La vida del revés

A tiros en el camposanto de Torrent

Tiroteo en el cementerio de Torrent (Valencia) con un balance de dos muertos y un herido

01 nov 2021 / 15:02 h - Actualizado: 01 nov 2021 / 15:06 h.
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  • Dos familiares en la puerta del cementerio de Torrent. / Juan Carlos Cárdenas | EFE
    Dos familiares en la puerta del cementerio de Torrent. / Juan Carlos Cárdenas | EFE

Poco después de las 10,00 horas de esta mañana, el cementerio de Torrent (Valencia) se ha convertido en una réplica cañí del Lejano Oeste. Disparos, muertos, heridos, estampida y desconcierto absoluto. Parte de los involucrados son integrantes de un clan llamado los Bocanegra. Unos dicen que mediaron unas palabras entre agresor y agredidos; otros dicen que el agresor fue directo a por las víctimas y les disparó sin más.

La España más negra sigue intacta. Y que nadie diga que los gitanos son los que mantienen esa negritud a pleno rendimiento porque hace unos días un payo ha cometido un crimen horrible en Lardero acabando con la vida de un crío. Podemos sumar crímenes cometidos por payos y gitanos a partes iguales y eso significa que entre los gitanos encontramos a gente mala y asesina y entre los payos también. La España negra sigue intacta y la España negra seguimos siendo todos.

Todavía hay personas que creen en el ojo por ojo, en la violencia como herramienta única con la que corregir la realidad. El honor mal entendido, los celos, las drogas o esas deudas que no se pueden pagar son, por ejemplo, los pilares de esa España que quisiéramos que fuera propiedad de una etnia minoritaria y que es de todos. El asesinato de esta mañana podría ser parte de la trama de una obra teatral de García Lorca; el asesinato de esta mañana recuerda aquellas portadas de El Caso, aquel periódico que se dedicaba a contar los sucesos con gran éxito en los quioscos; el asesinato de Torrent nos recuerda que el progreso es una ensoñación en parte de la sociedad española.

Cada día tenemos muertos o agredidos en España. Cada día. Y no es cosa solo de gitanos o de musulmanes. Es cosa de todos, de todos los que quisiéramos ser muy modernos, muy tolerantes y muy pacíficos aunque lo somos solo a ratos.