El rector de la Complutense justifica su asistencia a La Moncloa porque la universidad estaba cerrada por la pandemia

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache, no ha eludido las preguntas de los diputados de la comisión de investigación que ha arrancado este miércoles en la Asamblea de Madrid sobre el caso Begoña Gómez, pese a su condición de investigado en la causa que instruye el juez Juan Carlos Peinado.

Preguntado por la diputada del PP Mercedes Zarzalejo, ha reconocido que acudió a Moncloa en julio de 2020 a petición de la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, si bien la razón de elegir dicho lugar fue porque las instalaciones universitarias se encontraban cerradas por "seguridad biológica", ya que la situación era la de postconfinamiento por la pandemia de covid.

El principal responsable de la Complutense ha señalado que fue la secretaria de Gómez la que llamó a su secretaria para fijar el encuentro, que en principio no iba destinado a tratar sobre la cátedra de Transformación Social Competitiva que después codirigió la esposa de Sánchez. Lo previsto era tratar temas como la potenciación de la formación continuada y hablar de una asociación de mujeres relacionadas con la actividad de la convocante en la universidad, pero en el transcurso de la conversación "sacó el tema de la cátedra". 

"Le dije que si había instituciones interesadas y la propuesta cumplía la normativa, al tratarse de un tema como es la transformación social, para nosotros era interesante" ha explicado. En todo caso, a preguntas del PP ha negado que la cátedra tuviera carácter excepcional por estar relacionada con la mujer del presidente del Gobierno y ha añadido que la cátedra "no se crea con Begoña Gómez", sino con Reale Seguros y Fundación La Caixa, que eran las instituciones interesadas. Un poco más tarde, y a preguntas del grupo socialista ha aclarado que Gómez "es la señora que facilitó el contacto" con estas dos instituciones.

Gestión de la cátedra, "no labor docente"

La comparecencia de Goyache ha comenzado después de que Begoña Gómez haya participado en la misma comisión, donde ha rechazado responder a las preguntas de los diputados pero sí ha hecho una breve intervención en la que ha explicado su relación de doce años con la UCM y ha defendido su actividad frente al "objetivo político" de esta comisión.

El rector de la universidad ha llegado con las respuestas preparadas, con pleno conocimiento de las cuestiones a las que iba a enfrentarse. A preguntas de Zarzajelo, ha confirmado que el resto de los codirectores de las más de 50 cátedras extraordinarias que se imparten en la UCM tienen un perfil distinto al de Begoña Gómez, que no tiene titulación superior. “Hasta donde hemos podido indagar, que yo sepa no", ha apuntado, pero también ha explicado más tarde a Vox que los codirectores de las cátedras "no tienen una labor docente" sino de "gestión", y por tanto, "no se exige titulación para la actividad docente reglada".

Sobre las dudas acerca de la formación de Begoña Gómez, el rector ha reiterado, tanto a PP y Vox, que la nombraron codirectora de la cátedra porque así lo propuso la comisión competente en la universidad. Ante las críticas de los populares porque la compareciente dirige un curso sin tener la titulación suficiente siquiera para asistir a su propio curso, Goyache ha apuntado que creía que "era licenciada" pero explicado que en los másteres "se admiten estudiantes por su trayectoria profesional, se hacen excepciones" aunque no tengan la titulación. Igualmente, ha justificado que Begoña Gómez pasara el cobro de determinados gastos personales a cargo de los fondos de la cátedra, como ha preguntado el PP, ya que existen "gastos de protocolo y puede ser normal".

Ha asegurado que no sabe si existió el software por el que Begoña Gómez está siendo investigada por Peinado, y aunque en un primer momento ha llegado a negar la existencia de una apropiación indebida al respecto después Goyache ha confesado que se le había "ido un poco la lengua" y que prefería guardar silencio sobre este asunto precisamente por tratarse de un asunto sometido a análisis por la justicia. También ha reconocido que sigue pensando la Complutense está molesta por verse inmersa en una guerra política, tal y como señaló recientemente en una entrevista.

"Los controles funcionan"

La interventora de la Universidad Complutense de Madrid, María Elvira Gutiérrez-Vierna ha defendido durante su comparecencia que "los controles funcionan" en relación con la fiscalización que ella realizó respecto de los gastos de la cátedra. De hecho, ella declaró la nulidad de una factura, firmada por Gómez como codirectora, por la que se contrató a la empresa Making Science para su cátedra por 24.000 euros, por no haberse solicitado un informe previo que era obligatorio al superarse el umbral económico mínimo para este tipo de expedientes.

A preguntas del diputado del PP Ignacio Catalá ha rechazado que la firma de Begoña como codirectora supusiera que ella fue la responsable de dicha contratación y ha añadido que desconoce si dicha adjudicación fue verbal. 

Otros contratos fueron correctos, como el realizado por 14.999 euros para una consultoría y otro posterior por una cantidad más elevada a Deloitte, negando que respondieran a un mismo concepto que fuera "troceado" para evitar controles. No obstante, ha reconocido que como ninguno de ellos superó los 60.000 euros (justo el dinero que se invirtió en Deloitte), están exentos de comprobación material de la inversión. "Qué casualidad", ha respondido el diputado popular.

A respuestas del grupo socialista, la interventora ha dicho desconocer por qué se arrojan dudas sobre contratos que cumplen los criterios legales y ha afirmado, en relación con el informe que realizó sobre la nulidad de uno de ellos: "Los controles funcionan, hacemos nuestro trabajo". Por todo ello ha reconocido que "no se han encontrado irregularidades en la gestión de la cátedra".