Las víctimas se sienten olvidadas

Supervivientes y familiares piden una tregua: «que no utilicen hoy el dolor ajeno para hacer política». Dicen sentirse «engañados y tristes» y solo valoran la respuesta de la regidora de Barcelona, Ada Colau

16 ago 2018 / 21:41 h - Actualizado: 16 ago 2018 / 21:57 h.
"Terrorismo","Víctimas del terrorismo","Año uno de los atentados de Barcelona"
  • Las víctimas se sienten olvidadas
  • Ramos de flores y objetos de todo tipo han sido depositados estos días en el mural de Miró de La Rambla de Barcelona en recuerdo de los atentados en La Rambla y Cambrils. / Alejandro García (Efe)
    Ramos de flores y objetos de todo tipo han sido depositados estos días en el mural de Miró de La Rambla de Barcelona en recuerdo de los atentados en La Rambla y Cambrils. / Alejandro García (Efe)

Varias víctimas de los atentados del 17-A exigieron ayer a los políticos que en los actos de homenaje de hoy hagan una «tregua» y no «manipulen» ni «politicen» su dolor, después de haberlas «abandonado» tras los atentados del pasado año en Barcelona y Cambrils (Tarragona). En una rueda de prensa en Barcelona, en la víspera del primer aniversario de los atentados, las víctimas agrupadas en torno a la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por el Terrorismo (Uavat), que ha atendido a 182 afectados del 17-A, denunciaron que durante todo este tiempo se han sentido «engañadas, abandonadas, incomprendidas y tristes», como lo describió Ana Cortés, una de las supervivientes de Las Ramblas.

En nombre de las víctimas, el coordinador de la Uavat, Roberto Manrique, exigió que los actos institucionales sean un homenaje a las víctimas y que la clase política «haga una tregua». «Pedimos a la clase política, en nombre de las víctimas, que hagan una tregua, que no utilicen el dolor ajeno para hacer política», reclamó. Manrique leyó una carta enviada por Javier, el padre de un menor de Rubí (Barcelona) asesinado el 17-A, en la que éste pide que los actos sean de «respeto y consideración» para las víctimas y sus familias. «El aniversario del 17-A debe ser un día para las víctimas y sus familias. De respeto hacia ellos y su dolor. Que puedan ir a Las Ramblas a recordar sus pérdidas y depositar flores y lo que necesiten en su honor, sin políticos, sin periodistas, sin cotillas», señala.

En la misma línea, Ana Cortés, que pudo esquivar a la furgoneta del terrorista Younes Abouyaaqoub tras salir del metro en Las Ramblas, leyó también una carta que escribió intentando expresar el sentimiento de las víctimas. «Ahora que seremos visibles, ahora que todos se acuerdan de nosotros y estamos en boca de todos, es el momento de hablar, porque a partir de mañana volveremos a ser olvidados y sólo existiremos para nuestras familias y los que han estado 365 días sufriendo a nuestro lado durante un año que ha sido durísimo, de incomprensión», expresó.

La mujer denunció que ningún partido político se ha interesado durante este año por saber cómo estaban y si necesitaban alguna cosa y lamentó que, por el contrario, los políticos se apresuran ahora a tomarse fotos a su lado. «La única ayuda que recibimos fue de las fuerzas de seguridad, los equipos de emergencias, la Cruz Roja, los Bomberos, el 061, la Uavat y otras víctimas, que se dejan la piel por nosotros», indicó.

«Nos sentimos engañados, abandonados, incomprendidos, tristes, pero muy unidos y con muchas ganas de recuperar nuestras vidas», apuntó. Según Cortés, la única administración que les ha ayudado ha sido el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau, que ha colaborado con ellos. «Ahora que estamos en boca de todos, sólo espero que seamos los últimos y que las autoridades no se olviden de nosotros, porque después de la foto seguiremos teniendo necesidades. Señores políticos: es el momento de evitar que esto se repita, que no se manipule el dolor de las víctimas», dijo.

«Para esto no se está nunca preparado como persona. No se está nunca preparado para una cosa así», explica una de las agentes de los Mossos que intervino en Las Ramblas de Barcelona minutos después del atentado que hace un año sembró el terror: «Tenía miedo. Lo único que quieres es ayudar». Como varios de sus compañeros de comisaría, el 17 de agosto del pasado año la agente se incorporó a trabajar en el turno de las 14.00 horas en la comisaría de Sants de Barcelona y, hacia las cinco de la tarde, oyó por la emisora que el operador de sala lanzaba el aviso de que se había producido un atropello masivo en las Ramblas.

