INVESTIGACIÓN JUDICIAL

Moncloa trata de blindar a Sánchez del caso Koldo y sitúa un cortafuegos en Ábalos

El jefe del Ejecutivo admite ahora que supo con antelación del viaje de la vicepresidenta de Venezuela a España y descarga todas las responsabilidades en el exministro y exsecretario de Organización del PSOE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al exministro de Fomento, José Luis Ábalos, durante una reunión en Ferraz para preparar el congreso federal del PSOE en 2021.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al exministro de Fomento, José Luis Ábalos, durante una reunión en Ferraz para preparar el congreso federal del PSOE en 2021. / Jesús Hellín / Europa Press

Más indignación que sorpresa, pero con la “tranquilidad” de que se actuó con determinación. En Moncloa tratan de hacer control de daños por el caso Koldo y limitar cualquier implicación en la trama corrupta al exministro José Luis Ábalos, a quien ya se le pidió su acta el pasado mes de marzo y se le abrió expediente de expulsión en el PSOE. Tras apartarlo, fuentes del Ejecutivo recuerdan que también se promovió la comisión de investigación en el Congreso. A partir de ahí, entienden que ya es trabajo de la justicia dilucidar responsabilidades penales para que “quien la haga la pague”.

No se trata solo de blindar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sino también a otros ministerios y expresidentes autonómicos con los que la trama quería hacer negocios. Para ello, además de intentar diferenciarse de otros gobiernos anteriores apelando a la firmeza antes incluso de una imputación, lo primero son las explicaciones. El propio Sánchez quiso darles este viernes, convirtiendo una declaración institucional tras reunirse con el Papa Francisco en el Vaticano en una atención a medios. Sobre su autorización a Ábalos para reunirse con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en la escala que realizó en España en enero de 2020, como consta en el informe de la UCO, Sánchez reconoció que “me informó de esta visita privada”.

Acto seguido justificó que “cuando el Gobierno se percató de que había sanciones individuales a la vicepresidenta, efectivamente se canceló esa visita”. Según las capturas de pantalla de los mensajes que se aportan en el informe, la autorización se produjo cuatro días antes al responder con un “bien” a las indicaciones de Ábalos sobre sus las gestiones para el encuentro privado. Una contestación “bastante estándar”, según defendió el ministro de Transportes, Óscar Puente, para quitarle peso.

En el Ejecutivo argumentan que Sánchez no fue consciente en ese momento de las sanciones que pesaban sobre la vicepresidenta de Venezuela para no pisar suelo europeo. También que entendía que las gestiones se referían a cuestiones que afectaban a intereses de empresas españolas. Ábalos acudió al encuentro con el comisionista de la trama ahora en prisión, Víctor de Aldama, quien a juicio de la Guardia Civil ejercía "de interlocutor entre España y Venezuela".

Rescate de Globalia

Ni el presidente del Gobierno autorizó finalmente la reunión ni hubo visita oficial, según zanjan los colaboradores de Sánchez. Sí conceden que el avión en el que viajaba aterrizó en Barajas, pero lo achacan a que la tripulación debía descansar. Ante las revelaciones del informe de la UCO entregado al juez de la Audiencia Nacional que investiga caso, se busca descargar toda la responsabilidad sobre el exministro y exsecretario de Organización del PSOE, si bien ahora se admite que fue informado previamente. Un extremo del que no se dio cuenta cuando salieron a la luz estas informaciones.

Sobre el rescate a Air Europa, en el que según la Guardia Civil influyó el cabecilla de la trama, en Moncloa se ciñen a que durante la pandemia se buscó rescatar a hasta 30 compañías y que con ello se habrían salvado miles de puestos de trabajo. Nuevamente, se desvinculan en este punto de la relación que pudiese tener Ábalos y su asesor, Koldo García, con el comisionista.

“Tolerancia cero”

El cortafuegos sobre Ábalos se colocó ya hace ocho meses al expulsarlo del grupo parlamentario y abrirle expediente para darlo de baja de militancia en el PSOE. Ahora se intenta redoblar para evitar que se extienda la sombra de sospecha sobre el resto del Ejecutivo o el presidente del Gobierno. Tampoco ‘in vigilando’. “Se actuó con celeridad y contundencia”, repiten desde Moncloa aun con el mensaje de “tolerancia cero”.

El propio Sánchez insistía este viernes desde Roma que “a diferencia de épocas pasadas, si hay casos de corrupción, no habrá impunidad”. “Absoluta contundencia en cualquier atisbo de caso de corrupción que se haya podido producir y absoluta colaboración con la justicia y las fuerzas de seguridad”, subrayaba en su primera declaración tras revelarse las pesquisas de la Guardia Civil que cercan al exministro de Transportes. Todos los miembros del Gobierno siguieron esta misma línea y hasta el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero se pronunció sobre el caso Koldo para acotarlo a Ábalos y negar que "en absoluto" vaya a salpicar al presidente del Gobierno. De ahí que valorase la rápida reacción del partido al apartar al exministro y "marcar diferencia" con otros escándalos de Ejecutivos anteriores.