El detallazo de un comensal que va a emocionar a los hosteleros de toda España

Un cicloturista de Bélgica sorprende con una carta y 20 euros a todo el personal de un bar de Palma de Mallorca, regentado desde hace más de 30 años por una familia de Los Molares

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
06 jun 2021 / 13:06 h - Actualizado: 06 jun 2021 / 13:08 h.
  • El detallazo de un comensal que va a emocionar a los hosteleros de toda España

El detallazo que ha tenido uno de esos turistas belgas de los que pululan por Mallorca toda la primavera en bicicleta ha dejado sin palabras, y al borde de las lágrimas, a todo el personal de Ballerman Paco y Juan, un establecimiento hostelero que estos dos hermanos de Los Molares (Sevilla) llevan más de tres décadas regentando en la playa de Palma, incluido este durísimo último año de pandemia en que las cosas se han puesto tan cuesta arriba. El cicloturista, que lleva por allí una semana con un grupo de amigos, se llama Koen y es un habitual de los últimos años. “Esta gente ahorra lo que puede y se viene a Palma a disfrutar unos días o unas semanas”, cuenta Paco Revuelta a este periódico, todavía emocionado por el gesto. Ayer, después de comer, Koen se levantó y le dio a los cinco profesionales que trabajan en el bar un misterioso sobre. Uno a cada uno. En mano y con una sonrisa. “Cuando me lo dio, creí que eran fotos”, recuerda Paco, “pero cuando abrí el sobre y empecé a leer, me quedé sin palabras, a punto de llorar por la emoción”.

El detallazo de un comensal que va a emocionar a los hosteleros de toda España

No fue para menos. En la carta, el turista belga cuenta en perfecto castellano –después de haberle escrito, a su vez, a un primo suyo que vive en Alicante para que le tradujese el texto- que entre sus 17 y 41 años se había dedicado “con el alma a la hostelería”, hasta que hace cuatro años cambió de oficio para dedicarse a la industria del acero. Al parecer, tan bien le ha ido con el cambio, que no ha parado de trabajar e incluso ha podido ganar más dinero al sustituir a compañeros y hacer horas extras durante la pandemia. El caso es que el turista belga pensó, dice literalmente en la carta, en “aquellos lugares donde me encanta ir y donde me sirven de lujo... y he querido ahorrar un poco y así poder tener un detalle con las personas. No es mucho, pero muchos pequeños hacen uno grande”.

La carta que recibió Paco y cada uno de sus compañeros –su hermano Juan y los tres trabajadores- venía acompañada por un billete de veinte euros y algunos consejos: “disfrutar de un desayuno de lujo con cava en algún establecimiento de la hostelería; tomar un aperitivo con tu pareja o regalarle a alguien que realmente lo necesita”.

“Yo no me lo creía cuando lo estaba leyendo, hasta que Koen se vino para nosotros y nos abrazó”, cuenta Paco.

El gesto no deja de ser un símbolo potentísimo para “tantos profesionales de la hostelería como hemos estado cerrados durante tanto tiempo”, reconoce Paco, que lo ha hecho público “para recordar la buena gente y con gran corazón que te puedes encontrar en la vida”.