Los presidentes autonómicos del PP contemplan un acuerdo en Vivienda con Sánchez: "Lo demás es inviable"

A pesar de que las expectativas para la Conferencia de Presidentes del próximo viernes en Santander son muy bajas -los líderes autonómicos del PP llegan al esperado encuentro con Pedro Sánchez en el momento de mayor tensión política- hay un asunto en el que fuentes populares ven alguna posibilidad de entendimiento: Vivienda. Al menos hay una sensación de que se podrían acercar posturas para retomar las conversaciones en torno a la ley del suelo que naufragó hace cinco meses, precisamente, por la negativa final del PP para dar su apoyo.

Desde ese momento la norma -que el sector lleva reclamando mucho tiempo- sigue en el congelador parlamentario. La ministra, Isabel Rodríguez, decidió sacarla del orden del día en el último momento al asumir que perdería la votación. El Ejecutivo aspira a desbloquearla antes de que acabe el año y ya manifestó que veía en el encuentro del viernes con las autonomías una oportunidad para que sea el primer paso. Según ha podido saber este diario, los conservadores parecen estar dispuestos.

Feijóo ha renunciado a organizar un encuentro previo con sus barones territoriales para preparar la Conferencia. Era una tradición que quiso imponer Pablo Casado en su momento y que el dirigente gallego no continuará. Será la secretaria general, Cuca Gamarra, la que mantenga una reunión con los consejeros de Presidencia de todas las comunidades este lunes para coordinar la visión final. Y en la cúpula popular no esconden que sí podría haber novedades en el marco de Vivienda para retomar las conversaciones sobre la ley y dar paso después a otra Conferencia Sectorial del ramo en la que se avance de manera más definitiva.

La realidad es que las posiciones del PP nunca estuvieron lejos de la norma del Gobierno socialista. Al contrario. El problema en esta ley, en todo caso, eran los socios de investidura de Sánchez. De hecho, los ayuntamientos -muchísimos gobernados por los populares- igual que las patronales, exigen que la norma entre en vigor para garantizar la seguridad jurídica en el planeamiento urbanístico con un marco regulatorio claro y que aporte certidumbre a todo el sector. 

Este podría ser el único punto de entendimiento a finales de semana. La capacidad de encontrar consensos entre Gobierno y PP en este momento es casi nula. La celebración del 46º aniversario de la Constitución el pasado viernes en el Congreso fue un fiel reflejo de la situación tan compleja y distante entre ambos. El presidente y Feijóo tienen visiones completamente opuestas del momento que vive España y de la capacidad política que tendrá el Ejecutivo en lo que resta de legislatura, dure lo que dure. Además, la semana pasada también se confirmó el completo bloqueo para llegar a un pacto migratorio que Canarias lleva necesitando meses con urgencia. 

La inmigración es otro de los asuntos que figura en el orden del día de la Conferencia de Presidentes y terminará sin avances. El Gobierno insiste en reformar el artículo 35 de la Ley de Extranjería para hacer obligatoria la distribución de menores migrantes no acompañados a las comunidades autónomas apelando a la solidaridad entre territorios. Las comunidades del PP afirman que se trata de una imposición que no tiene en cuenta la realidad de cada territorio y que esa reforma legal debe ir unida a un paquete mucho más amplio que, de facto, es la política migratoria del PP.

En lo que respecta a la financiación autonómica -otro de los asuntos que los conservadores han forzado en el orden del día- permitirá exhibir un frente común del PP contra el Ejecutivo y, sobre todo, los acuerdos alcanzados con los independentistas catalanes para cerrar la investidura de Salvador Illa, que también debuta como ‘president’ de la Generalitat. Varios dirigentes autonómicos echarán en cara a su homólogo catalán lo acordado con ERC. Y todos los presidentes del PP en bloque exigirán que se revierta cualquier concierto fiscal para esa comunidad, similar al vasco y al navarro, que sí figura en la Constitución.

En el PP están convencidos de que Sánchez accedió finalmente a convocar la Conferencia porque la exigencia había llegado a los tribunales. Y las expectativas son bajas por el propio formato tradicional de la reunión -siempre se ha hecho así- y que consiste en una sucesión de monólogos entre todos los presentes sin que realmente haya un intercambio de puntos de vista. Los presidentes populares, sin embargo, consideran que los asuntos a tratar y la situación actual requeriría de un debate real que no se producirá.

Más allá del contenido, en el encuentro también se medirán otros asuntos con mucha lectura política. El enfrentamiento tan fuerte entre Isabel Díaz Ayuso y el presidente del Gobierno, todavía más agudizado por el caso del novio de la presidenta madrileña y la imputación del fiscal general del Estado. Y también muchas miradas estarán puestas en Carlos Mazón, que después de seis semanas saldrá por primera vez de la Comunitat Valenciana tras la catastrófica riada de finales de octubre.