SESIÓN DE CONTROL

Feijóo exhibe la confesión de Aldama ante Sánchez: “No era un don nadie. Es su delincuente"

El líder del PP afirma que Aldama "tenía pase VIP" en el PSOE y Sánchez responde que no acepta lecciones de quien tuvo por amigo a un narcotraficante

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante su intervención en la sesión de control de este miércoles en el Congreso. / Chema Moya

Tras el debate sobre la catástrofe que dejó la DANA en la provincia de Valencia hace un mes y en el que se centraron tanto el presidente del Gobierno como el líder de la oposición llegó la sesión de control al Ejecutivo en la que Alberto Núñez Feijóo se abalanzó con la confesión de Víctor de Aldama, presunto cabecilla de la trama Koldo. “Aldama tenía pase vip en el PSOE y en su Gobierno, acompañaba a sus ministros en viajes, medió en operaciones millonarias de su gobierno, tenía contacto directo con Delcy, fue condecorado por su Gobierno y compartía negocios con su esposa”, comenzó el líder del PP.

Feijóo reprochó al presidente que todos sus ministros se burlaran de la declaración de Aldama ante la Audiencia Nacional el pasado jueves, asegurando que se trataba de “un nuevo pequeño Nicolás” y asegurando que “un delincuente confeso no tiene ninguna credibilidad”. El líder del PP se dirigió a Sánchez: “Después de todo eso, ¿de verdad era un don nadie?”. “La Fiscalía ha dado credibilidad a su testimonio, ¿también es facha?” se preguntó.

“Si como dice usted es un delincuente, que sepa que es su delincuente”, zanjó el líder del PP, para plantearle después otra cuestión: “Usted dice que no hay que creerle porque es un presunto delincuente imputado por la Justicia. ¿Entonces hay que creer a su esposa o a su hermano?”, llegó a decir. Y ya al final de su intervención, el líder del PP aseguró a Sánchez “que nadie le cree ya en España porque ni lidera un partido ni al Gobierno”. “Ya solo es el número uno de la trama, como dice el sumario”, zanjó.

Sánchez, que ya había comenzado su intervención exigiendo a Feijóo que forzara la destitución de Carlos Mazón al frente de la Generalitat, respondió al líder del PP que no aceptaría “ninguna lección” de alguien “que tuvo como amigo a Marcial Dorado, un narcotraficante”.

El jefe del Ejecutivo insistió: “Lecciones me puede dar pocas”. “Tampoco puede dar lecciones a mi partido si usted se sienta en una sede cuya rehabilitación fue financiada en B. No puede. Son el único partido político de este país condenado por financiación irregular. No puede dar lecciones cuando fue aupado a la presidencia de su partido para tapar los casos de corrupción de la presidenta de la Comunidad de Madrid”.

Y volvió a defender al fiscal general del Estado -que era realmente de lo que trataba la pregunta inicial de Feijóo- porque “desmintió un bulo” de Isabel Díaz Ayuso y su jefe de gabinete, insistiendo al dirigente gallego en que debe pedirle “responsabilidades políticas”. Sánchez terminó su intervención sacando pecho con el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta europea desde hoy, cuando ha sido elegido el colegio de comisarios a pesar de los votos negativos de los eurodiputados del PP.

Una repetición tras otra

El resto de la sesión de control fue un 'copia y pega' del debate entre Sánchez y Feijóo. Salvo por un añadido, la dimisión del secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato. "Se va el señor Sánchez, quedan horas para el Congreso Federal. Parece que no se va a purgar a los corruptos, pero el señor Lobato ya ha dimitido, pueden estar todos ustedes bastante tranquilos", arrancó la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en su pregunta a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. La líder popular tildó al Ejecutivo de ser el más "corrupto de la democracia" y a ella le siguieron el resto de sus compañeros.

"Un presunto delincuente tiene más credibilidad que el presidente, claro que en realidad se trata de un presidente presunto", continuó después la coportavoz popular, Cayetana Álvarez de Toledo, tras sacar a relucir la declaración de Aldama, la situación del fiscal general del Estado, la imputación de Begoña Gómez y la dimisión de Lobato. Todos los dirigentes del PP preguntaron sobre la relación de Sánchez con Aldama y han sacado a relucir, incluso, la polémica de la visita de la vicepresidente venezolana Delcy Rodríguez.

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En frente, los miembros del Gobierno respondieron de la misma manera que en las últimas semanas, reivindicando su contundencia contra la corrupción y poniendo sobre la mesa la corrupción del PP. El ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, recordó que tras las primeras informaciones sobre el caso Koldo "colaboraron" con la Justicia, pidieron responsabilidades políticas a Jose Luís Ábalos e impulsaron una comisión de investigación en el Congreso. Además, lamentó que den más valor a las palabras de un "delincuente" que a las del presidente del Gobierno. "Somos un gobierno limpio que está siendo manchado injustamente y sin pruebas por acusaciones del PP y la ultraderecha", sentenció. El resto de sus compañeros han ido en la misma línea.

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