«¿Cómo podemos hacer pasar a 20.000 personas por el embudo de un carril?»

El ministro principal mantiene la misma línea roja de siempre: la soberanía de Gibraltar no se discute. Y una vez puesto blanco sobre negro invita al Gobierno español a trabajar juntos por el interés de los 13.000 trabajadores andaluces que cada día cruzan la Verja

23 nov 2017 / 06:22 h - Actualizado: 23 nov 2017 / 06:22 h.
"Sociedad"
  • El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, atiende a El Correo de Andalucía en el hotel Alfonso XIII. / Jesús Barrera
    El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, atiende a El Correo de Andalucía en el hotel Alfonso XIII. / Jesús Barrera

{El fútbol, en concreto el partido de Champions que enfrentó a Sevilla y Liverpool este pasado martes, propició la fugaz visita del ministro principal de Gibraltar a Sevilla. Fabian Picardo insta al Gobierno español a pasar página sobre «quimeras» acerca de la soberanía del Peñón y centrarse «juntos» en la búsqueda de riqueza y nuevos empleos para todos.

—¿Cómo son las actuales relaciones con España?

—Desafortunadamente la relación sigue sin ser lo fluida que yo pienso que debería ser entre las autoridades gibraltareñas, españolas y también británicas. Porque aunque la relación entre Gibraltar y el Reino Unido es magnífica, la relación a tres no parece que funcione como debería.

—Aún no se ha reunido con el ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis; ¿pero hay previsto un próximo encuentro?

—No tengo ninguna previsión, pero tampoco tendría inconveniente alguno en reunirme con él porque creo que comprende como yo cuáles son los límites y las líneas rojas entre ambas partes. Y son las mismas líneas rojas de siempre: España dice que no quiere discutir la soberanía con Gibraltar, que solamente la discutirá con Reino Unido. Bueno, pues Gibraltar tampoco quiere discutir su soberanía con España, solamente la discutiremos con Reino Unido. Y ahí tenemos la oportunidad para que nos podamos encontrar para hablar de temas que son de importancia para la ciudadanía de ambos lados de la frontera, que es lo que yo creo que el político moderno del siglo XXI debe de hacer. No hablar de quimeras de soberanía que no son relevantes en el mundo de hoy.

—¿Y cómo son las relaciones con la Junta de Andalucía y la presidenta Susana Díaz?

—La relación con el gobierno de la Junta de Andalucía es muy buena. El vicepresidente [Manuel Jiménez Barrios] ha hecho muchísimas alusiones a cómo el brexit afectará no solo a los gibraltareños sino a la gente del Campo de Gibraltar, así como a todos los ciudadanos británicos que eligen Andalucía para vivir. Por lo que creo que hay una sensibilidad importante ahí que no se ha sentido antes en el Gobierno central de Madrid pero que sigue existiendo en la Junta de Andalucía.

—¿Hay algún proyecto de colaboración política y empresarial con el fin de reforzar esa cercanía social entre Andalucía y Gibraltar?

—Sí, y creo que ese es el día y la realidad de Gibraltar y de las zonas colindantes. En los casi seis años que yo llevo en el gobierno hemos pasado una época bastante mala cuando el señor [José Manuel García] Margallo era ministro de Exteriores. Los titulares en España sobre Gibraltar eran siempre negativos y faltaban a la verdad en muchas ocasiones. Sin embargo, la ciudadanía y, sobre todo, el comercio seguían al margen de eso trabajando conjuntamente, creando empleo y riqueza. Cuando yo llegué al Gobierno había 7.000 residentes en España que trabajaban en Gibraltar, hoy por hoy hay 13.000. Si hubiéramos utilizado toda esa energía que gastamos en pelearnos en realizar un marketing conjunto, podríamos haber creado 100.000 puestos de trabajo. Yo creo que hay una gran oportunidad de ir más allá aún y que el comercio y la ciudadanía nos está enseñando a los políticos la vía del progreso.

—¿Qué opinión le merece la idea de los comerciantes de La Línea de la Concepción de aceptar en sus establecimientos el pago en libras?

