El zumo de naranja, clave en la dieta mediterránea

Más de 10 profesionales de prestigio han elaborado un dossier sobre el papel del zumo de naranja en la dieta mediterránea, así como de la importancia de los cítricos para España y Europa

31 dic 2019 / 08:44 h - Actualizado: 31 dic 2019 / 08:47 h.
"Alimentación","Consumo","Universidad","Sostenibilidad"
  • Zumo de naranja. / El Correo
    Zumo de naranja. / El Correo

Más de 10 expertos se han reunido para destacar el valor del zumo de naranja en el dossier “El zumo de naranja en la dieta mediterránea”. En el documento se señala la importancia del consumo del zumo de naranja en una alimentación sana basada en la dieta mediterránea debido a la importancia de su producción para el desarrollo económico, su influencia en la sostenibilidad ambiental, el disfrute que aporta su consumo y, sobre todo, por su perfil nutricional.

“Los españoles consumimos casi 800 mil toneladas de naranjas al año, con un valor de casi 800 millones de euros, lo que representan 17 kilos y 17 euros por persona. Su consumo en España sigue un patrón claramente estacional, con mayores consumos en invierno y principio de la primavera, donde los precios bajan, y la procedencia es fundamentalmente nacional”, explica el profesor y doctor Lluis Serra Majem.

Las frutas y verduras son una parte básica de la dieta mediterránea y deben consumirse a diario y una forma cómoda de hacerlo es tomando zumos. Una porción de zumo de naranja envasado de 100 ml aporta el 10% del potasio requerido, más de la mitad de vitamina C, además de vitaminas A y B9 (aìcido foìlico) y otros fitonutrientes y supone 41 kcal. Estudios recientes sugieren que existe una correlación entre el consumo de zumo de naranja y la posibilidad de alcanzar la ingesta recomendada de vitamina C. Además, al ser fuente de potasio ayuda al correcto funcionamiento muscular y al mantenimiento de la presión arterial normal. Por lo tanto, un vaso de zumo de fruta (150 ml) al día puede ayudar a cubrir las recomendaciones europeas para el consumo de fruta y verdura.

Uno de los puntos a destacar del dossier es el que abordan las investigadoras científicas del CSIC e investigadoras postdoctorales del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (UAM-CSIC), María Dolores del Castillo y Amaia Iriondo, centrado en el proceso de elaboración industrial del zumo y su impacto en la composición y calidad nutricional del mismo. En este punto, las expertas afirman que la selección adecuada de las condiciones de elaboración industrial es algo esencial y primordial a la hora de lograr un producto de igual valor nutricional que el zumo recién exprimido.

Otro dato interesante es el que incluyen en el dossier los doctores de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz, Carmen Gómez Candela, Beatriz de León y Óscar Moreno, encargados de explicar y analizar los beneficios nutricionales del zumo de naranja para el organismo, llegando a la conclusión de que, como el consumo de productos de origen vegetal se ha visto reducido en los últimos años, el zumo de naranja podría ser la respuesta eficaz para poder completar la carencia de ese consumo, teniendo siempre en cuenta que la dieta debe ser equilibrada.

Por otro lado, el grupo de investigación ImFINE, perteneciente al departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Universidad Politécnica de Madrid, liderado por los doctores Marcela González-Gross, Eva Gesteiro y Alberto García-Carro, ha dedicado su línea de investigación a profundizar sobre cómo el zumo de naranja está creando un estilo de vida saludable en el consumidor. “La evidencia reciente ha demostrado que el consumo diario de naranja no contribuye a la adiposidad o al aumento de peso, la resistencia a la insulina, la inflamación o la dislipidemia”, explican los investigadores. Además, “en la alimentación de los deportistas, el zumo de naranja constituye una fuente de vitamina C y otros compuestos antioxidantes cuyas necesidades están aumentadas en este colectivo, además de ser una buena alternativa como bebida antes, durante y después del ejercicio”, añaden en el documento.