El Gobierno que busca igualdad y consenso

Casi todos los miembros del Ejecutivo siguieron la fórmula de Carmen Calvo de prometer los secretos del «Consejo de ministras y ministras»

07 jun 2018 / 23:20 h - Actualizado: 08 jun 2018 / 09:18 h.
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  • El rey Felipe VI posa con el nuevo presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y con todo el Gobierno socialista. / Javier Lizón (Efe)
    El rey Felipe VI posa con el nuevo presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y con todo el Gobierno socialista. / Javier Lizón (Efe)

Los 17 ministros del Gobierno de Pedro Sánchez tomaron este jueves posesión de sus cargos con una reivindicación del consenso y la igualdad, y con la intención de potenciar la convivencia en Cataluña.

Después de que el miércoles Sánchez desvelase la lista completa de su gabinete, la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el resto de ministros prometieron sus cargos ante el Rey. Lo hizo la mayoría con una fórmula que Calvo al prometer guardar el secreto de las deliberaciones del «Consejo de Ministras y Ministros».

A ella recurrieron todos los nuevos miembros del gabinete excepto Dolores Delgado, Josep Borrell, José Luis Ábalos y Nadia Calviño, y todos optaron también por prometer, no jurar, sus cargos, en una ceremonia sin símbolos religiosos.

Desde el Palacio de la Zarzuela cada uno de los ministros se desplazó a sus respectivos departamentos para realizar con sus predecesores el intercambio de carteras.

Carmen Calvo, vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, la recibió de manos de Soraya Sáenz de Santamaría. La nueva vicepresidenta prometió ser una «jueza implacable» de sí misma para «estar a la altura» del cargo y se marcó como gran objetivo trabajar para «achicar las desigualdades». En una conversación informal con los periodistas destacó posteriormente que el traspaso del poder fue «impecable».

Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores, aseguró en su acto de toma de posesión que España debe «contribuir decisivamente» a superar la «crisis de confianza» que sufre la UE y se refirió a la situación de Cataluña al subrayar que, en estos momentos, España tiene ante sí el «mayor problema al que se puede enfrentar un país: la integridad territorial».

La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, prometió que uno de sus objetivos será «recuperar la palabra» con todas las comunidades, especialmente con Cataluña, y «escuchar, dialogar y consensuar» para potenciar la convivencia. En este contexto, fuentes del Gobierno informaron de que no van a dejar pasar el verano sin intentar antes un acercamiento con el presidente catalán, Quim Torra.

La nueva titular de Justicia, Dolores Delgado, prometió trabajar con «ganas, ilusión y fuerza» para lograr un ministerio «abierto, próximo y eficaz», militante de la cooperación internacional y que no olvide a las víctimas.

Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, defendió que su departamento es un ministerio «de Estado» que conforman todos los españoles y en el que trabajará con respeto a la Constitución y para generar una «conexión con Europa».

Al asumir su cartera de Defensa, Margarita Robles advirtió de que dentro de la Constitución española «todo» cabe con «diálogo y tolerancia», pero que fuera de ella, «nada» es posible y que las Fuerzas Armadas son las encargadas de velar por el respeto al marco de convivencia.

La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, se declaró orgullosa de formar parte de un equipo de Gobierno «estelar» con una agenda modernizadora, feminista y europea, y la de Hacienda, María Jesús Montero, prometió «estabilidad, acompañamiento y transparencia en las cuentas públicas».

El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, tras tomar posesión como ministro de Fomento, confesó ser un «obsesionado» de la cohesión social y que cohesionar al país es lo que intentarán también durante el tiempo que les «dejen».

Quien será a partir de ahora la portavoz del Gobierno y ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, defendió una educación inclusiva, que no abandone a ningún alumno, en centros públicos pero también concertados, y con una enseñanza bilingüe y trilingüe, «cultivadora» de las lenguas cooficiales y signo de la diversidad de España.

Màxim Huerta, ministro de Cultura y Deporte, expresó su satisfacción porque su ministerio «vuelva a estar en el mapa de Gobierno» y dijo que la cultura «no es de bandos».

La titular de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, resaltó que asume este departamento con la intención de «animar y propiciar un gran pacto de pensiones», y la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón, aseguró que ya empiezan a cambiar las cosas en España con un Gobierno que «no quiere dejar a nadie atrás» y que se esforzará en recuperar el derecho «arrebatado» a la salud universal.

Quien estará ahora al frente de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, aseguró que hará todo lo posible por colocar a España en el pelotón de cabeza de la I+D+i y, por ende, del bienestar social.

La Política Agraria Común, la política pesquera y la agroalimentación fueron las prioridades fijadas por el nuevo ministro de Agricultura, el andaluz Luis Planas.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, subrayó la importancia de preservar el medio ambiente porque se está ante una «carrera contra reloj» e incidió en la importancia de acometer cambios «muy profundos» para cambiar el modelo económico y de crecimiento.

Reyes Maroto tomó posesión como ministra de Industria, Comercio y Turismo con la voluntad de afrontar sus retos con «escucha, diálogo y consenso».