El PP salva a sus diputados tras el error con los etarras: "No habrá cabezas de turco, todos somos responsables"

El error parlamentario que el PP cometió al apoyar una reforma legal que permitirá rebajas en las penas de presos de ETA e incluso excarcelaciones es un asunto de alto voltaje dentro del partido. La tensión no ha dejado de crecer internamente -también el malestar entre muchos dirigentes que siguen sin entender cómo pudo ocurrir-. Pero en mitad de la marejada, el portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, mantuvo este martes una reunión con todos sus diputados antes del pleno. Y dejó claro que no habrá señalamientos individuales. 

“Somos responsables todos. Cada uno de los diputados”, recalcó ante el grupo parlamentario casi en pleno. “Nos ha transmitido que no va a haber cabezas de turco porque ha sido un error colectivo, nuestro desde luego, pero también de la Cámara y de todo el proceso”, coinciden distintos diputados. Los tres diputados ponentes de la ley pusieron a disposición del partido el cargo, pero el portavoz se negó a aceptarlo.

Todos los asistentes consultados por este diario coinciden en que nunca habían visto tanta “seriedad” en la cara de Tellado. Aseguran que midió mucho las palabras para no salirse de lo que quería transmitir. También en Génova reconocen que Alberto Núñez Feijóo acudió el lunes al comité de dirección con un “profundo enfado”.

Todavía estaban digiriendo la noticia que publicó ‘El Confidencial’ en la que quedaba claro el error del PP, que también cometieron Vox y UPN. “Feijóo insiste en lo rigurosa que debe ser la labor de oposición. Le obsesionan los papeles, tenerlo todo claro, no cometer errores absurdos”, repiten en la cúpula. Pero este, sin embargo, ha sido uno de los más importantes que ha cometido el grupo parlamentario bajo su mandato.

Los diputados del PP salieron de la reunión con Tellado con la sensación de que la responsabilidad es “compartida” y que no se depurarán responsabilidades. Recalcan que ninguno de los filtros funcionaron: los asesores jurídicos, los ponentes, las asociaciones que suelen fiscalizar la tramitación parlamentaria y dan la voz de alarma… “Nadie dijo ni media palabra en este tiempo”, asegura un diputado veterano. 

"Algo raro en la enmienda de Sumar"

Sin embargo, según afirman distintos dirigentes a este periódico, la diputada María Jesús Moro -que actuó como ponente de la ley en la reunión del 31 de julio en la que se votaron las enmiendas, también la de Sumar que incluía la futura rebaja de penas a los etarras- “sí vio algo raro”. No le correspondía estar allí, pero sustituía a la diputada gallega Ana Vázquez.

De hecho, tal y como relatan diputados a los que les han explicado paso a paso cómo sucedió todo, en esa reunión del 31 de julio en la Comisión de Justicia estaba previsto únicamente que se constituyera la ponencia. Pero finalmente se informó de que se votarían las enmiendas registradas. Varios diputados aseguran que Moro desconfió de la enmienda de Sumar y, de hecho, votó en contra aquel día, pero luego el dictamen de la ley salió adelante y el partido terminó dando luz verde definitiva a la reforma legal en el pleno de septiembre. 

Además, como reconoció el propio Tellado ante los medios de comunicación, todos los esfuerzos del grupo se centraron en las enmiendas de Junts, pensando que buscaban favorecer la situación de Carles Puigdemont.

La enmienda de Sumar, en efecto, solo especificaba “la derogación de la disposición adicional única de la ley orgánica 7/2014” sin mencionar siquiera por encima los efectos que tendría esa eliminación. La disposición adicional se incluyó precisamente bajo el Gobierno de Mariano Rajoy con el único objetivo de que los presos etarras no pudieran beneficiarse del nuevo cómputo más favorable como ocurrirá ahora. 

Aunque algunas miradas se centraron en la diputada Moro por ser la ponente, la mayoría del grupo parlamentario la señala como una de las diputadas “más rigurosas del grupo” y recuerdan que es artífice de pactos muy relevantes como el del Consejo General del Poder Judicial que cerró Esteban González Pons, también de su estricta confianza. La bancada popular no escondía ayer una cierta desolación –especialmente Moro– como se pudo ver a lo largo del pleno.

El desgaste del PP

Feijóo aseguró por la mañana que su partido había cometido un “error injustificable”. Pero Tellado -además de portavoz, de su estricta confianza- quiso dejar claro ante los suyos que no habría represalias.

Ahora toda la acción del PP está centrada en presionar al Gobierno y darle la vuelta a un relato que es letal para los conservadores. El fallo no es un asunto más internamente. Que un descuido parlamentario sea beneficioso para los presos de ETA ataca directamente a los pilares del partido. Algunos dirigentes no esconden que, en parte, "les ha salvado que Vox cometiera el mismo error".

El PP lleva horas de fuerte desagaste y ahora lucha por dejar claro que "el verdadero responsable" de la reforma legal es el Gobierno, que podría retirar el proyecto de ley y evitar que esa disposición adicional quede derogada. Cuca Gamarra llamó sin éxito a Félix Bolaños para pedir al ministro directamente que diera marcha atrás. El Ejecutivo se limita a criticar "el cambio de opinión" de los conservadores, que no dijeron nada en la tramitación parlamentaria y ahora exigen al ministro que recule.

Pero en el PP insisten: cuando pasen los días y quede asumido el error, lo que la opinión pública verá es que "algunos intentamos enmendarlo y otros, el Gobierno, siguieron adelante porque forma parte de su acuerdo con EH Bildu".