—Me parece una idea magnífica porque le quita al ciudadano que busca hacer sus compras prenavideñas tener que pensar en hacer el cambio [de moneda]. No es una cosa nueva para Gibraltar, ya que aunque nuestra moneda es la libra siempre hemos aceptado la moneda o el euro en nuestros comercios. Me parece que es una cosa positiva para el ciudadano gibraltareño residente en Gibraltar o incluso para el ciudadano español que trabaja en Gibraltar y luego lleva esas libras al Campo de Gibraltar, teniendo la oportunidad de utilizar ese poder adquisitivo en libras y no solo en euros.

¿Cuáles son las áreas de oportunidad que se han visto afectadas por las tensas relaciones de los últimos años entre España y Gibraltar?

—Le voy a dar el primero y mejor empleo que hay cuando miras Gibraltar desde la frontera: el nuevo aeropuerto de Gibraltar. En los acuerdos de Córdoba [bajo el marco del Foro de Diálogo tripartito impulsado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2004] se acordó crear una terminal aeroportuaria que costaría 24 millones de libras, que pagaría la mitad la Comisión Europea y que iba a crear casi 1.000 puestos de trabajo. Al final, costó 84 millones de libras, no pagó ni un euro la Comisión Europea y desafortunadamente España no cumplió su parte del acuerdo abriendo una nueva entrada a la terminal desde la parte española. Y, por tanto, no se han creado nuevos puestos de trabajo. El aeropuerto de Gibraltar es una gran oportunidad perdida por la insistencia de España en la cuestión de la soberanía. (...) Hemos gastado dinero, no hemos creado el empleo previsto, ni las oportunidades para los ciudadanos, no hay vuelos desde el aeropuerto de Gibraltar al norte de España ni a Europa, excepto al Reino Unido. No estamos cumpliendo con lo que debe cumplir el político que es agilizar las oportunidades para la ciudadanía.

—Hablemos del brexit. Las negociaciones parecen estancadas. ¿Cree que hay alguna opción de que el Gobierno británico acabe dando marcha atrás?

—Yo tengo una gran empatía por la señora [Teresa] May porque ella también votó que debíamos quedarnos en la Unión Europea (UE). Hay muchos temas que salen en la negociación que la UE no va a ceder y que Reino Unido tiene que aceptar si quiere tener acceso al mercado único. Si no lo aceptan, tendrán un acceso de libre movimiento o de mercancía pero limitado, tendrán acceso al mercado único pero limitado. Y también tiene que hacer el pago importante de los compromisos que adquirió el Reino Unido mientras ha sido un país miembro de la Unión Europea. Mientras que en eso no haya movimiento, no habrá avances para discutir un nuevo acuerdo. Es obvio que no es una negociación tradicional, la Unión Europea es un club de 27 estados miembros que se quedan y que no van a cambiar sus reglas por el que se va y que cuando era miembro, ya era un socio difícil. Como decía, tengo una gran empatía por la señora May pero creo que es una gran equivocación que el Reino Unido salga de la UE. Pero soy un demócrata y tengo que aceptar el resultado del referéndum.

—Sé que estos días ha puesto en duda que el Gobierno de Rajoy vaya a cerrar la Verja e incluso el propio ministro Dastis lo ha descartado también, pero ¿teme que la salida de la UE pueda enrarecer aún más las relaciones con España?

—No tiene por qué, pero sí que puede. Yo apuesto por que no lo haga. Tenemos que aprender también del pasado, antes no éramos miembros de la UE. Hasta 1969 cuando un dictador cerró ese paso fronterizo, aparte de los asedios en tiempos de guerra, Gibraltar disfrutaba de libre movimiento con la Península. ¿Por qué no volver a eso? No tenemos que estar en la UE para tener libre movimiento, no tenemos que estar en la UE para llevarnos bien. La gente se enamora y hace negocios aunque no sean ciudadanos comunitarios. Aunque desde el punto de vista de mi Gobierno y del 96% de los gibraltareños quedarnos en la Unión Europea es una cosa buena... aunque no nos gustan algunas cosas que ha hecho la Comisión Europea en relación a esta negociación.

