la idea que su partido y la Moncloa no deja de lanzar durante los últimos días: si la senda de estabilidad vuelve a ser tumbada, como ocurrió el pasado julio con el voto en contra del PP, Vox y Junts, los Presupuestos se tendrán que elaborar con la senda anterior, que daba para los próximos años casi 12.000 millones de euros menos para comunidades y ayuntamientos. “Me quiero dirigir a los presidentes y alcaldes del PP, pero también a los ciudadanos que votaron a esta opción. ¿Van a permitir que comunidades y ayuntamientos pierdan 12.000 millones de euros solo para que Feijóo gane una votación?”, ha continuado Peña.  

La reunión en Suiza

Mientras tanto, con Junts, admiten fuentes de la dirección del PSOE, no hay ninguna “negociación” en marcha. Tan solo “conversaciones”. Una delegación del PSOE se reunió el viernes pasado en Suiza con Puigdemont, pero el encuentro no fue para nada fructífero, según coinciden socialistas y posconvergentes. Vino a confirmar el mal estado por el que pasan las relaciones entre los dos partidos, que podría extenderse durante meses, complicando o impidiendo la aprobación de los Presupuestos. 

Pero los socialistas ya se ponen la venda en la futura herida: llevan meses argumentando que no sería tan grave prorrogar las actuales cuentas públicas, porque estas ya eran muy “expansivas” y están los fondos europeos para dar más margen de maniobra al Gobierno central. Un adelanto de las generales, pese a las dificultades de la coalición del PSOE y Sumar para sacar adelante sus iniciativas en el Congreso durante esta compleja legislatura, sigue estando oficialmente descartado.   

Los “recortes”

Pero ni el Gobierno ni el PSOE quieren poner el foco en el partido de Puigdemont, cuyo concurso, vía apoyo o abstención, resulta indispensable dada la composición del Congreso. Todos los mensajes se dirigen a culpar a Feijóo. Dos importantes ministros socialistas han orientado también hacia el PP toda la responsabilidad por no aprobarse una nueva senda de estabilidad. Tanto el titular de Transformación Digital, Óscar López, como el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, han cuestionado la oposición “destructiva” del líder del PP porque priorizaría una derrota parlamentaria del Ejecutivo a dotar de más recursos a los territorios donde gobiernan sus barones. Se trataría de más de 12.000 millones de euros menos para gastar en dos ejercicios, como vienen advirtiendo los socialistas. “Resulta absolutamente inconcebible que el PP quiera votar un recorte”, ha lamentado Bolaños esta mañana para concluir que a Feijóo no le “importa perjudicar a los ciudadanos si con ello intenta boicotear la acción del Gobierno”. 

López ha ido un paso más allá para intentar poner en contra de Feijóo a los líderes territoriales del PP. “Espero que las voces del PP que cuestionan esta estrategia destructiva tengan éxito porque sería bueno llegar a acuerdos”, ha apuntado durante una entrevista en TVE. Pero el ministro también ha desdramatizar la posibilidad de una prórroga de las cuentas públicas, escudándose en la marcha de la economía y en que se trataría de seguir con unos Presupuestos “buenos y que aprobó el Gobierno de coalición” en 2023.