El futuro de la legislatura

Sánchez se apoya en la DANA para atar el aval de los socios a los Presupuestos

El jefe del Ejecutivo busca convencer a los grupos de la absoluta “necesidad” de aprobar las cuentas tras el dramático temporal

La Moncloa evita oficialmente hacer cábalas sobre la iniciativa que blindaría el mandato del presidente, pero anticipa que ahora los socios pondrán menos escollos

Pedro Sánchez, el pasado martes en el palacio de La Moncloa. / JOSÉ LUIS ROCA

El Gobierno presentaba hasta hace dos semanas los Presupuestos Generales del Estado como una iniciativa cuya aprobación resultaba “necesaria”, pero tampoco tanto. La continuidad de los fondos europeos y el carácter “expansivo” de las cuentas públicas que están en vigor, las de 2022, hacían que el probable fracaso del proyecto presupuestario no se viviese como un drama en la Moncloa. Y en cualquier caso, continuaban en el Ejecutivo, Pedro Sánchez pensaba continuar pasara lo que pasara, cerrando la puerta a un hipotético adelanto electoral. Ante este relato, los aliados del Ejecutivo interpretaban las cuentas del año que viene más que nada como una vía para salvar a Sánchez: si salían aprobadas, el presidente podría culminar esta compleja legislatura sin ningún problema. Pero el escenario ha cambiado por completo tras el catastrófico temporal que ha provocado 223 fallecidos, 215 de ellos en la provincia de Valencia, que ahora se tendrá que reconstruir.

La sensación de que bajo estas dramáticas circunstancias no resultará tan difícil sacar adelante los Presupuestos empieza a instalarse en el Gobierno y el PSOE. “El debate político es ahora más sencillo”, señala un relevante diputado socialista. Oficialmente, sin embargo, en la Moncloa evitan hacer cualquier tipo de cábala sobre el futuro de las cuentas, volcados como están en la respuesta a la DANA, con Sánchez presidiendo cada día las reuniones del comité de crisis y encargándose él mismo de comparecer para comunicar las iniciativas aprobadas por el Consejo de Ministros. Lo hizo el pasado martes, en un gesto poco común, cuando el Ejecutivo aprobó el primer paquete de ayudas a los afectados (10.600 millones de euros) y quizá lo haga otra vez este lunes, día en el que la Moncloa dará luz verde a un nuevo conjunto de medidas.

Su validación por el Congreso está garantizada, ya que el PP ha adelantado que apoyará los reales decretos. Pero el Gobierno también diseña una serie de iniciativas a medio y largo plazo para las que no solo bastan los fondos europeos y de contingencia, sino que requieren también de unos Presupuestos pensados para esta coyuntura. 

Los socialistas anticipan que el principal "problema" para aprobar el proyecto no será Junts, sino Podemos

El propio Sánchez lo dijo durante la rueda de prensa del pasado martes. “Necesitaremos unos nuevos Presupuestos. Si había alguna razón para aprobarlos antes de esta DANA y las terribles tragedias que está acarreando en todos los ámbitos, si antes decía que no iba a eludir mi responsabilidad de presentar unas cuentas públicas, ahora esa responsabilidad se multiplica hasta unos límites colosales. Vamos a ofrecer a todos los grupos parlamentarios un nuevo marco presupuestario. Espero que podamos tener el respaldo mayoritario de la Cámara para poder tener unos Presupuestos hoy aún más necesarios que ayer”, explicó el jefe del Ejecutivo. 

Primero, la senda de déficit

Los socialistas se volcarán a partir de ahora en transmitir estos argumentos a la inestable mayoría parlamentaria que hizo posible la investidura de Sánchez hace un año. Varios colaboradores del presidente anticipan que esta vez los grupos pondrán menos escollos a la hora de apoyar las cuentas públicas. La negociación de verdad aún no ha empezado, pero se presenta inminente. Primero, con la hipotética aprobación de la senda de déficit, cuya votación en el Congreso Sánchez decidió retirar a última hora a finales de septiembre al concluir que la iniciativa estaba abocada al fracaso. Y después, con los Presupuestos en sí mismos, a través de unas conversaciones con los distintos partidos que no comenzarán a fondo hasta que ERC no decida su nuevo liderazgo en su congreso, fijado para el 30 de noviembre, una vez que Junts ya ha resuelto su futuro, con Carles Puigdemont asumiendo la presidencia del partido en el cónclave que tuvo lugar el mes pasado. 

La tesis más extendida en el PSOE retrataba hasta hace poco a los posconvergentes como los menos interesados en aprobar las cuentas. Ahora ya no. El “principal problema”, explican en el grupo parlamentario, es Podemos. Los morados ponen como condiciones para apoyar los Presupuestos la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel y bajar por ley los alquileres un 40%, medidas que el Ejecutivo asegura no contemplar. Al mismo tiempo, su antiguo líder, Pablo Iglesias, hoy reconvertido en tertuliano y director de un canal de televisión, “no para de lanzar la idea de que el PSOE y el PP son básicamente lo mismo”, señala un diputado. Aun así, un miembro del Gobierno cree que Podemos no puede permitirse tumbar las cuentas del año que viene, y menos en estas circunstancias, si los socialistas ya han conseguido pactos con el resto de la mayoría de la investidura. 

Pulsa para ver más contenido para ti

Todo continúa muy abierto en una legislatura que en apenas 12 meses ha sido abundante en giros de guion. Pero ahora los socialistas creen estar más cerca de los Presupuestos, el proyecto que permitirá abordar a fondo las consecuencias de la mortal gota fría y, de paso, afianzar el mandato de Sánchez, despejando cualquier duda sobre su futuro hasta 2027, cuando se convocarán elecciones generales si no hay anticipo. “No lo habrá”, insisten en la Moncloa. 

Pulsa para ver más contenido para ti