GOBIERNO DE COALICIÓN

El caso Errejón abre un nuevo frente a Sánchez por la debilidad de Sumar y la guerra abierta con Podemos

La salida del exportavoz es el enésimo revés para el partido de Yolanda Díaz, que debe afrontar una nueva crisis para buscar susituto

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Sara Fernández

A Pedro Sánchez se le multiplican los frentes. A la tormenta judicial por el caso Ábalos o el caso Begoña Gómez y la ya de por sí debilidad parlamentaria, que mantiene los Presupuestos en el aire, se le suma una brecha inesperada en el espacio a su izquierda. Los socialistas no han escondido su preocupación por la dimisión del portavoz del Sumar, Íñigo Errejón, fruto de las explicaciones que pidió su organización tras las denuncias anónimas de acoso sexual.

La salida de Errejón, que era junto a Yolanda Díaz uno de los pocos referentes visibles del espacio político, sumerge a Sumar en su enésimo revés y abre una nueva crisis en sus filas cuando aún se estaba reponiendo de la dimisión de Díaz, que en junio abandonó el liderazgo del partido que ella misma había fundado.

El vaciamiento de Sumar y su creciente debilidad también contamina la relación con los partidos aliados de izquierdas, que reclaman aumentar su peso frente a una opción política que se ha descapitalizado. El asiento vacío que deja Errejón en la Portavocía del Congreso también avanza una pugna entre los distintos partidos por ocupar ese lugar y cobrar el protagonismo que hasta ahora se había cedido a Díaz y los suyos.

Una elección que los partidos de Sumar ya reclaman en privado elegir "por consenso", evitando que Díaz vuelva a tener mando único en este tipo de decisiones. Las nuevas tensiones que amenazan con volver a emerger llegan en un momento especialmente delicado para la izquierda, donde Podemos ha abierto una guerra de desgaste contra el PSOE, en su intento por ganarle terreno a Sumar en el carril izquierdo de los socialistas.

Más allá del efecto en la coalición de Gobierno por la inestabilidad sobrevenida en el socio minoritario tras la renuncia de una de sus principales caras visibles, el riesgo principal viene por la pugna entre Sumar y Podemos por el espacio a la izquierda del PSOE. Una batalla que replantea la relación con los socialistas, en el marco de una espiral ascendente para endurecer sus posiciones contra el Gobierno, y después de que los morados hayan elevado su precio para los presupuestos. Las reacciones de unos y otros sobre el caso de Errejón fueron especialmente simbólicas. Mientras Pedro Sánchez cerró filas y mostró apoyo expreso a Yolanda Díaz y Sumar, los morados no tardaron en demandar explicaciones a Errejón tras vincular directamente su dimisión a un supuesto caso de “violencia sexual”.

"Ansiedad por protagonismo"

Fuentes de Moncloa definían esta espiral competitiva como una “ansiedad por ser protagonistas” en el espacio político a su izquierda. El temor es que esta pugna derive en posiciones de bloqueo, con Podemos tratando de recuperar autoridad en este espacio desde posiciones más rupturistas. Ante ello, Sumar ha entrado en la carrera por marcar propio frente al PSOE. Esta misma semana hicieron pinza con el PP para que el Gobierno tenga que pedir autorización al Congreso antes de enviar armas al extranjero y dejaron sola a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, durante su comparecencia en el pleno. 

La dimisión de Errejón y la investigación interna por un asunto especialmente sensible para su electorado no ayuda a proteger su espacio frente a los morados. Menos todavía la bandera del feminismo. La exministra de Igualdad, Irene Montero, apuntaba a través de las red social X sin dejar espacio para la ambigüedad que "ante cualquier caso de violencia sexual” lo primero son las víctimas. Sin mencionar directamente a Sumar, Montero argumentaba que "acabar con la impunidad y romper el silencio no es fácil porque hasta ahora demasiadas veces se protegía al hombre con poder". 

El temor en el PSOE es que esta batalla, acrecentada al calor de la dimisión de Errejón, se convierta en un juego de suma cero a su izquierda. Los socialistas necesitan tanto a Sumar, socios de coalición, como a los diputados morados para asegurar las mayorías parlamentarias. Sobre el apoyo de Podemos empiezan a dudar tras trasladar dos exigencias para apoyar los Presupuestos que tildan de “inviables”. 

La obligación a los propietarios de rebajar en un 40% los alquileres la ven incluso inconstitucional, mientras que la ruptura de relaciones con Israel la consideran incompatible con la autonomía de Pedro Sánchez en política exterior. La subida del precio para sus apoyos comienza entre ministros socialistas como una estrategia para posicionarse ante una hipotética debacle de la legislatura. 

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“Piensan que no habrá Presupuestos y como las novias despechadas antes de que me dejes tú te dejo yo”, resumen gráficamente un miembro del Gobierno. Frente a ello, afea que “se equivocan de diagnóstico” porque confían en estabilizar la legislatura sacando adelante la negociación de las cuentas públicas.

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