Podemos recela de Montero y fía a Bolaños el impuesto a las energéticas: "Nunca nos ha mentido"

La relación que a partir de ahora tenga Podemos con el Gobierno pasa por Félix Bolaños. El ministro de Presidencia se ha convertido en el principal interlocutor y figura de referencia dentro del Consejo de Ministros para los morados, y a él confían la aprobación del impuesto a las energéticas, la condición previa que han fijado para llegar a futuros acuerdos con el PSOE y seguir sosteniendo la mayoría de Pedro Sánchez en el Congreso.

La reforma fiscal de Hacienda logró aprobarse in extremis, tras una complicadísima negociación por la exigencia de Podemos, que quería que el Gobierno garantizase los votos que permitieran aprobar este impuesto. ERC, Bildu y BNG le arrancaron un compromiso de prrorogar el actual impuesto por la vía del real decreto en la agónica comisión de Hacienda que se alargó hasta la madrugada.

Pero Podemos desdeñó ese acuerdo y estiró la cuerda hasta unas horas antes de la votación en Pleno. Ante la falta de avances con Hacienda, tuvo que intervenir Bolaños en la negociación con el partido de Pablo Iglesias, donde atribuyen al ministro de Presidencia el haber salvado la votación. El acuerdo alcanzado planteaba una comisión para renegociar con los socios un nuevo impuesto a las energétiacas y prorrogar por decreto el actual gravamen, con el objetivo de "ganar tiempo" para la negociación y tener 30 días más -debe ser aprobado en el Congreso en ese tiempo- para alcanzar un acuerdo viable.

En las últimas horas, desde el Ministerio de Hacienda han dado ya por cumplida la primera parte del acuerdo con Podemos, tras convocar la comisión negociadora este miércoles, y avanzan que aprobarán por decreto ley una prórroga del impuesto. "Cumpliremos", defienden, pero avanzan que "no podemos comprometer los votos de otros grupos".

Después del fiasco de la primera reunión, en Podemos continúan amenazando y aseguran que "no hay condiciones" para sentarse a negociar los Presupuestos ni alcanzar "ningún otro acuerdo con el PSOE" hasta que no esté aprobado el impuesto a las energéticas. Consideran que el Gobierno tiene "herramientas" suficientes para ofrecer contrapartidas a PNV y Junts y arrancarles su apoyo, ya sea con traspaso de competencias u otras cesiones.

Mientras en Hacienda exhiben su hartazgo hacia Podemos y comienzan a asumir el fracaso de este impuesto, en Podemos también muestran gran escepticismo hacia el departamento de María Jesús Montero, al que acusan de "falta de voluntad" para atar los votos necesarios.

"Nunca nos ha mentido"

Y sin embargo, creen en Podemos que si hay alguien capaz de hacer cumplir el acuerdo al Gobierno es Félix Bolaños, al que miran como el únco capaz de desencallar la situación. Es "la persona de más confianza" dentro del Gobierno para los morados, y guarda una muy buena relación personal con la secretaria general del partido y diputada Ione Belarra, con quien compartió Consejo de Ministros hasta el año pasado.

Esta buena relación se visibilizó hace casi un año, en enero, en el "pleno de los decretos" donde Bolaños consiguió salvar su decreto ómnibus sobre Justicia gracias a un pacto con Podemos, que sin embargo tumbó a Yolanda Díaz el decreto sobre la reforma del subsidio de desempleo. Un movimiento que llegaba pocas semanas después de haber roto con Sumar en el Congreso y pasar los diputados morados al Grupo Mixto.

Desde la dirección de Podemos muestran su confianza total en Bolaños apuntan a que "nunca nos ha mentido". Advierten de que, de no salir esta medida, "sería la primera vez" que sucede. A él le atribuyen también el compromiso dado por el Gobierno de que lograrían los votos de Junts y PNV, dos fuerzas que ni siquiera han querido sentarse a negociar.

Reuniones cruzadas

Después del sonoro plantón a la reunión del miércoles, este jueves se sucedieron los encuentros en el Congreso. La propia Belarra se reunió con el ministro de Presidencia en la zona de Gobierno al finalizar el Pleno.

En paralelo, María Jesús Montero mantenía otro encuentro con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, dentro del Hemiciclo pero a la vista de las cámaras. Una conversación agitada donde la ministra de Hacienda volvió a hacer referencia al impuesto a las energéticas, y en que el nacionalista vasco insistió en su posición: no negociarían un gravamen ni habría impuesto a las energéticas. Reiteró además su advertencia: si el Gobierno incluía esta medida en un decreto ómnibus de final de año, no les "temblará el pulso" as la hora tumbarlo.

Este asunto continuará hasta final de año, cuando decae el el actual gravamen. Desde Hacienda han trasladado a los grupos que aprobarán un decreto a final de año para prorrogar el actual gravamen pero con modificaciones, aunque esta medida no tiene los números en el Congreso ante el rechazo de PNV y Junts. Está por ver si el ala socialista del Gobierno saca la artillería pesada en la negociación y, como pide Podemos, pone sobre la mesa contrapartidas más allá de este impuesto que puedan convencer a estas fuerzas.