"El debate sobre la financiación debería ir ligado a otro sobre la fiscalidad de las autonomías"

Guillermo Peláez (Oviedo, 1984) ve aventurado dar cifras sobre las consecuencias en Asturias del cambio en el modelo de la financiación autonómica porque “aún no se conocen” los detalles del pacto suscrito para Cataluña. El consejero de Hacienda y Fondos Europeos del Principado descarta que el intenso debate político y social en torno a esta polémica transformación vaya a implicar daños internos en el PSOE.

Tres meses después de que se aprobara el pacto para investir a Salvador Illa, ¿sigue pensando que aún es pronto para medir el impacto que tendrá en Asturias la nueva financiación?

No es cuestión de tiempo, es cuestión de concreción. El acuerdo no contiene cifras. Por lo tanto, es imposible hacer cuenta alguna. Las que se han hecho parten de presunciones, por eso, es imposible hablar de cifras ciertas. Es por ello que seguimos esperando a la propuesta del Estado.

La oposición cifra en 850 millones la merma para la región. ¿Qué números maneja usted?

La oposición al dar esa cantidad está poniendo encima de la mesa un relato muy peligroso y está siendo prisionera de una cifra concreta. Así se lo hemos advertido en varias ocasiones y no vamos a ser nosotros quienes vayamos por la misma senda.

El Gobierno del Principado ha dicho que “no aceptará nada que perjudique los intereses de Asturias”. ¿Romper la caja única no va en contra de esos intereses, aunque Asturias reciba más dinero con el nuevo modelo de financiación?

Nosotros seguimos expectantes a la propuesta del Gobierno. Hay que tener en cuenta que cualquier acuerdo en este sentido debe pasar por las Cortes a través de una Ley Orgánica y, anteriormente, requiere también de un acuerdo en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y darse cuenta de una cuestión: cuando en 2009 se renovó el anterior sistema, la posición del PSC, que también gobernaba en Cataluña, era prácticamente la misma y, fruto de la negociación con el entonces Gobierno de Rodríguez Zapatero, se llegó a un acuerdo que apoyaron las comunidades autónomas.

Pedro Sánchez prometió en su reunión con Adrián Barbón que habrá más dinero para todas las comunidades autónomas. ¿Eso es posible sin subir impuestos? En caso positivo, ¿cómo?

Como se han resuelto todas las reformas del modelo de financiación autonómica desde la creación del estado de las autonomías: poniendo más dinero en el sistema por parte del Estado. Y negociando. Es clave la negociación, que debe ser siempre multilateral porque hay posiciones contrapuestas, también entre las comunidades gobernadas por el PP. A nadie se le escapa que la posición de Galicia es totalmente divergente con la de Andalucía o la Comunidad Valenciana.

Es clave la negociación, que debe ser siempre multilateral porque hay posiciones contrapuestas, también entre las comunidades gobernadas por el PP

¿Cómo cree que afectarán al PSOE las tensiones internas que ha generado el debate de la financiación?

Nosotros somos un partido democrático con órganos internos y, aunque este debate trasciende la ideología para pasar a ser territorial, la organización tiene herramientas suficientes para salir más unido y reforzado. Y, de hecho, así se pondrá de manifiesto en el próximo congreso del mes de noviembre en Sevilla.

¿Qué le parece la postura del presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, sobre el pacto en Cataluña?

Como le decía anteriormente, somos un partido democrático donde las diferentes ideas y opiniones se escuchan y se debaten.

¿Ya tiene claro lo que va a pedir Asturias en la negociación? ¿Es posible negociar después de un acuerdo con Cataluña?

Asturias tiene una posición clara en cuanto a por dónde debe pasar la reforma. Y así consta en el acuerdo que se firmó en la Junta General del Principado en junio de 2020. Demandamos un sistema que atienda al coste efectivo de los servicios para que estos se reciban en igualdad de condiciones por la ciudadanía, viva donde viva.

Salvador Illa reconoce que Cataluña tendrá una financiación singular, pero asegura que su región será “solidaria”. ¿En qué se debería concretar esa solidaridad?

Insisto en que para Asturias el idóneo funcionamiento de un nuevo modelo de financiación debe pasar siempre por que sea capaz de asegurar la calidad de los servicios públicos que reciben los ciudadanos. Para ello, las administraciones debemos contar con la suficiente financiación para hacer frente a las prestaciones que ofrecemos; en nuestro caso, a los asturianos y asturianas.

Todas las regiones se dicen infrafinanciadas. ¿Todas administran bien el dinero? ¿No faltan mecanismos de control? Algunas regiones destinan esos fondos a embajadas, ruinosas televisiones públicas con varias cadenas, etcétera.

Dentro de nuestro modelo hay que atender al coste efectivo de los servicios y, ahora mismo, en el caso de Asturias esto no ocurre, de ahí que digamos que estamos infrafinanciadas. Ahora bien, eso no va en contraposición con que haya los pertinentes mecanismos de control y auditoría que permitan hacer un seguimiento de todo aquello que se esté financiado con recursos públicos. No obstante, su pregunta me lleva a otra reflexión sobre la política fiscal. ¿Tiene sentido que las comunidades entregadas a una carrera de saldos tributarios reclamen más recursos al Estado? El debate sobre la financiación debería ir ligado a otro muy necesario sobre la corresponsabilidad fiscal.