«Dejamos el coche estacionado en Colón (al final de Las Ramblas) y subimos corriendo hacia arriba. Lo primero que ves es a toda la gente corriendo hacia abajo. Una cantidad de gente. Subimos corriendo hacia la parte donde había pasado todo. Las víctimas más graves ya estaban siendo atendidas», relata con voz entrecortada la agente, que llegó al lugar cuando apenas había algunos agentes de comisarías más cercanas y los primeros equipos de emergencias. La mossa admite que tuvo miedo, aunque insiste en que su objetivo era ayudar a la gente que lo necesitaba, por lo que, pese a que había numerosas personas huyendo del lugar, los agentes tiraron para arriba, hacia el ojo del huracán, sin saber exactamente lo que encontrarían.

Varias víctimas de los atentados del 17-A exigieron ayer a los políticos que en los actos de homenaje de hoy hagan una «tregua» y no «manipulen» ni «politicen» su dolor, después de haberlas «abandonado» tras los atentados del pasado año en Barcelona y Cambrils (Tarragona). En una rueda de prensa en Barcelona, en la víspera del primer aniversario de los atentados, las víctimas agrupadas en torno a la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por el Terrorismo (Uavat), que ha atendido a 182 afectados del 17-A, denunciaron que durante todo este tiempo se han sentido «engañadas, abandonadas, incomprendidas y tristes», como lo describió Ana Cortés, una de las supervivientes de Las Ramblas.

En nombre de las víctimas, el coordinador de la Uavat, Roberto Manrique, exigió que los actos institucionales sean un homenaje a las víctimas y que la clase política «haga una tregua». «Pedimos a la clase política, en nombre de las víctimas, que hagan una tregua, que no utilicen el dolor ajeno para hacer política», reclamó. Manrique leyó una carta enviada por Javier, el padre de un menor de Rubí (Barcelona) asesinado el 17-A, en la que éste pide que los actos sean de «respeto y consideración» para las víctimas y sus familias. «El aniversario del 17-A debe ser un día para las víctimas y sus familias. De respeto hacia ellos y su dolor. Que puedan ir a Las Ramblas a recordar sus pérdidas y depositar flores y lo que necesiten en su honor, sin políticos, sin periodistas, sin cotillas», señala.

En la misma línea, Ana Cortés, que pudo esquivar a la furgoneta del terrorista Younes Abouyaaqoub tras salir del metro en Las Ramblas, leyó también una carta que escribió intentando expresar el sentimiento de las víctimas. «Ahora que seremos visibles, ahora que todos se acuerdan de nosotros y estamos en boca de todos, es el momento de hablar, porque a partir de mañana volveremos a ser olvidados y sólo existiremos para nuestras familias y los que han estado 365 días sufriendo a nuestro lado durante un año que ha sido durísimo, de incomprensión», expresó.

La mujer denunció que ningún partido político se ha interesado durante este año por saber cómo estaban y si necesitaban alguna cosa y lamentó que, por el contrario, los políticos se apresuran ahora a tomarse fotos a su lado. «La única ayuda que recibimos fue de las fuerzas de seguridad, los equipos de emergencias, la Cruz Roja, los Bomberos, el 061, la Uavat y otras víctimas, que se dejan la piel por nosotros», indicó.

«Nos sentimos engañados, abandonados, incomprendidos, tristes, pero muy unidos y con muchas ganas de recuperar nuestras vidas», apuntó. Según Cortés, la única administración que les ha ayudado ha sido el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau, que ha colaborado con ellos. «Ahora que estamos en boca de todos, sólo espero que seamos los últimos y que las autoridades no se olviden de nosotros, porque después de la foto seguiremos teniendo necesidades. Señores políticos: es el momento de evitar que esto se repita, que no se manipule el dolor de las víctimas», dijo.

«Para esto no se está nunca preparado como persona. No se está nunca preparado para una cosa así», explica una de las agentes de los Mossos que intervino en Las Ramblas de Barcelona minutos después del atentado que hace un año sembró el terror: «Tenía miedo. Lo único que quieres es ayudar». Como varios de sus compañeros de comisaría, el 17 de agosto del pasado año la agente se incorporó a trabajar en el turno de las 14.00 horas en la comisaría de Sants de Barcelona y, hacia las cinco de la tarde, oyó por la emisora que el operador de sala lanzaba el aviso de que se había producido un atropello masivo en las Ramblas.

«Dejamos el coche estacionado en Colón (al final de Las Ramblas) y subimos corriendo hacia arriba. Lo primero que ves es a toda la gente corriendo hacia abajo. Una cantidad de gente. Subimos corriendo hacia la parte donde había pasado todo. Las víctimas más graves ya estaban siendo atendidas», relata con voz entrecortada la agente, que llegó al lugar cuando apenas había algunos agentes de comisarías más cercanas y los primeros equipos de emergencias. La mossa admite que tuvo miedo, aunque insiste en que su objetivo era ayudar a la gente que lo necesitaba, por lo que, pese a que había numerosas personas huyendo del lugar, los agentes tiraron para arriba, hacia el ojo del huracán, sin saber exactamente lo que encontrarían.