Cuando George Orwell escribió su novela 1984 a final de los años 50, imaginó un mundo controlado por un todopoderoso que vigilaba a todos los ciudadanos. De hecho, el programa de televisión Gran Hermano se basó, en buena parte, en este libro de ficción. Años después, gracias a la tecnología, lo estamos viviendo en nuestras carnes sin darnos cuenta.
En noviembre de 2019, el Instituto Nacional de Estadística (INE) empezó a hacer un estudio sobre la movilidad de los españoles. El objetivo era analizar los desplazamientos de los ciudadanos durante cuatro días laborales de noviembre, un domingo de dicho mes, el festivo del 25 de diciembre y dos días de verano. Para ello, el INE pagó a las operadoras de telefonía móvil para obtener estos datos.
Ahora, el Gobierno, en el BOE publicado el 28 de marzo, quiere volver a recabar estos datos de los días previos al confinamiento y los actuales .Con dichos datos se podrá conocer si los españoles están cumpliendo con las normas del estado de alarma y se quedan en sus casas.
Gracias a esta localización se podrá ver quién ha incumplido y ha aprovechado la Semana Santa para irse a la costa.
El Boletín Oficial del Estado asegura que los datos que recibirá el Gobierno serán anónimos. No servirá para multar a una persona porque se haya saltado el confinamiento, pero sí podría valer para montar un control policial en una zona por la que circule mucha gente y poder así sancionar a todo el que se desplace sin motivo alguno.
Aplicación para los síntomas del coronavirus
En dicho documento oficial, el Ministerio de Sanidad ha encargado la realización de una aplicación móvil para que el usuario, gracias a unas preguntas, pueda realizar una autoevaluación para saber si sus síntomas se asemejan a los que provoca el coronavirus. Lo que parece un avance para poder liberar de público las urgencias hospitalarias de personas que no tienen este virus, a priori, parece una buena herramienta. El quid de la cuestión surge cuando esa aplicación usa la geolocalización.
¿Para qué necesita una aplicación sobre la sintomatología del coronavirus usar la geolocalización? Según el propio Ministerio servirá «para verificar que se encuentra en la comunidad autónoma en la que declara estar».
En China, por ejemplo, el gobierno usó una serie de códigos QR en los teléfonos móviles para rastrear los movimientos de los ciudadanos. En función de la zona en la que haya estado, si había casos en su comunidad o no, podría acceder a algunos lugares o tendría que guardar la cuarentena.
En Estados Unidos, la administración Trump ya mantiene contactos con los gigantes tecnológicos Google y Facebook para conseguir datos de geolocalización y poder conocer, por ejemplo, si guardan la distancia de seguridad.
La triangulación
Los teléfonos móviles se conectan a las torres de comunicación más cercanas. En función de la fuerza de la señal que necesita para poder realizar esa conexión, se puede obtener la localización exacta del terminal, siempre y cuando se conecte a tres o más torres.
Con la llegada de la tecnología GPS, la precisión es mucho mayor ya que se basa en señales muy precisas de varios satélites. Por eso, la precisión que arroja cualquier aplicación de cartografía, incluido el Whats App, es prácticamente exacta.