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Inés Arrimadas se dirigió anoche a los simpatizantes de Cs tras lograr la victoria electoral. / Efe
La candidata de Cs, Inés Arrimadas, se ha convertido en la primera mujer en ganar unas elecciones en Cataluña y en conseguir que un partido no catalanista sea la fuerza más votada en 35 años, aunque los independentistas hayan revalidado su mayoría absoluta.
En esta contienda electoral, Arrimadas (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1981) ha repetido por segunda vez como candidata de Ciudadanos en unos comicios autonómicos tras su estreno en las elecciones catalanas de 2015, que la convirtieron contra todo pronóstico en líder de la oposición, con unos resultados históricos para la formación naranja al pasar de 9 a 25 diputados.
Y, ahora, dos años después, Arrimadas ha superado esta gesta al conseguir que la formación naranja haya ganado las elecciones catalanas, tanto en votos como en escaños, 37.
Desde su entrada en política en la formación que lidera Albert Rivera, la carrera de la candidata ha sido meteórica y, en poco tiempo, se ha convertido en un valor en alza dentro del partido, tanto en Cataluña como a nivel estatal.
Actual portavoz nacional de Ciudadanos y miembro del núcleo duro del partido, Arrimadas ha compaginado en los últimos meses este cargo con su papel de jefa de la oposición en el Parlament durante la pasada legislatura, con el que ha sido el azote del proceso soberanista desde la bancada naranja.
La candidata se había marcado como objetivo que las elecciones del 21D fuesen la «fecha de caducidad definitiva» del proceso independentista, como no se ha cansado de repetir durante la campaña electoral, aunque finalmente las tres candidaturas independentistas –Junts per Catalunya, ERC y la CUP– han revalidado la mayoría absoluta.
Arrimadas, en sus mítines, ha erigido en todo momento a Ciudadanos como el único voto «útil», «claro», «nítido» y «seguro» frente a los «complejos» y la «ambigüedad» del PSC y de su candidato, Miquel Iceta, al que lanzó más de un dardo en los actos de campaña.
Un mensaje el de Arrimadas que ha calado en muchos votantes catalanes, que otorgaron ayer a Ciudadanos la victoria en estas elecciones, en las que la formación naranja ha pescado muchos votos en el caladero del PSC, sobre todo, en los antiguos feudos socialistas del área metropolitana de Barcelona.
En campaña, la candidata se mostró ante sus simpatizantes como una persona cercana y próxima que ha transmitido emociones y sentimientos, junto a un discurso locuaz, claro y directo.
La presidenciable es licenciada en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y habla cuatro idiomas: castellano, catalán, inglés y francés.
Antes de su desembarco en política de la mano de Cs, hace apenas siete años, la candidata trabajó en una empresa de servicios de consultoría estratégica y de gestión, y fue responsable de calidad en un grupo de empresas de servicios industriales en el sector petroquímico.
Y esta es, precisamente, otra de las grandes reivindicaciones de Cs y de su candidata, que los políticos tengan una experiencia profesional que puedan aportar al ámbito de la política.