Encuentro en Santander

El Gobierno ciñe a la sanidad las escasas expectativas de pacto con el PP en la Conferencia de Presidentes

La Moncloa considera muy difícil que la cita de este viernes sirva para avanzar con el PP en financiación e inmigración

Illa participará en la reunión tras las ausencias de sus antecesores independentistas al frente de la Generalitat

Sánchez e Illa, el pasado 22 de noviembre en el palacio de la Moncloa.

Sánchez e Illa, el pasado 22 de noviembre en el palacio de la Moncloa. / JOSÉ LUIS ROCA

El Gobierno y el PP acuden este viernes a la Conferencia de Presidentes, el órgano que reúne al jefe del Ejecutivo, los ministros y los mandatarios autonómicos, con escasas esperanzas de alcanzar grandes acuerdos. En un momento de choque frontal entre socialistas y conservadores, sin apenas puentes entre los dos partidos, hay algo en lo que unos y otros coinciden: la impresión de que la cita, que tendrá lugar esta vez en Santander y contará con la presencia de Felipe VI durante su inauguración y también con la del president de la Generalitat, Salvador Illa, corre el riesgo de convertirse en una sucesión de monólogos. 

Pedro Sánchez quiso en un primer momento restringir el orden del día únicamente a la vivienda, pero la presión del PP, que gobierna en 12 de las 17 comunidades autónomas, además de en Ceuta y Melilla, provocó que el Gobierno no tuviera más remedio que abrir la mano. Así que también se hablará de inmigración, financiación y sanidad. Pero no hay ninguna propuesta previa de resolución, algo que han criticado comunidades conservadoras, como Castilla y León, y socialistas, caso de Castilla-La Mancha.  

Las expectativas del Ejecutivo, en cualquier caso, son distintas en estos cuatro asuntos. Sin moverse del pesimismo sobre los entendimientos con el principal partido de la oposición, fuentes de la Moncloa consideran más probable que se pueda alcanzar algún tipo de pacto en materia sanitaria, donde el PP reclama medidas frente a la falta de personal que impide afrontar el aumento de las listas de espera.

Quizá, continúan los mismos interlocutores, pueda haber algún acercamiento en materia de vivienda, pero aquí el escenario se muestra más complicado. En un contexto en el que la demanda es mucho mayor que la oferta, con los jóvenes teniéndolo cada vez más difícil para incorporarse al mercado inmobiliario, Sánchez se ha comprometido a construir en este mandato 180.000 pisos a precio asequible y a crear una empresa pública destinada a combatir este "drama". Pero la sintonía es muy limitada con el PP, que hasta el momento ha rechazado aplicar la ley de vivienda aprobada en la pasada legislatura. En especial, con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la única mandataria autonómica que rechazó reunirse con Sánchez en la ronda que el jefe del Ejecutivo llevó a cabo en el palacio de la Moncloa para preparar la cita multilateral de este viernes. 

El nuevo sistema para Catalunya

Donde el Gobierno estima que no hay casi ninguna posibilidad de acuerdo con el PP es en financiación e inmigración. Illa, que se suma a un encuentro en el que sus antecesores independentistas al frente de la Generalitat habían rechazado participar, quiere “defender y explicar” su polémico pacto con ERC para dotar a Catalunya de un sistema singular. Será una de las intervenciones más esperadas, pero más allá del Gobierno el president contará con pocas complicidades. Las comunidades del PP, junto a territorios socialistas como Castilla-La Mancha, están virulentamente en contra del nuevo sistema. 

En inmigración, mientras tanto, el Gobierno también considera imposible un pacto para repartir entre los territorios a los menores no acompañados llegados a Canarias. Ya se comprobó la semana pasada, durante una reunión a tres en la que también participó el presidente del archipiélago, Fernando Clavijo, que gobierna en coalición con los conservadores. El Ejecutivo parece haber tirado la toalla y explora un pacto con Junts para lograr aprobar en el Congreso la reforma de la ley de extranjería que haga posible la distribución de este vulnerable colectivo.  

Y por último, aunque no aparezca en el orden del día, la DANA que el pasado 23 de noviembre arrasó Valencia y causó más de 220 muertos. El presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, muy discutido por su gestión del temporal (estuvo ausente durante las horas más críticas y resultó imposible contactar con él) aprovechará para solicitar un plan nacional contra inundaciones al Gobierno, que quiere destinar a la reconstrucción de la provincia los fondos europeos no ejecutados. 

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