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Imágen de archivo de Riazor. / Efe
Uno de los fondos del estadio de Riazor ha sido acordonado en su parte central por los desprendimientos que se produjeron en la cubierta este lunes horas antes del partido entre el Deportivo y la UD Las Palmas, correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga BBVA.
Miembros de seguridad cortaron el acceso de aficionados a las localidades afectadas, en la grada de Pabellón Superior, justo en la zona inferior a uno de los videomarcadores del estadio coruñés.
El pasado 8 de enero, el estadio también había sufrido desprendimientos en las cubiertas como consecuencia de las rachas de viento y los bajos del campo se inundaron.
El 25 de noviembre del año pasado, el Ayuntamiento de A Coruña, propietario del campo, y el RC Deportivo, concesionario, mantuvieron una reunión en el Palacio de María Pita en la que, entre otros asuntos, abordaron las obras previstas para la cubierta de Riazor.
El Ayuntamiento explicaba entonces en un comunicado que se «abordaron diversos asuntos, entre ellos, el inminente comienzo de las obras de la cubierta de Riazor».
En junio de 2014, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de A Coruña, entonces con Carlos Negreira al frente de la alcaldía, aprobó la licitación del proyecto de renovación de las cubiertas con un presupuesto de 2,9 millones de euros.
La ejecución del proyecto se establecía en un plazo máximo de dos años, aunque iba a depender de la climatología y de la actividad del Deportivo.
Las obras previstas incluían el cambio de 14.000 metros cuadrados de cubierta que llevaban entre 16 y 22 años sin tocarse y presentaban un importante deterioro con corrosión de algunos de sus elementos.