El gallego Víctor Manuel Besada ofertó el alquiler de un piso en Sanxenxo, desde ese momento está desesperado y no encuentra explicación a lo sucedido. «De la noche a la mañana me quedé sin mis ahorros y nadie sabe dónde están, ni me los devuelven», lamenta.
La historia comienza vía WhatsApp. Recibió un mensaje de una persona interesada ante el momento de cerrar la operación pidió al supuesto inquilino que le abonase una señal de 200 euros y una copia de su DNI para redactar el contrato. Es ahí donde el estafador y supuesto inquilino solicitó hacerlo vía Bizum. «Yo no tenía ese servicio en mi teléfono pero me dijo que me enviaría un SMS con un enlace para descargar la aplicación», sostiene Víctor.
Una vez recibido el enlace el propietario al hacer click en el link que adjuntó el estafador, recibió una serie de códigos relata el gallego «me envió un mensaje con un enlace teóricamente de mi entidad, Abanca, y al pinchar introduje mis claves de usuario y contraseña para poder cobrar el dinero». Ese fue el desenlace ya que le dejó al hacker las puertas de su cuenta abierta.
Los 7.000 euros de Víctor Besada se desviaron a una cuenta ubicada en la sucursal madrileña de un banco extranjero y de ahí a otra cuenta fuera de España.
El cargo en la cuenta que le aparece a la víctima es de 7.001 euros, «7.000 del traspado y un euro de comisiones. O sea, robo del hacker y comisión del banco» se lamenta.
Responsables de seguridad del banco contactaron con el titular de la para verificar que el traspaso estaba autorizado y ahí fue cuando se descubrió el hackeo. «Puse una denuncia en la Policía Nacional y hablé con mi entidad en varias ocasiones pero sigo sin que nadie me aclare nada».