Esta semana España va a dejar de ser el único país de Europa que mantiene la obligatoriedad del uso de las mascarillas en los transportes públicos, una vez el Boletín Oficial del Estado (BOE) publique la modificación del Real Decreto de 19 de abril de 2022 que aprobará este martes el Consejo de Ministros.
Esta medida se produce meses después de que lo hayan aprobado el resto de países europeos, si bien en muchos se sigue manteniendo la recomendación de utilizarla en espacios cerrados y en transportes públicos con el fin de prevenir el contagio del coronavirus.
En España se había solicitado su retirada desde el sector de los transportes, así como por parte de diferentes consejerías de Sanidad, como la Comunidad de Madrid, y de partidos políticos como Ciudadanos, el cual ha llevado en diversas ocasiones este asunto al Congreso de los Diputados y al Senado.
También lo habían pedido organizaciones científicas como, por ejemplo, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), cuyo presidente, Óscar Zurriaga, defendió recientemente, en declaraciones a Europa Press, su no utilización porque la situación epidemiológica del Covid-19 en España "es muy estable".
Sin embargo, desde el Gobierno se ha estado asegurado que se retirarían de los transportes públicos cuando así lo aconsejasen los expertos que conforman la ponencia de alertas del Sistema Nacional de Salud (SNS).
De hecho, no ha sido hasta el pasado 26 de enero cuando la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció que este martes, 7 de febrero, el Consejo de Ministros aprobará esta medida porque la situación epidemiológica en España de la pandemia es "muy estable en todos los indicadores".
Las últimas cifras del Covid-19 en España, publicadas el pasado viernes, mostraron que el número de personas hospitalizadas ha bajado un 12,1 por ciento en la última semana, un 15,2 por ciento en UCI, y la incidencia media actual de contagios en España en los últimos 14 días se sitúa en los 50,76 casos por cada 100.000 habitantes.
La retirada de las mascarillas en los transportes se produce casi un año después de que su uso dejase de ser obligatorio en el exterior, medida aprobada el 10 de febrero, y unos meses más tarde (el 20 de abril) de que ya no se utilice en los espacios interiores.