—¿Cómo viven los gibraltareños esta situación tras su abrumador rechazo al brexit? ¿Teme que se genere un sentimiento independentista? ¿Ni españoles pero tampoco británicos?

—Yo creo que no. Lo que nos ha acercado aún más al Reino Unido. Vemos que el mundo es un sitio muy complicado, que somos muy pequeños, que tenemos un amigo muy bueno que es el Reino Unido, que se va desde mi punto de vista equivocadamente de la UE, pero también abre nuevos mercados, como con la antigua Commonwealth. Así que yo creo que el vínculo se va a fortalecer. No veo un movimiento independentista en Gibraltar y no creo que nunca lo haya.

—Entiendo que da por hecho que no habrá marcha atrás y que Londres consumará su salida de la Unión Europea

—Bueno, si hay marcha atrás, hasta que no lo firmen no me lo creeré. Por eso hay que seguir trabajando para asegurar que las oportunidades están maduras para el momento de la salida. Y si llegado ese momento no hay salida, seré el hombre más feliz de la política europea.

—¿Cuál es la solución para acabar con las colas a la entrada y salida de Gibraltar?

—Son 13.000 trabajadores que entran principalmente entre las 7.30 y 9.30 horas. Y después acceden hasta 15.000 y 20.000 personas en un día de gran aforo turístico. Por las mañanas no hay tantas retenciones, los problemas vienen luego y creo que es una cuestión de recursos en la parte española. Además en Gibraltar hay una curiosidad que es que hay que cruzar el campo de aviación para entrar y si hay muchos aviones llegando al mismo tiempo hay que cerrar el acceso y eso puedo generar colas a partir de las 11.00 horas. Con el túnel que estamos construyendo, que está completando la compañía española OHL, esa situación pasará a la historia. Esperamos que esté completo a finales de 2018 o principios de 2019.

Otras cosa es la salida de Gibraltar, entre las 15.30 y 19.30 horas, cuando se marchan los turistas y los trabajadores coincidiendo entre 20.000 y 30.000 personas, lo que genera una situación complicada y lo que no se puede hacer es no tener los recursos necesarios para manejar ese personal y esperar que puedan moverse rápidamente. Hay ocho filas saliendo de Gibraltar, mientras que solo hay un carril de entrada a territorio español. Que pongan más recursos y más filas para que pueda pasar más gente.

—¿Su gobierno ha intentado acordar con España una ampliación de los carriles?

—En el Tratado de Lisboa venía recogido que se abría la frontera y luego no se abrió. En el Tratado de Bruselas se decía que se abrirían más carriles... pero hasta hoy tenemos solo uno. Yo creo que para los que están allí trabajando es imposible dar un mejor servicio del que dan si no les ponen los recursos para que lo hagan. La Comisión Europea también le reclamó a España que habilitara más carriles y se hizo, pero después se volvió a quedar en uno solo. ¿Cómo podemos pretender que 20.000 personas salgan por el embudo de un carril y que no se formen colas? No es serio.

—¿Qué sectores tienen más facilidad de seguir creciendo a corto y medio plazo?

—Uno de los temas más importantes ahora para Gibraltar es la construcción, tenemos muchos proyectos públicos y privados donde la mano de obra es habitualmente española y, concretamente, de Andalucía. También el suministro a Gibraltar es una cuestión vital. Estamos viendo cómo los supermercados no solo se nutren de productos de Reino Unido sino también de España. Vemos grandes oportunidades para el comercio.

—Los planes de expansión y ampliación de Gibraltar son muy contestados por los ecologistas e incluso por el Gobierno español, ¿qué proyectos tienen a corto y medio plazo para ganarle nuevo terreno al mar?

—Nosotros tenemos que ganar terreno al mar para seguir creciendo. Y ahí vamos a construir y las compañías y trabajadores españoles se verán beneficiados. Creamos empleo para españoles. Que le digan a los españoles que están en desempleo que Picardo pare de reclamar y pare de crear empleo.