PNV y Junts plantan a Hacienda en la reunión prometida a Podemos para negociar el impuesto a las energéticas

La reunión entre Hacienda y los socios de investidura para negociar el impuesto a las energéticas ha arrancado este miércoles con el sonoro plantón de PNV y Junts, que no han acudido a la cita que tenía lugar a media tarde en el Congreso. Una ausencia que aleja cualquier atisbo de acuerdo en esta materia, que se presenta como condición de posibilidad para que Podemos siga prestando apoyo al Gobierno y se abra a negociar los Presupuestos de 2025.

El acuerdo alcanzado el pasado 21 de noviembre para que los cuatro votos morados en el Congreso permitieran salvar la reforma fiscal contemplaba una comisión negociadora de este impuesto con el objetivo de que los socios de investidura alcanzasen un acuerdo que permitiera continuar con la recaudación millonaria a las empresas energéticas.

En caso de no lograrse antes de final de año, el Gobierno se comprometía a aprobar un real decreto para prorrogar el actual gravamen. Una medida aprobada en Consejo de Ministros que debería ratificarse en el Congreso en los siguientes 30 días y para los que tampoco hay una mayoría, ante el rechazo de Junts y PNV.

Los nacionalistas vascos y catalanes, quienes lograron excluir de la reforma fiscal este impuesto a las energéticas, son quienes alejan ahora la posibilidad de que el Gobierno pueda dar cumplimiento a los acuerdos con Podemos, donde han endurecido el tono contra Hacienda, molestos porque la reunión no se convocara hasta casi tres semanas después de firmarse.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, cuesitonaba abiertamente la reunión este miércoles en el Congreso, asegurando que "no tiene ningún sentido" hacer una reunión para discutir sobre un impuesto entre siete u ocho partidos en una mesa abierta, sugiriendo así reuniones bilaterales con cada una de las fuerzas. "Así no se discuten las cosas, y menos teniendo la prensa justo al otro lado de la puerta".

El dirigente defendió que la comisión era un "paripé" y criticó que estas negociaciones "hay que hacerlas con seriedad", dudando sobre la capacidad técnicas de los asistentes para tratar un asunto "muy técnico y muy complejo" como es la fiscalidad de las energéticas, de las que dependen "muchos puestos de trabsjo".

"No me parece una buena estrategia, más allá de lo que algunos necesitan de cara a los medios de comunicación y propaganda", defendió Esteban, en referencia a Podemos. "Para hacer un paripé que necesita algún partido político, lo hace Podemos sobre todo, pero también algún otro, a eso no vamos a participar", defendió el dirigente jeltzale.

Reunión fuera de foco

Después de que PNV anunciase que no acudiría al encuentro, desde Podemos se trató de presionar al Gobierno, pidiendo que intercedieran para llevarles a esa reunión. Finalmente, el encuentro se celebró pero de manera muy descafeinada y alejada de toda institucionalidad: en una sala privada en un edificio anexo al Congreso, donde el PSOE tiene sus dependencias y sus despachos; sin permitir el acceso a la prensa y con segundos perfiles como asistentes.

Por parte del ministerio de Hcaienda fue el secretario de Estado, Jesús Gascón, que se reunió con diputados rasos del resto de partidos, como Pilar Calvo de ERC, Txema Guijarro y Manuel Lago por parte de Sumar, el diputado Javier Sánchez Serna en representación de Podemos y Oskar Matute en representación de EH Bildu. Una representación del arco parlamentario de izquierdas que sostiene al Gobierno, pero que sin Junts y PNV resulta insuficiente para armar una mayoría.