DIMISIÓN EN SUMAR

Así se fraguó la caída de Íñigo Errejón: una llamada con Yolanda Díaz y ningún desmentido

Los nervios comenzaron el martes con la publicación de algunos testimonios, y la olla a presión estalló el miércoles noche

El portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, en una rueda de prensa en el Congreso, el pasado junio. / José Luis Roca

La salida de la política de Iñigo Errejón este jueves llegó para el público general de una manera inesperada, casi por sorpresa. Pero su figura llevaba ya horas en duda dentro del partido. Los testimonios publicados por la periodista Cristina Fallarás, con denuncias anónimas de trato sexual degradante por parte del portavoz de Sumar, fueron circulando en las redes y en los chats del grupo parlamentario de Sumar. La publicación cogió vuelo, y los nervios fueron en aumento en las horas previas a la dimisión. Este mismo miércoles, horas antes del anuncio, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, mantuvo una conversación telefónica con Iñigo Errejón. Una conversación que habría sido clave en su posterior caída.

Poco después de la dimisión, Sumar lanzó un comunicado oficial anunciando la apertura de un proceso de investigación sobre estas "informaciones" publicadas de manera anónima en las redes. Unas pesquisas que comenzaron el mismo miércoles, cuando el partido se puso en contacto con el portavoz parlamentario a distintos niveles para interesarse por esas acusaciones. Los nervios ya estaban patentes en el Pleno del miércoles en el Congreso, donde compareció la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez. Al final de la sesión, a media tarde, el propio Errejón ofreció declaraciones en el pasillo a los medios de comunicación. Visiblemente inquieto, el diputado se enfrentó a la que, sin saberlo todavía, iba a ser su última intervención como portavoz de Sumar. Un puesto que supuso una segunda oportunidad en su vida política tras su caída en desgracia en Podemos y su salida en 2019.

Este mismo miércoles, al hilo de la denuncia anónima compartida en redes, fue la propia Yolanda Díaz la que contactó con Errejón para preguntarle el alcance de esas acusaciones, en una charla donde el portavoz no desmintió los hechos descritos por la víctima anónima, que le acusaba de "maltrato psicológico" y de hacer "luz de gas", con comportamientos manipuladores y sexualmente vejatorios. Al hilo de la conversación, Díaz evitó darle ningún respaldo. Ya estaba convencida de que el dirigente no podía continuar en el cargo. También la secretaria de Organización de Movimiento Sumar, Lara Hernández, le llamó este miércoles para recabar información sobre lo ocurrido. En este proceso, según dijo después Sumar, el ya exportavoz admitió "comportamientos machistas".

A última hora del miércoles, en Sumar ya eran conscientes de que la situación era insostenible, y que el dirigente tendría que dimitir. El asunto se abordó también en los grupos de otros partidos integrados en la coalición parlamentaria de izquierdas, como Izquierda Unida o Más Madrid. La difusa frontera entre comportamientos poco ejemplares y un delito de acoso sexual o de maltrato fue uno de los asuntos de debate entre las filas. Pero en la cúpula de Sumar la posición ya había cristalizado. El partido de Mónica García intentó tras la salida apuntarse el tanto, asegurando que pidió a Sumar su salida tras conocerse la denuncia en redes.

"Hechos moralmente reprobables"

Fue el jueves por la mañana, en una reunión de urgencia de la ejecutiva a raíz de este asunto, cuando Errejón anunció oficialmente su dimisión de todos los cargos institucionales y orgánicos, sin que nadie se opusiera a su decisión. Una decisión que, según apuntó después Yolanda Díaz, fue "resultado" de la investigación realizada por el partido.

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Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

A última hora del jueves, la responsable de Comunicación de Sumar, Elisabeth Duval, aseguró que el propio implicado había admitido los hechos: "Errejón ha reconocido comportamientos machistas en el procedimiento", defendió en los micrófonos de la Cadena Ser. "Unos hechos moralmente reprobables que no tienen cabida dentro de una formación que se considera feminista", aseguró la dirigente, que insistió en que fue el partido quien "pidió esas explicaciones, que han desembocado en que hoy dejara la formación". Preguntada por si Sumar empujó a la dimisión del dirigente, Duval ha venido a confirmar este extremo: "Consideramos que esos comprotamientos eran intolerables y vistas las implicaciones y los hechos que reconocía, no quedaba otra opción".

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En el comunicado de Errejón en que anunciaba su salida, el hasta ahora portavoz de Sumar evitaba desmentir en término alguno las acusaciones que se habían vertido sobre él, llegando a razonarlas en algún punto como una consecuencia del "desgate" sufrido su "estructura afectiva y emocional" por estar en "primera línea de la política". Admitía que su posición pública le había llevado a "una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros". Algo que, argumentó, generaba una "subjetividad tóxica" que "el patriarcado multiplica" en el caso de los hombres, en el caso de las "relaciones afectivas". Errejón cerraba la carta despidiendo "la etapa más importante de mi vida", poniendo en valor los "aciertos de los que estoy orgulloso", pero también haciendo una simbólica mención a los "errores que espero contribuir a reparar con esta decisión".

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