La mujer de Bárcenas se escuda en su «confianza total» hacia el extesorero

Niega todo conocimiento de las cuentas de su marido en Suiza y sus negocios así como de la contabilidad B del PP

23 ene 2017 / 23:01 h - Actualizado: 23 ene 2017 / 23:04 h.
"Caso Bárcenas","Caso Gürtel"
  • La esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias (dcha.), a su llegada al juzgado. / Fernando Villar (Efe)
    La esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias (dcha.), a su llegada al juzgado. / Fernando Villar (Efe)

Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero del PP Luis Bárcenas, se amparó este lunes en el juicio de la trama Gürtel en la «confianza total y absoluta» hacia su marido para explicar por qué firmó todo tipo de documentos sin cuestionarse en ningún momento de qué se trataba. Iglesias se enfrenta a una petición fiscal de 24 años y un mes de cárcel como supuesta autora y cooperadora en los delitos de su marido, de los que se ha desligado en una comparecencia cuyo contenido ya era vox populi, puesto que su esposo ya la había desvinculado en su declaración ante el tribunal la semana pasada.

Frente a las 16 horas de comparecencia de su marido, Iglesias tan solo ha empleado 50 minutos para responder únicamente a su abogada, cuya estrategia ha girado en desmarcarse de todas las acciones y decisiones tomadas por el extesorero. Ella se centraba en la economía doméstica. Sólo era consciente de ser titular de una única cuenta que manejaba para los gastos del día a día, ya que del patrimonio se ocupaba en exclusiva el exsenador.

Negó saber que su marido tenía cuentas en Suiza, pese a que en varias ocasiones le acompañó a bancos del país helvético. Tampoco conocía los negocios de su esposo ni sabía que era titular de una cuenta en España en la que figuran ingresos de hasta 120.000 euros a su nombre, pero sí consentía que Bárcenas firmara su declaración tributaria con su autorización pues «consideraba que era lo mismo que lo firmase yo o no».

«Todo lo que él hace, parece una estupidez decir esto, me parece bien», aseguró al explicar lo que hacía cuando Bárcenas le pedía que firmara documentos, como era el caso de la compraventa de valores. «Yo no soy tonta, pero si mi marido me dice... y desde luego no pongo jamás en cuestión, ni lo he puesto, documentos que requieran mi firma; él gestiona una cartera de valores mía y doy por hecho que son compraventa de acciones», subrayó.

En cuanto a la contabilidad B del PP, solo hizo una alusión para manifestar que «no sabía» de su existencia, de la cual se enteró a lo largo del procedimiento, como de otras tantas cosas de su marido, pese a lo cual, mantiene una confianza «total y absoluta» en su esposo y asegura no tener «absolutamente ningún motivo» para perderla.

Tras su comparecencia, fue el turno de Iván Yáñez, considerado el testaferro de Bárcenas, quien le contrató en 2009 para gestionar sus carteras en Suiza porque estaba «muy preocupado» tras perder 31 millones de euros. Yáñez se enfrenta a siete años de cárcel. La Fiscalía sostiene que Bárcenas le nombró apoderado de sus cuentas en Suiza días después de estallar el caso Gürtel para ocultar su dinero en ese país pero Yáñez defendió que su trabajo es de «gestión y asesoramiento. No me dedico al blanqueo». Insitió una y otra vez en que no tenía poderes en sus cuentas y que no podía comprobar el origen de los fondos. «No fui a Suiza a saber si el dinero de las cuentas de Bárcenas era lícito o no. Ese no era mi trabajo», alegó.