Desescalada en España

La sucesión de brotes impulsa el uso permanente de mascarillas

El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto a referirse al estado de alarma, pero para decir que sólo se volvería a aplicar si se producen contagios descontrolados que pasen de una comunidad autónoma a otra.

10 jul 2020 / 11:19 h - Actualizado: 10 jul 2020 / 11:24 h.
"Desescalada en España"
  • La sucesión de brotes impulsa el uso permanente de mascarillas

La sucesión de brotes y la transmisión comunitaria detectada en algunos de ellos, como los de Lleida , han incrementado en los últimos días la preocupación sobre la evolución de la epidemia que las autonomías, responsables ahora de su gestión, tratan de abordar con medidas como el uso obligatorio permanente de mascarillas en los espacios públicos, mientras los epidemiólogos piden contundencia y más rastreadores sobre el terreno.

El Ministerio de Sanidad, que hoy ha cifrado el número de brotes activos en 73, ha informado de 241 nuevos contagios en las últimas 24 horas, cerca del 70 % de ellos asintomáticos, y de un fallecido. En la comarca ilerdense del Segrià, donde se concentran los focos más relevantes, se han registrado otros 46 positivos y el primer fallecido desde que hace seis días se decretara la vuelta al confinamiento de las 210.000 personas que viven en ese territorio.

Con el coronavirus en el centro de atención y mientras Felipe VI hace una gira por España para comprobar la situación creada por la epidemia, se suceden las informaciones sobre la donación de 65 millones de euros que hizo desde Suiza Juan Carlos I a su amiga Corinna Larsen al margen del fisco. En ese contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha planteado la posibilidad de limitar en la Constitución la inviolabilidad del rey.

SETENTA Y TRES BROTES

El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto a referirse hoy al estado de alarma, pero para decir que sólo se volvería a aplicar si se producen contagios descontrolados que pasen de una comunidad autónoma a otra y que ese no es el caso, aunque está claro que continuará habiendo brotes, como los seis detectados en las últimas 24 horas, que elevan a 73 los que siguen activos en España.

Entre todos ellos, el que más preocupa a las autoridades sanitarias, dado su origen, los temporeros de la recogida de la fruta, y su puntual transmisión comunitaria es el de Lleida capital y su comarca, que en las últimas 24 horas ha sumado 46 nuevos positivos y el primer fallecido desde que quedó confinada el pasado sábado.

El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, ha dicho en su comparecencia de los jueves que todo apunta a que este brote con 15 focos, 11 de ellos en empresas hortofrutícolas, podría ser controlado en breve: "No sabemos si el brote de Lleida está controlado, las medidas han sido valientes y en dos días veremos el impacto. Sí que hay indicios que permiten pensar que sí".

Desde el terreno las cosas se ven más complicadas o, al menos, así lo explica la alcaldesa de Aitona, Rosa María Pujol, que pide celeridad en las actuaciones por parte de la Generalitat y, sobre todo, más rastreadores presenciales, que hagan un seguimiento efectivo de los temporeros, muchos de los cuales siguen viviendo en condiciones que no son compatibles con el control del virus.

Más rastreadores que pisen las poblaciones y no sólo hagan los seguimientos por teléfono reclaman también los epidemiólogos para que se pueda actuar sin dilación y con contundencia, pese al cambio de paradigma ilustrado por Simón: "En marzo todos los casos eran sintomáticos y graves y ahora son mucho más leves".

Sanidad calcula que cerca del 70 % de los positivos detectados en las dos últimas semanas son asintomáticos, como la gran mayoría de los registrados en los otros dos brotes considerados por Sanidad de "especial interés", el de la Mariña lucense, que ha sumado este jueves 21 casos que elevan el total a 165, y el de la localidad guipuzcoana de Ordizia, con 58, diez más que ayer.

MASCARILLAS PERMANENTES

El uso obligatorio de las mascarillas entró en vigor el pasado 21 de mayo, tras un largo debate precedido de opiniones contradictorias de distintos expertos. El Gobierno terminó llevando al Boletín Oficial del Estado (BOE) una demanda creciente que imponía su utilización a partir de los 6 años en la calle, en espacios al aire libre y en cualquier lugar cerrado de uso público cuando no se pudiera mantener la distancia de seguridad, fijada finalmente en 1,5 metros.

Esa distancia, que muchos consideraban la mejor mascarilla, no es ya un límite en Cataluña, la primera comunidad en aplicar desde hoy su obligatoriedad permanente bajo multa de 100 euros con el objetivo de frenar los contagios, si bien la medida fue anunciada cuando se cuestionaba la gestión de la Generalitat en relación con los focos con transmisión comunitaria en la comarca leridana del Segrià.

A Cataluña le seguirá Baleares, que ha anunciado este viernes la inminente entrada en vigor de esta medida de protección en medio de los temores desatados en las islas por la proliferación de fiestas ilegales masivas sin ninguna norma de seguridad como pudo comprobar la policía en diversas actuaciones llevadas a cabo el pasado fin de semana.

Cantabria, Asturias y Aragón, como han anunciado sus presidentes regionales, podrían ser las siguientes en aplicar en sus territorios la misma medida, que tendrá como excepciones la práctica deportiva o determinados entornos como playas o piscinas, pero que en casi todos los casos regirá en las terrazas de los bares, donde los clientes sólo se podrán quitar la mascarilla en el momento de comer o beber.

El uso obligatorio de la mascarilla ha abierto de inmediato el debate subsiguiente, con diversos expertos en inmunología y salud pública que valoran la importancia de usarlas y de usarlas bien, pero no de forma generalizada en territorios donde no se han detectado brotes, cuando las personas respetan la distancia de seguridad y el entorno en el que se mueven es una zona considerada de baja transmisión.

LAS URNAS DE LA COVID-19

A falta de tres días para las elecciones gallegas y vascas aplazadas en su día por la epidemia, aumentan las presiones sobre la Xunta por la situación en la Mariña lucense -confinada desde el lunes- donde varios alcaldes, entre ellos el de la población más afectada, Brurela, el socialista Alfredo Llano, han pedido, con el apoyo del PSdG, que se suspendan los comicios en esa comarca.

Esta circunstancia, añadida al atípico confinamiento de cinco días, se ha convertido en las últimas jornadas en argumento de la campaña electoral de la oposición frente al presidente de la Xunta y candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, al que todas las encuestas le dan una nueva y holgada mayoría absoluta.

Fijoó ha avanzado este jueves que mañana llevará al comité clínico la propuesta para levantar las restricciones a la movilidad en la mayor parte de los catorce municipios que conforman esa comarca, de modo que únicamente seguiría afectando a Burela, que concentra el 80 % de los casos, y a algún otro municipio vecino.

El presidente de la Xunta ha asegurado que la situación es de "normalidad y tranquilidad" y ha recordado que la Junta Electoral de Galicia avala el proceso, como lo avala la Junta Electoral Centra.

También la Junta Electoral del País Vasco considera que hay suficientes medidas para votar en la localidad guipuzcoana de Ordizia, donde sigue creciendo un brote "importado" de Lleida con 58 contagios, al desestimar la petición de EH Bildu de que se establezcan medidas especiales para poder votar en la localidad y en su comarca, la del Goierri.